Slenoth

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Slenoth, la gran serpiente marina

Slenoth fue un monstruo mítico de la Primera Edad con la forma de una enorme serpiente marina de muchos metros de longitud. Su gigantesco cuerpo azul oscuro estaba recubierto de escamas duras, mientras que su gran cabeza disponía de afilados dientes de sierra y ojos de fuego. Slenoth sembraba el caos en los mares, destruyendo embarcaciones completas y devorando a sus tripulaciones. Los marinos lo temían por encima de cualquier otro mal, y evitaban a toda costa las zonas en las que era divisado.

Primera Edad

Su origen es incierto. Muchos creen que se trató de un demonio de Leit que, embaucado por Trako, entró en cólera contra los mortales llevando la destrucción al mar. Sí se asocia a Slenoth como padre de las serpientes marinas de Zur, más pequeñas que él, que en ocasiones atacan navíos y embarcaciones que se atreven a navegar por los mares más septentrionales del mundo.

Cuando la Gran Isla se hundió formando los actuales continentes, Leit encerró al gran monstruo en una enorme caverna marina condenándole a un profundo sueño. El dios de las aguas selló esa cueva y escondió su llave en una enorme perla mágica, de forma que la criatura no fuera nunca más despertada.

Muerte

La gran serpiente marina fue despertada a finales de la Tercera Edad por los seguidores de Trako. Tras miles de años dormida provocó la destrucción en las costas del reino de Aldor durante la Gran Guerra. Slenoth atacó la ciudad de Ymber y provocó su destrucción bajo olas de decenas de metros, pero el monstruo fue abatido por el legendario capitán del Puño de Hierro Steria el Rojo, que incrustó su espada pentagémica en el ojo de la bestia dándole muerte definitiva.