Bosque de la Viuda
El bosque de la Viuda es un bosque montano que se extiende por la falda occidental de los montes Ithrenios, desde las orillas del lago Escarlata hasta donde las grandes montañas dan paso a las pendientes más suaves de las colinas del Adiós. Húmedo y de terreno abrupto, cubre las laderas con un espeso manto verde.
Los primeros registros conocidos de este lugar proceden de los elfos yag, que lo llamaron Ingerth, pequeño bosque, a comienzos de la Cuarta Edad. Durante generaciones, fue un territorio poco explorado, pero con la fundación de Picoferro comenzó a prestarse atención al lugar, descubriéndose su riqueza natural, pero también la presencia de una gran cantidad de arácnidos de gran tamaño.
Nadie sabe con certeza cómo llegaron las arañas gigantes al bosque, aunque hay quien asegura que ascienden desde el laberinto de profundas grutas que horadan los montes Ithrenios. Por supuesto, abundan las historias sobre este particular, porque si algo caracteriza a esta región son las leyendas de todo tipo.
Lo cierto es que las arañas no siempre estuvieron ahí, y que su presencia trasformó el bosque de forma irreversible. Las telarañas envolvieron los árboles, la caza comenzó a escasear y los leñadores buscaron lugares de tala más seguros. Además, se dice que, en lo más profundo del bosque, anida la reina araña; una criatura monstruosa de cuerpo abotargado que fue bautizada por los lugareños como la Viuda.
Con el tiempo, el nombre yag original cayó en el olvido y fue sustituido por el que hoy figura en los mapas: el bosque de la Viuda. Aunque muchos aseguran haber dado muerte a la terrible criatura, las arañas nunca desaparecen y, cuando una cae, otra ocupa su lugar.
A pesar de su siniestra reputación, el clima húmedo y las condiciones únicas del lugar permiten una interesante diversidad botánica, con especies de propiedades muy apreciadas por los alquimistas.