Isaac Torchfire

Isaac Torchfire, un mago bastante patético que no conseguía aprender tres conjuros seguidos, y que sobrecalentaba sus manos con una simple llamarada. Un día, estando en el río con su hijo Isaac tuvo la lucidez de ahogarlo, ya que estaba volviendose muy pobre y el hijo que había enjendrado tan solo le había traido problemas y gastos.

Tras el incidente, esa misma noche se le apareció, entre tinieblas y oscuridad una gran bestia, con la cabeza coronada en dos astas, ojos rojos y una piel rugosa y dura, su voz, imponente y profunda fué clara "Yo soy Drenner", el demonio le ofreció, tras ver su sacrificio, el poder de la Ira, un poder ilimitado que le dejaría mostrar sus pasiones por donde quiera que fuese.

Tuvo contacto con la orden de los Grimorios Negros, conociendo a uno de sus Maestros Yavee, el cual lo repudió por tener una marca de Demonio.

Y así fué, comenzó a obrar sacrificios en honor al Drenner, a su manera, destripando cuerpos, pintando las casas con las visceras de los asesinados, incluso llegó a quemar un granero con treinta niños huerfanos dentro. Fué en un caso menor, ahogando a los hijos de la sobrina de Wicca, el tabernero, cuando fué descubierto por un Sargento y un Soldado aldoriano, los cuales, tras una ferrea lucha consiguieron atraparle.

Se le partieron las manos para evitar que conjurase y lo llevaron al juzgado, este falló una condena ejemplar, muerte en el Cadalso, un ajusticiamiento público.

En este ajusticiamiento Isaac, conocido por todos como Norm el brujo, maldijo a los presentes con la gracia de Drenner, que sufririan por verle morir, y la agonía le llegaría. Tras eso el verdugo acciónó la palanca y el cuerpo de Isaac se precipitó para obrar la tensión de la soga y emitir un leve crujido, un pataleo y morir. Tras eso dos días más tarde su cuerpo fué quemado, emitiendo uns llamas verdes.