Abedul

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Nota: En revisión

Descripción

El abedul es uno de los árboles caducos más característicos de toda el área septentrional de este continente. Con su tronco y ramas blancos y sus ramitas a menudo colgantes, es un elemento muy típico del paisaje aldoriano.

Puede crecer hasta una altura de 30 m. preferiblemente en suelos húmedos, arenosos o pobres y es muy numeroso en los reinos nórdicos donde puede formar grandes bosques. Las dos especies más corrientes son Betula verrucosa (B.pendula) y B. pubescens, aunque también pueden aparecer numerosos híbridos. Las hojas son simples, aovadas, deltadas y acuminadas. El abedul es monoico y las flores masculinas se disponen en amentos colgantes de color verde amarillento, de 3 a 6 cm. de longitud; los amentos femeninos son erectos, de color verde y de hasta 3 cm. de longitud.

Habitat

El abedul es un árbol muy frecuente, y podemos hallarlo en muchos lugares del reino, si bien los ejemplares mayores suelen encontrarse en las zonas más profundas e inaccesibles de los bosques.

Es un árbol que aguanta bien el frío, y a veces se encuentran grandes abedules muy al norte, en Lomber, Hyan o Udukán.

En las grandes áreas boscosas del reino, Yagerth y Valdaes, suele hallarse sin problemas.

Mitología

El abedul para los yag simboliza el invierno y el mes de enero, es decir, el renacer del año. Su larga vida y su carácter de árbol pionero en colonizar y drenar las zonas húmedas y desnudas, preparando el camino a otros árboles, le hacen merecedor del respeto de los druidas.

Propiedades

Cuando el árbol es joven se pueden recolectar sus hojas, especialmente a finales de la primavera, coincidiendo con la floración. De las hojas tratadas adecuadamente puede extraerse una savia poco espesa con propiedades reconfortantes. Las hojas de los árboles adultos no sirven sin embargo pues son demasiado coriáceas.

En cambio, la corteza de los abedules adultos contiene extractos que los druidas utilizan para elaborar tintes y ungüentos que utilizan para reforzar su nexo con la Naturaleza. Haciendo incisiones en el tronco, los druidas extraen esta savia azucarada para rituales y celebraciones.

La madera de abedul, al ser blanda, no es apta para elaborar arcos de gran calidad. Sin embargo, es más fácil de trabajar que otras maderas, por lo que es la preferida por los aprendices de arquería que se inician en el oficio.

Además, la madera de abedules ancianos permite crear arcos reforzados de gran tensión, que compensan en parte la poca dureza de la madera.