Orden del Sol Alado

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La Orden del Sol Alado surge como un brazo armado de la Iglesia de Sirgga. Se dedica a proteger los valores del progreso, la justicia y la armonía en un mundo en constante cambio. Compuesta por devotos y clérigos que han abrazado la visión del Hacedor, esta orden se erige como un escudo de esperanza en los momentos más oscuros.

Historia

Tras la devastación de la Gran Guerra y en medio del dominio uduki, la Orden del Sol Alado nació como un faro de esperanza para los mortales. Brindaban protección, auxilio y refugio en un mundo desolado y abandonado por la magia, ayudando a los hijos de Sirgga repartidos por las tierras en conflicto a llegar hasta lugares seguros y a organizarse en las tierras reconquistadas.

A medida que la oscuridad comenzó a retroceder y los elfos Yag recuperaron territorios para la civilización, la Orden se transformó en una fuerza defensora de los intereses de las razas humanas, enfocada en la supervivencia y la protección de su identidad en un mundo cambiante. Se convirtieron en diplomáticos y guardianes, trabajando por la coexistencia y la cooperación, fundamentales en unas tierras devastadas por la guerra y la decadencia.

Desde su origen es una organización puramente aldoriana, sin presencia oficial en otras tierras, aunque se les puede encontrar en otros lugares acompañando las misiones civilizadoras de los clérigos de Sirgga.

Fundación

Las noticias sobre su fundación están entre las fuentes históricas y la leyenda, se dice que tras la Gran Guerra hubo tres clérigos que, por designio divino, coincidieron en un mismo lugar, cada uno representando uno de los tres pilares fundamentales de la Orden del Sol Alado.

Estos tres fieles de Sirgga se unieron por la causa común de guiar y proteger a los mortales en una época marcada por la adversidad.

  • Eliana la Sanadora: Conocida por sus habilidades para la curación y su compasión sin límites, Eliana fue una figura reverenciada en los campos de batalla en una época en la que parecía que los dioses habían abandonado Mundo. Sus habilidades para curar las heridas físicas y su deseo de aliviar el sufrimiento la llevaron a trabajar y estudiar incansablemente. Eliana creía en la idea de que el auxilio y la protección eran herramientas poderosas para construir un futuro mejor.
  • Aldric el Pacificador: Aldric, un erudito y diplomático, comprendía la importancia de la reconciliación y la cooperación en un mundo dividido por el conflicto. Su habilidad para mediar entre facciones enemigas lo convirtió en una figura respetada tanto por sus aliados como por aquellos que alguna vez fueron enemigos. Aldric defendía que la paz y la armonía eran la base sobre la cual se construía una sociedad duradera.
  • Caelum el Visionario: Caelum destacaba por su visión trascendental y su conexión profunda con las enseñanzas de Sirgga. Veía más allá de los horrores del pasado y concebía un futuro en el que todas las razas y creencias coexistieran en equilibrio. Caelum creía que, al igual que los rayos del sol traspasan las nubes más oscuras, el conocimiento y la razón podían disipar incluso las sombras más densas.

Estos tres clérigos fundadores, cada uno desde su propia perspectiva, unieron sus fuerzas para crear la Orden del Sol Alado. Conscientes de la nueva realidad que se abría ante ellos tras la desaparición de la magia, reclutaron a hombres y mujeres de armas que compartieran su visión: proteger, sanar y guiar a los mortales en su camino.

Objetivo y misión

Inicialmente, la misión de la Orden fue ayudar a los supervivientes de la Gran Guerra y los conflictos posteriores a encontrar caminos seguros hacia los núcleos civilizados. Protegieron las rutas de viaje y brindaron refugio a aquellos que lo necesitaban.

Tras esta etapa inicial, se buscaba además garantizar la seguridad y la paz en todos aquellos asentamientos que fueron surgiendo. Con el paso del tiempo, y con una iglesia que cada vez iba adquiriendo más peso en las Tierras Aldorianas, su objetivo pasó a ser el de ofrecer protección a los seguidores de Sirgga en su misión civilizadora, tanto defendiendo sus lugares de culto como acompañando a los clérigos del dios en los caminos.

No obstante, también extienden su mano a todos los que buscan refugio en tiempos de necesidad, sin importar sus creencias. Sus acciones se expanden más allá de las fronteras religiosas. Brindan protección y asistencia en situaciones de desastre, demostrando que la unidad es más fuerte que cualquier adversidad.

Organización y jerarquía

La Orden del Sol Alado responde directamente ante los luminares de la Iglesia de Sirgga, aunque tiene su propia estructura de carácter táctico y militar compuesta por clérigos, campeones del dios, guerreros y rastreadores que toman los votos de la Orden.

  • Caballero Capitán del Sol Alado: Es el líder indiscutible de la Orden, encargado de dirigir y coordinar todas las actividades desde su sede en el Templo de Sirgga de Erión.
  • Caballeros Vigías del Sol Alado: Son los responsables de supervisar y liderar operaciones en las diferentes áreas geográficas. Son los ojos de la Orden y de la iglesia de Sirgga en los territorios menos civilizados. Son la avanzadilla en muchos territorios y los primeros en llegar en situaciones de conflicto o necesidad.
  • Caballeros Guardianes del Sol Alado: Miembros de campo encargados de la protección directa de los templos de Sirgga y de mantener la paz en las regiones. Son los que tienen una posición más estable, puesto que suelen estar asociados a algún templo y sus misiones solo comprenden las zonas cercanas sobre las que ese templo tiene influencia.
  • Caballeros Defensores del Sol Alado: Miembros entrenados para acompañar a los clérigos de Sirgga en sus misiones y actuar en situaciones de conflicto, asegurando que se resuelvan pacíficamente siempre que sea posible.

Junto a ellos siempre están los clérigos del Sol Alado, encargados en última instancia de resolver aquellas cuestiones que requieran de la intervención de la iglesia de Sirgga. Son clérigos sin un destino fijo en un templo o santuario, por lo que suelen vivir y trabajar de manera itinerante. La mayoría actúan dentro de las Tierras Aldorianas, zonas relativamente seguras, y solo unos pocos emprenden misiones más allá de las tierras civilizadas.