Yag-Soldor

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La gran torre-biblioteca de Yag-Soldor se encuentra en la ciudad de Yagnah, dentro del bosque de Yagerth. Se trata de una edificación milenaria consagrada por la propia diosa Sarra como núcleo de poder y magia, allí se encuentra uno de los más poderosos lugares mágicos de Mundo.

Es el centro de la sociedad Yag, la administración y las instituciones más importantes se encuentran allí.

Administración e instituciones

Los yag son gobernados por un príncipe y su consejo con sede en lo más alto de la torre de Yag-Soldor. El Ilïn, o Príncipe, seria el equivalente al rey humano dictando leyes y gobernando Yagerth, este es ayudado en su tarea por un órgano conocido como el Consejo de las Hojas, el cual tiene la potestad de vetar las leyes si fuera necesario.

La justicia entre los yag se rige en un principio primordial básico: la vida. En Yagerth no existe la pena de muerte y, en todo caso, ni siquiera suelen aplicar ninguna pena, pues entre los yag apenas existe delincuencia real, normalmente solo la traída por los extranjeros. La casi falta de crimen entre los elfos no exime de duras penas prisión a perpetuidad según que crímenes se hayan cometido.

Su sistema gubernamental es muy sencillo y eficaz, no existe la burocracia apenas, y por regla general la mayor parte de leyes propuestas por el Príncipe son llevadas a cabo después de sus justas deliberaciones y ajustes. Gracias a la naturaleza benigna de los yag, el Consejo de las Hojas y el Príncipe, apenas deben tratar temas de urgencia o amenaza contra su territorio. Estos se reúnen cada cincuenta años para deliberar y sancionar nuevas leyes o realizar censos entre la población, que normalmente deben pasar un par de siglos para que algo cambie significativamente. Dada la longevidad de los elfos, el sistema de gobierno peca, quizá, de ser muy tradicionalista y conservador en contraposición a otros órganos de gobierno de seres de vida breve como la de los humanos.

Dentro de las instituciones de Yagerth encontramos dos de las más importantes e influyentes. La orden de los Caballeros Ygnahîr (Soldados de la Luz) y los Sabios de Yag-Soldor, siendo cada una la máxima expresión de la sociedad yag, la primera en lo militar y la segunda en lo erudito.

Los Príncipes yag

Los Príncipes yag son llamados Ilïn y son los “reyes” de Yagerth. Entre sus competencias se encuentra ser el Líder de los Ygnahîr y el presidente honorífico del consejo de Sabios de Yag-Soldor. Además de ello, el Príncipe actúa como cualquier Primado en su propia Casa y tiene derechos reales a la hora de adjudicar premios y castigos durante los juicios extraordinarios o en la mediación de aquellos que deseen que haga de juez en una trifulca.

Carece del gobierno absoluto y debe apoyarse en el Consejo de las Hojas, reuniéndose con él cada cincuenta años en la cámara superior de la torre-biblioteca de Yag-Soldor. Como máximo regente del pueblo yag, el Ilïn debe mantener la paz y el orden de su tierra y, en caso de guerra, ir al combate a luchar. De igual modo es su obligación, en el caso de haber pactado una alianza con otro pueblo, acudir personalmente a ofrecer apoyo a sus aliados antes de iniciar hostilidades contra un enemigo común. La vida de los Príncipes es un cúmulo de etiquetas, protocolos, educación y continua expansión cultural que lo lleva a convertirse en uno de los seres mortales más preparados de Mundo cuando llega a las etapas finales de su mandato. La longevidad del mandato de un Ilïn es de por vida, pero su elección debe hacerse si el candidato tiene más de 500 años de edad, siendo, también, elegido por el Consejo de las Hojas.

El Consejo de las Hojas

Nacido mucho antes de la aparición del primer Príncipe, el Consejo de las Hojas ha sido el órgano máximo en la historia de los elfos naciendo este en los tiempos antiguos. Básicamente el Consejo de las Hojas es una asamblea de quince miembros: los siete de las siete Casas Mayores, que son permanentes, y los ocho miembros de Casas Menores, que son rotativos.

Esta diferencia de un representante entre las Casas es para que no se permitan abusos de las Casas Mayores a las Menores siendo ese único voto de diferencia el necesario para cambiar la balanza, aunque en poquísimos casos se han dado estas situaciones. El consejo es presidido por el Príncipe yag, el cual actúa como mediador y legislador máximo. Él es quien propone aquellos asuntos sobre los que se debe votar, pero su voto no tiene más peso que el de las demás casas.

El consejo de reúne cada cincuenta años en lo alto de la torre-biblioteca de Yag-Soldor, en la Sala Superior donde, en su centro, se encuentra el Aïnnâ, la Llama Sagrada de Sarra, la cual protege místicamente al pueblo yag de toda desgracia. Sus discusiones suelen ser espectáculos de bellísima oratoria que no suele dejar indiferente a los que tienen la suerte de asistir, pues las sesiones del consejo están abiertas al público. La norma de los cincuenta años es la que impera, pero es común tener reuniones antes de esa fecha para afrontar situaciones adversas e imprevistas a tratar.

Se dice que cuando Leónas I, segundo rey de Eynea, subió al trono e instauró la Cámara Dorada eynea, este se basó en el sistema yag de organización política.

Los Caballeros Ygnahîr

Antigua y sumamente respetada a lo largo de Mundo, la Orden de los Ygnahîr o Soldados de la Luz es la orden de caballería más prestigiosa y antigua de la historia del mundo. Los primeros escritos que hablan sobre ella la sitúan en los inicios de las Guerras de Luz y Oscuridad en los tiempos de la Gran Isla, por lo que es, sin excepción, la orden religiosa-militar más veterana de todas las que fueron surgiendo posteriormente.

Los escritos hablan de una yag, de nombre desconocido, conocida como La Iluminada que unió a los mejores combatientes élficos en los primeros tiempos de la guerra. Los convirtió a todos en sus discípulos y, al poco tiempo, en sus iguales cuyo único objetivo seria la defensa del credo de Eldor a la vez que el de su pueblo. Pronto se demostró que el naciente grupo de campeones era una maquinaria bélica sumamente efectiva contra las huestes oscuras derrotando de forma casi continua cada batalla que se les presentaba.

Deberían llegar los tiempos finales de la Gran Isla para saber que tras la huida de Aidow a las profundidades de la tierra, todos los caballeros de la futura orden fueron tras su búsqueda pero solo encontraron su muerte tras sucumbir a una terrible emboscada ideada por Trako y perpetrada por el demonio Bel´gaur El Emisario. Fue el mismo demonio quien, según las crónicas, derrotó a La Iluminada matándola sin piedad. Tras esa terrible catástrofe solo unos pocos yag sobrevivieron decidiendo, por el propio futuro de la orden creada por La Iluminada, mantener su identidad en secreto.

Llegados al nuevo mundo y establecidos los yag en el bosque que seria desde entonces su hogar, aquellos que sobrevivieron a ese fatídico día, así como sus aprendices y descendientes, ofrecieron al Príncipe yag Paleigöel Vië formar la que seria la orden de los Soldados de la Luz con el objetivo de erradicar todo mal que se alzase cerca de sus tierras a la vez que las protegerían como una vez lo hicieron en el pasado.

Desde su fundación, los Ygnahîr han sido hombres clave en las batallas en la que los yag han participado. Combatieron fieramente durante la Guerra de la Triple Alianza e incluso llegaron a poder matar al propio Bel´gaur para así completar su legendaria venganza, pero nunca lo pudieron conseguir pues el demonio huyó. Aunque no solo son guerreros, pues entre ellos también se encuentran sabios sacerdotes y eruditos, así como algunos de los más influyentes diplomáticos yag. En tiempos de paz los Soldados de la Luz son las escoltas de los personajes más importantes de su sociedad o enviados diplomáticos en ocasiones especiales. Su líder es el propio Príncipe yag siendo este máximo dirigente de la orden en casos de crisis, el Gran Maestre de la orden es un miembro común de ésta elegido por el Príncipe.

Los sabios de Yag-Soldor

Siguiendo una tradición milenaria, tan antigua como la fundación de la misma torre-biblioteca, los sabios de Yag-Soldor, también conocidos como los Guardianes de la Llama Eterna, han sido protectores, consejeros y maestros de decenas de generaciones elfas y centenares de humanas. Nadie sabe exactamente como nació esta institución, pero se cree que nació en el mismo momento en el que la misma Sarra descendió sobre nuestro mundo para consagrar Yag-Soldor como hogar del saber del pueblo elfo, y mundial, así como para encender el Aïnnâ, la Llama Sagrada que vela y protege el futuro de los yag. En ese instante los más ilustrados de los elfos de la luz se convirtieron en los guardianes del tesoro dado por la diosa de la vida que, con el tiempo, se volverían en los sabios que hoy regentan el saber en el mundo élfico de Yagerth además de ser el punto icónico de la sabiduría del resto de Mundo.

No existe una jerarquía definida entre ellos encontrando únicamente el Gran Sabio como el mediador y representante del resto de sabios que viven y cuidan la Gran Biblioteca, y el Lorunssei, el ayudante escribano, cargo de suma importancia, cuyo trabajo es hacer constar en acta todo lo decidido y hablado en las reuniones para que sea guardado y recordado para la eternidad. Este es elegido por el resto de sabios que forman parte de la institución de forma permanente. Tienen un carácter casi exclusivo para entrar a formar parte de ellos, pero de igual manera no todos los que trabajan y enseñan en Yag-Soldor son guardianes del Aïnnâ. En la torre-biblioteca tiene presencia gran cantidad de maestros y profesores de decenas de ramas de estudio mágico, artístico, militar... que no tienen nada que ver con los propios sabios.

Los sabios raramente se reúnen y cuando lo hacen se reúnen en la Sala Superior en círculo alrededor de la Llama Sagrada. Lo que uno puede confundir con el Consejo de las Hojas, pues este órgano legislativo también se reúne allí, no es más que la toma de simples decisiones que no afectan para nada el funcionamiento de la biblioteca y estas asambleas suelen tener como objetivos la adquisición de nuevos volúmenes para la biblioteca o el estudio detallado de un sucesos extraordinario. Fruto de este carácter tan reservado, los sabios de Yag-Soldor son aun más conservadores y defensores de las tradiciones, así como mucho más desconfiados con los extranjeros, que el resto de yag. Pero aun así, tener un maestro de esa categoría aseguro un futuro brillante a cualquier aprendiz que ponga interés en las lecciones que este le imparta.