Tradiciones druídicas

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Las tradiciones druídicas son los caminos que los druidas emprenden en su viaje en busca de la comunión con la naturaleza y sus espíritus. Una tradición es la forma de entender, vivir y trascender del druida con el ciclo natural, aunque todas las tradiciones, o su mayoría, compartan unos principios básicos como es el respeto a la naturaleza, velar por el equilibrio y proteger los lugares sagrados de los espíritus. Aunque existen varias tradiciones druídicas en Mundo, cuatro de ellas son las más extendidas y representadas.

Tradiciones mayores

Ernamaren, el Padre de los Árboles.

Los Árboles del Viejo Mundo

Los druidas de la tradición de los Árboles del Viejo Mundo, sigue la tradición de los discípulos del espíritu Ernamaren, el Padre de los Árboles, cuya esencia se encuentra fragmentada en las semillas que se esparcieron en todo el mundo y dieron lugar a los bosques. Estos druidas se encuentran muy vinculados a la tierra y a los grandes árboles que protegen. Son poco viajeros, suelen vivir sus vidas alrededor del lugar sagrado que han jurado proteger.

Cada círculo druídico volcado en esta tradición se forma alrededor de un gran árbol y su espíritu, vástago de Ernamaren. Aunque han pasado miles de años, uno podría ser capaz de seguir la genealogía de estos árboles hasta alcanzar al propio Padre de los Árboles en la Gran Isla durante la Primera Edad. Nadie sabe con exactitud dónde reposa el propio cuerpo de Ernamaren, pero sus hijos llevan con ellos parte de su esencia.

Los druidas de esta tradición suelen ser pausados, reflexivos y tranquilos, dedicando mayor tiempo a la contemplación que a la acción, pero cuando es necesario reaccionar lo hacen con absoluta contundencia. Los animales más habituales de ver asociados a esta tradición son los grandes felinos, que suelen reposar a la sombra o en las ramas de los grandes árboles. Muchos de sus druidas son capaces de transformarse en poderosas panteras, tigres o leones.

Lágrimas de Fodaftar

Los druidas de las Lágrimas de Fodaftar pertenecen a una tradición que sigue los preceptos del espíritu Fodaftar, el Lago de los Espíritus, el cual nació al ser llenado por las lágrimas de Vryllia cuando Trako engendró a Ruballa, provocando que desde entonces todo ser vivo debiera morir. Estos druidas están muy vinculados a la protección del ciclo natural y buscan incansablemente la destrucción de los no muertos. Son druidas a menudo nómadas, viajeros que se funden con las manadas de animales.

En el corazón de cada círculo de esta tradición hay un estanque sagrado, en cuyo lecho se haya una de las lágrimas de Fodaftar. Esta lágrima, a menudo con forma de gema, despierta al espíritu del estanque y dota a sus aguas de propiedades milagrosas. La naturaleza viajera de los druidas de esta tradición provoca que haya pocos de estos estanques, y los druidas toman a menudo un vial con agua del estanque de su círculo y lo llevan consigo en sus viajes.

Los druidas de esta tradición son inquietos y viajeros, les agrada viajar para conocer nuevos lugares, pero también se asientan en regiones que patrullan convertidos en animales. Aunque afectados por su relación con Fodaftar, siempre parecen envueltos en una permanente nostalgia o tristeza cuando practican sus rituales. Acostumbrados a viajar en manadas, los lobos son los animales más asociados a esta tradición y muchos de sus druidas adquieren transformaciones más fuertes de estos animales.

Mathanglic, el Guardián de la Frontera.

Guardianes de los Secretos

Los druidas de esta tradición siguen las enseñanzas de Mathanglic, el Guardián de la Frontera, un poderoso espíritu que vigila la frontera entre el mundo onírico y los Páramos Desolados. Sus druidas entran en comunión con el mundo espiritual sonsacando y negociando por secretos, incluso tratando con almas de difuntos perdidos para llevarlos a su descanso o recurriendo a ellos para pedir consejo. Estos druidas se mueven poco de sus hogares, prefiriendo lugares tranquilos donde vivir.

A menudo conocidos como chamanes, los druidas de esta tradición moran en cuevas donde pueden sentirse en comunión con Mathanglic y su progenie en el mundo espiritual. Rara vez se reúnen en grandes grupos, y apenas existen círculos druídicos dedicados enteramente a esta tradición dada su inclinación por los secretos, aunque muchos acaban convirtiéndose en líderes espirituales de tribus remotas. Su contacto con los espíritus de los difuntos les convierte en figuras temidas para muchos, pero también en alivio para aquellos que buscan ahuyentar a los fantasmas.

Solitarios en su mayoría, es difícil relacionarse con estos druidas sin tener la sensación de que se encuentran en otro lugar. Los druidas más ancianos pasan la mayor parte de su tiempo viajando al mundo espiritual y pierden contacto con la realidad, pasando largos períodos como ermitaños en las cuevas que han elegido para meditar. Así como el gran espíritu al que veneran, los osos son los animales más vinculados a esta tradición.

Caminasueños

Los druidas de la tradición de los Caminasueños suelen tener una relación estrecha con las hadas, muchos han sido niños cambiados o entregados a las fatas. En algún momento, estos niños mostraron un don inusual y fueron devueltos bendecidos con el don del druida. Los druidas de esta tradición no veneran un espíritu concreto, sino que mantienen una relación estrecha con las criaturas féericas. Suelen velar por los lugares encantados y guardar los pasos de hada al mundo onírico.

Debido a su vinculación con las hadas, son los druidas que mejor comprenden el comportamiento casi ajeno de estas. Los caminasueños suelen mediar en conflictos entre las hadas y los mortales, evitando conflictos mayores, aunque acaban rigiéndose en muchas ocasiones por las extrañas leyes del mundo féerico. Los círculos y santuarios de esta tradición aparecen en muy distinta y variada forma, pues se rigen por la existencia de pasos francos al mundo de las hadas que protegen de los instrusos.

El comportamiento de estos druidas a menudo es tan errático e incomprensible como las hadas, pero su humanidad les permite comprender ambos puntos de vista. Los caminasueños acaban prefiriendo la compañía de las hadas, a menudo confundiéndose con una de ellas para el ojo inexperto, pero ningún caminasueños olvida cual es su lugar en el orden de las cosas. Los majestuosos alces son el animal asociado a esta tradición, pues cuenta la leyenda frecuentan los lugares donde las hadas acceden al mundo de los mortales.

Tradiciones menores

Existen numerosas tradiciones menores surgidas de las cuatro principales, pero también han surgido otras tradiciones corrompidas y secretas.