Leit

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Leit es dios de las aguas. Es una deidad unida férreamente a la neutralidad, no interviene, solo observa. Aborrece el intervencionismo divino, pero es adorado como deidad del mar. Nadie sabe del cierto si Leit realmente escucha tales plegarias o si es el mero azar quien lo hace.

Datos generales

  • Categoría: Dios mayor
  • Símbolos: Dos olas enfrentadas con una balanza entre ellas. Diadema de coral (Leitna). Concha marina (Contio).
  • Otros nombres: Señor de las Aguas, Heraldo de Marish
  • Alineamiento: neutral auténtico
  • Dominios: agua, magia, viaje, suerte, protección, frío, sueño.

Mitos y leyendas

Se dice de Leit que es el primogénito de los dioses y el que más cerca está de su padre, Marish. Obedeciendo las leyes del mismo, deja que las razas mortales busquen su propio destino en lugar de imponérselo. De todas las deidades es a la vez la más cercana y la más alejada del mundo, pues aunque está siempre vigilante, pocas veces interfiere en los acontecimientos. Pese a la existencia de múltiples representaciones de esta deidad, Leit jamás ha descendido al plano mortal.

Cuentan las antiguas historias, que de todos los dioses, solamente Leit conoce cómo habría sido Mundo si Trako no hubiera caído en la oscuridad. Tanto lloró el joven Leit por este sueño perdido que de sus lágrimas nacieron los mares, y aun hoy las lágrimas de Leit caen del cielo para recordar a Mundo que la batalla entre el bien y el mal no ha llegado a su fin.

Las pocas veces que Leit ha mandado un mensaje a los mortales, lo ha hecho a través de sus fieles sirvientes o a través de sueños proféticos. Grandes nombres de la historia aldoriana como Hangal III o el clérigo Alexander Nu Leit, fueron algunos de los elegidos a los que el dios de las aguas bendijo con sus visiones.

Pescadores y marineros han contado desde el inicio de los tiempos historias sobre el Guardián Azul o sobre el pueblo de Leit, los leitnas, que se aparecen a los adoradores del dios de las aguas en momentos de necesidad.

Historia reciente

El culto a Leit mantiene un gran número de fieles en Nueva Angor por tratarse de una ciudad costera tradicionalmente vinculada al mar.

La Iglesia de Leit es la menos jerarquizada y organizada de las iglesias de Nueva Angor. Todos los clérigos de Leit tienen similares cargos y funciones y llegan a formar parte de la iglesia después de superar un ritual de iniciación para entrar en comunión con el Dios de las Aguas.

Pese a todo, hay un miembro del culto a Leit en el que revierten las funciones de representación de la iglesia, para facilitar así las relaciones de la misma con el resto de cultos y con los gobiernos de aquellos lugares en que se asienta alguno de sus templos. A semejanza de otras iglesias, su máximo representante hace uso en su nombre del distintivo “Nu Leit”, “el llamado por Leit”. No renuncia sin embargo al nombre de su familia ni ostenta título o cargo alguno.

Los clérigos de Leit pasan gran parte de su existencia dedicados a la vida contemplativa y pocas veces se mezclan en los asuntos que conciernen al poder temporal de los gobiernos, reyes o cualquier otra institución. Solo en contadas ocasiones son requeridos como mediadores de conflictos o consejeros imparciales. Prefieren una vida sin ataduras, su presencia en este mundo debe fluir como las aguas y al mismo tiempo deben tener la constancia de las olas, que desaparecen al llegar a la orilla pero no dejan nunca de golpearla.

Clero y rituales

La única jerarquía realmente importante dentro de esta iglesia está marcada por el antes y el después del ritual de iniciación de sus clérigos. Una vez se hace manifiesta la vocación clerical, se entra a formar parte del Acolitado de Leit.

Los acólitos de Leit son aquellos miembros de la iglesia que pese a haber manifestado el don de Leit aún no han sido iniciados y por lo tanto no son considerados clérigos del dios de las aguas. Como acólitos, ayudaran a los clérigos de Leit en todo aquello que puedan, aunque no tiene obligación alguna de obedecer. La voluntad para hacer algo debe surgir de uno mismo, obediencia y desobediencia son extremos que anulan sistemáticamente la voluntad de acción del individuo.

Una vez el acólito se considera capaz de cumplir con los dogmas de su fe y decide convertirse en clérigo de Leit, debe cumplir con un tiempo de retiro durante el cual su dios le proveerá de todo lo que necesite. Se trata de un momento decisivo en la vida de todo aspirante a clérigo de Leit, el ritual iniciático se conoce como “El rito de la Marea”. Para llevarlo a cabo, un barco portará al clerigo y su pequeña chalupa mar adentro, donde, tras unos sencillos rituales, el barco se alejara, dejando al futuro clérigo a su suerte en el mar. Consiste en un periodo de retiro en el que el acólito deberá dejar atrás todas las comodidades de la vida mundana contando solo con su caña de pescar, algunos víveres y agua para su travesía. Una vez en alta mar, solo podrá subsistir con aquello que las aguas le reporten y deberá dejarse guiar por la voluntad de las olas. Cuando las aguas devuelvan al acólito a tierra se considerará iniciado y clérigo de pleno derecho de la iglesia de Leit.

El tiempo pasado en el mar sirve para reforzar el vinculo entre Leit y el clérigo y también para que el futuro clérigo comprenda el valor de la contemplanción y el adaptarse al camino del señor del agua.

En lo que se refiere a la elección del máximo representante de la iglesia de Leit, no existen ritos prefijados. Es la voluntad del Señor de las Aguas quien elige entre todos ellos, de manera que tampoco tiene una duración determinada. Aquel que se alza como máximo representante puede ser cualquiera de los clérigos de la iglesia y su elección se basa en las señales que Leit les muestra. Estas señales suelen ser acontecimientos que la comunidad considere manifestaciones claras de la voluntad de su dios.

Las crónicas recogen casos como el de Adeisa Nu Leit, clériga que ostentó la máxima representación de la iglesia tras aparecer en las costas de Nueva Angor con vida, varios meses después de un terrible naufragio del cual fue la única superviviente. Adeisa Nu Leit se mantuvo en el cargo durante 11 años y fue sustituida por Maegor Nu Leit. Según los escritos, Maegor fue un joven clérigo que guió a los pescadores angorianos hasta un banco de peces, que le había sido revelado en una visión mientras pronunciaba sus oraciones. Este banco era tan numeroso que pudo alimentar a la población de la ciudad durante 2 años en los que las sequías mermaban la ya de por sí escasa producción agrícola.

Cuando una de estas revelaciones de Leit tiene lugar, los clérigos aclaman a su nuevo “Llamado por Leit” desde la bajamar hasta la pleamar, momento en el que el nuevo elegido se sumerge en las aguas para salir de ellas como cabeza de la Iglesia de Leit.

Al “Llamado por Leit” se le reconoce por ser el portador del “Guardián del Equilibrio”, un sencillo bastón de madera de deriva en cuya empuñadura aparece tallado el símbolo de Leit.

Egos

Sus Egos son: Titanos, señor violento del mar y portador de la ira de Leit y Yuhtai, la dama del agua que vela por la lluvia en Mundo.

Otros datos

  • Morada: Desconocida.
  • Colores: Azul marino y gris.
  • Áreas de influencia: Las aguas y las bestias marinas, la navegación, el equilibrio, la contemplación.
  • Adoradores: Leitnas, marinos, pescadores, ermitaños.
  • Arma favorecida: Voz de las Olas (Tridente).
  • Clase preferida: Ninguna.
  • Vestimentas predilectas: La sencillez. Colores neutros o azulados.

Nombres en otras lenguas

  • Eyneo y lénico: Leitinos (Amo de las Mareas)
  • Leitna: Sulein (Padre)
  • Yag: Elit (La Balanza)
  • Contio: Hilhilai (Guardián de las Islas)
  • Norteño: Khiff Lean (Hielo Perpetuo)
  • Merón: Litum (El Dios Silencioso)