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Revisión actual del 00:41 11 jun 2020
Datos generales
Más allá de los desiertos del Halayad la sabana se vuelve cada vez más poblada, hasta convertirse en una verdadera selva llamada Búkar.
Allí viven hombres salvajes de tez oscura, los bukaris, agrupados en tribus, algunas de ellas caníbales.
Los comerciantes halaii se internan a veces en la jungla, para capturar esclavos y, principalmente, para dar caza a los bambukas, legendarias bestias cuyos cuernos poseen propiedades mágicas muy buscadas.
Capital: no hay.
Historia
Los orígenes de la sociedad bukari se remontan hasta la creación del continente oriental. Al sur del desierto de Halayad los dioses crearon una densa selva que protegió a las criaturas que vivían en ella de múltiples guerras y sucesos en las otras regiones del continente, la selva de Búkar. En ella habitan una serie de criaturas que durante siglos han convivido con su entorno. Junto con la creación de la selva los dioses dieron vida a una casta humanoide, los bukari.
Los primeros bukari convivían juntos en el centro de la selva, poco a poco la raza se fue extendiendo y acabaron expandiéndose por toda la selva. Con la expansión se formaron las cuatro grandes tribus y surgieron algunos conflictos internos. Bamkoro Shud’ka lideró una de las grandes tribus, la tribu Iudaka, que emigró al sur, y decidió establecer unas fronteras sagradas con las otras tribus. Los Wondaka y los Kyômb'dai se negaron, ya que las tierras del sur eran las más fértiles de la selva y según esta tribu, debían compartir lo que la naturaleza les daba. Ante la negación de dos tribus, la tribu Iudaka, que era la más guerrera de las tres decidió establecer una frontera y matar a todos los demás bukaris que la pasasen. Los Hiwdakas no intervinieron en el conflicto y se fueron al noreste de la selva. Los Wondaka hicieron pequeñas incursiones para detener a la tribu Iudaka, pero todas ellas fracasaron, y no tuvieron más remedio que aposentarse en la parte noroeste de la selva. Finalmente los Kyômb'dai, que era la tribu menos numeroso, marcharon al norte de la selva, que era la parte más seca.
Desde ese momento, las cuatro grandes tribus quedaron divididas en sus correspondientes territorios. El paso del tiempo se vio poco reflejado en la selva de Búkar.
Durante siglos los bukari fueron ignorados tanto por los dioses como por las otras razas, hasta que en el año 1700 a.A. los cali’nurak penetraron en la selva de Búkar. La conquista cali’nurak no fue del todo bélica, no consideraron a los bukaris como rivales, sino como simples criaturas inferiores de la selva. Aunque esclavizaron a bastantes bukaris, no desmontaron sus tribus, limitándose a entrar en la selva para coger esclavos y sobre todo para cazar bambukas. Los cali’nurak no tardaron en descubrir que los cuernos de estas bestias eran mágicos. Faltó poco para que los cali’nurak extinguiesen a los Bambukas. Cuando los cali’nurak abandonaron la selva ésta fue volviendo poco a poco a su normalidad.
En el año 769 d.a. los halaii decidieron explorar las selvas de Búkar con el fin de encontrar algo que pudiese ayudarles en la guerra contra Aldor, Veolia y Yagerth. Los halaii empezaron a esclavizar gran cantidad de bukaris, sobretodo de las tribus Kyômb'dai, Wondakas y Hiwdakas. La superioridad tecnológica de los halaii respecto a los bukari fue la causa de que los halaii cogiesen gran cantidad de esclavos y atravesasen sus tierras dirigiéndose al sur. Al encontrarse con las tribus Iudakas no lo tuvieron tan fácil. Éstas se defendieron con más astucia y lograron expulsar a los halaii, que por fin decidieron abandonar la selva por completo con sus numerosos esclavos para centrarse únicamente en la guerra contra Aldor, Veolia y Yagerth. Desde entonces frecuentemente hay incursiones halaii en las que cazan bukaris y bambukas. De estos últimos les extraían sus cuernos, los cuales rebosan de poderes mágicos.
Sociedad
Los bukari se dividen en cuatro sociedades bien distintas. Estas sociedades comparten poco más que el respeto por la naturaleza y su religión animista. Creen en una serie de fuerzas que tiene la tierra, las cuatro fuerzas (domak 'mbaïn): La fuerza animal (suka 'mbaïn), en la que se venera especialmente la figura del bambuka, la fuerza vegetal (neska 'mbaïn), la fuerza de la piedra (gorka 'mbaïn) y la fuerza del agua (datsa 'mbaïn). Esta creencia está vigente en los bukari desde sus orígenes. Creen que han de llevarse bién con estas fuerzas, pero cada tribu tiene diferentes rituales y formas de llevar a cabo esta creencia.
Los bukari viven en cabañas de madera, unas más grandes que otras, dependiendo de la tribu o del grupo. En cada grupo hay un jefe y un chamán. Los chamanes acostumbran a llevar colgando del cuello un trozo de cuerno de bambuka como símbolo de su poder. Estos principios se dan en todas las tribus, son la raíz de la cultura bukari, principios que se establecieron mucho antes de la división en las cuatro tribus.
Con la expansión bukari cada una de las cuatro tribus fue evolucionando en sus creencias, con lo que se formaron diversas culturas que giran entorno a los mismos principios.
Tribus
Los bukaris son hombres de tez muy negra que habitan en la selva de Búkar. Las demás razas los consideran simplemente salvajes. Aunque hay numerosos grupos, los bukaris se dividen en cuatro tribus principales: los Iudaka, los Wondaka, los Hiwdaka y una cuarta tribu formada por los que no viven en la selva de Búkar, los Kyômb'dai (hombres sin árbol). Cada tribu tiene diversos grupos, que pueden ser aliados u hostiles entre ellos dependiendo de la tribu. Cada grupo tiene un jefe y un chamán; practican una religión animista muy primitiva. Cazan animales de la selva mediante el uso de primitivas trampas o venenos, y algunas de las tribus practican el canibalismo.
La tribu Hiwdaka
Los Hiwdaka ocupan el noreste de la selva de Búkar, sus casas y poblados son pequeños, y hechos de materias primas básicas.
Los Hiwdaka son los bukaris que más conviven con la naturaleza. Son tan tradicionales que desde que se formó la tribu prácticamente no han cambiado nada. La vida de los Hiwdaka es bastante monótona, los hombres cazan todos los días, ya que para los Hiwdaka, cazar más de lo que te vas a comer ese día es una falta de respeto hacia "suka 'mbaïn". Las mujeres cuidan de los niños, recolectan frutas y preparan los ritos de la noche. Todas las noches, los Hiwdaka hacen un pequeño rito dando gracias a las cuatro fuerzas y les piden que el día siguiente sea bueno.
Los Hiwdaka tienen la tez negra y visten con ropa interior hecha con pieles de animales de la selva. A los 14 años un Hiwdaka alcanza la madurez, es entonces cuando empieza a cazar y a comportarse como un adulto. El día en que un Hiwdaka cumple 14 años se le hacen unos tatuajes de color verde oscuro, como símbolo de unión con la naturaleza.
Hay aproximadamente una decena de tribus Hiwdaka, cada una tiene un jefe de tribu y un chamán. El chamán es muy venerado por todos los constituyentes de la tribu, si un chamán muere, los Hiwdakas tienen prohibido cazar hasta que se esoja otro chamán. Cada chamán tiene un aprendiz, que acaba siendo su sucesor. El jefe de la tribu se encarga del orden de ésta y representa a su tribu en el consejo Hiwdaka, un consejo que se reúne una vez al año para hacer un rito venerando a la naturaleza y para comentar los sucesos del año.
La tribu Wondaka
Los Wondaka ocupan el noroeste de la selva de Búkar. Sus tribus viven en poblados más grandes que los Hiwdaka, y sus casas están mejor construidas.
Los Wondaka también son grandes devotos de la naturaleza, pero no hacen tantos ritos como los Hiwdaka. Los hombres acostumbran a cazar cada dos días, ya que esta tribu si permite tener pequeños almacenes donde guardar las presas cazadas. Los días que no se caza los pasan todos en familia, los padres enseñan a sus hijos y por las noches hacen un rito en el que dan gracias a las cuatro fuerzas. Las mujeres recolectan fruta y cuidan de sus hijos todos los días.
Los Wondaka tienen la tez y el pelo oscuro, pero algo más claro que los Hiwdaka. A los 15 años un Wondaka es considerado adulto, y hacen el mismo rito que los Hiwdaka, con la diferencia de que los Wondaka hacen tatuajes de color amarillo.
Los chamanes son muy respetados, éstos hacen grandes remedios con todo tipo de plantas y veneran a las cuatro fuerzas en nombre de toda su tribu todos los días. Los jefes de cada tribu del mismo modo que los jefes Hiwdaka se reúnen una vez al año.
Los Hiwdaka han avanzado mucho en el mundo de la herboristería, recolectan todo tipo de plantas y hacen poderosas pociones con ellas.
La tribu Iudaka
Los Iudaka ocupan el sur de la selva de Búkar. Las tribus viven en poblados protegidos por empalizadas.
La tribu Iudaka es la más avanzada técnicamente las tres tribus que ocupan la selva. Su concepto de respetar a las cuatro fuerzas es muy diferente al de las otros tribus. Los Iudaka creen que las cuatro fuerzas están en guerra, una guerra eterna y equilibrada porque cada fuerza intenta ganarse su sitio en el mundo, pero si una de estas fuerzas se debilita, desaparece y la naturaleza se altera. Los Iudaka además, creen que su pueblo es la quinta fuerza, y que han de luchar si hace falta para subsistir. Por ello son la tribu más guerrera de todas.
Los hombres van de caza en grupos cuando se les acaba el alimento. Mediante trampas bastante sofisticadas y buenos arcos y lanzas, los Iudaka son capaces de cazar muchas presas en un solo día. Las mujeres recolectan frutas y trabajan en casa, haciendo la comida y otros servicios.
Los chamanes Iudaka no tienen tanta influencia como en el resto de tribus; se limitan a preparar pociones y a orar por el pueblo en los ritos nocturnos. El jefe de la tribu es el que se encarga de que la tribu esté en orden y armada. Ya que entre las tribus Iudaka ha habido numerosos conflictos.
Los Iudaka tienen una piel oscura pero a la vez muy rojiza, se dice que se debe a extrañas frutas del sur de la selva. Cuando un Iudaka alcanza los 15 años es considerado mayor de edad. Ese día se le hacen numerosos tatuajes de color blanco, y el chamán reza para que sea fuerte y pueda desafiar y a la vez respetar a las cuatro fuerzas. Los Iudaka practican el canibalismo, creen que si se comen un miembro de otra tribu o grupo enemigo se harán más fuertes en un futuro próximo. También cazan más de lo que pueden comer, para demostrar a la cuarta fuerza su valía.
La tribu Kyômb'dai
Los Kyômb'dai son la tribu más pequeña de las cuatro. Se encuentran en la punta norte de la selva de Búkar.
Debido a su proximidad con Halayad, los Kyômb'dai son la tribu que más ataques ha recibido, numerosas veces esta tribu ha estado apunto de extinguirse.
Los chamanes también tienen mucha importancia, una de sus funciones es predecir cuando atacará el enemigo. Sin embargo cuando éste fallaba en su predicción la tribu lo ejecutaba, lo consideraban un falso chamán que incomprendía las cuatro fuerzas. Un Kyômb'dai es considerado adulto a los 14 años, desde entonces es considerado guerrero Kyômb'dai y empieza a cazar. Los Kyômb'dai se hacen tatuajes de color rojo, creyendo que el color del fuego asustaría a los invasores del norte, los Halaii.
Muchos Kyômb'dai fueron capturados por los Halaii y vendidos como esclavos, algunos de ellos, liberados o sencillamente escapados se han reunido y han formado tribus fuera de la selva de Búkar.
Vocabulario
- Agua: Datsa
- Animal: Suka
- Árbol: Burka
- Caza/cazar: Tolcak
- Chamán: Kaburka
- Fuerza divina: 'Mbaïn
- Guerra: Ugak
- Hola/adiós: Naica
- Jefe: Chaka
- Muerte: Boaka
- No: Eka
- Piedra: Gorka
- Sí: Aka