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En sus laderas habitaban enormes criaturas voladoras, con alas membranosas y picos llenos de dientes para desgarrar cadáveres, los [[Daalm|daalm]]. Se dice que en el pasado eran criadas para ser las monturas de los temibles [[Numa|numa]]. Poco se sabe de estos oscuros seres | En sus laderas habitaban enormes criaturas voladoras, con alas membranosas y picos llenos de dientes para desgarrar cadáveres, los [[Daalm|daalm]]. Se dice que en el pasado eran criadas para ser las monturas de los temibles [[Numa|numa]]. Poco se sabe de estos oscuros seres; se dice que son nigromantes y, los pocos que los han visto de cerca, afirman que parecen medianos que llevaran muertos varios días. | ||
Lo que si es seguro es que cuando sus gritos resuenan en el viento nocturno, los enanos de [[Kessara]] que habitan en las aldeas costeras cierran puertas y ventanas, y buscan refugio en lo más profundo de sus cuevas. | Lo que si es seguro es que cuando sus gritos resuenan en el viento nocturno, los enanos de [[Kessara]] que habitan en las aldeas costeras cierran puertas y ventanas, y buscan refugio en lo más profundo de sus cuevas. | ||
Revisión del 11:43 10 ago 2020
Los negros acantilados de Númedon están formados por afilados riscos y escarpadas paredes que se asoman al Mar Exterior, como si el propio dios Trako hubiera mordido la tierra con una dentellada feroz.
En sus laderas habitaban enormes criaturas voladoras, con alas membranosas y picos llenos de dientes para desgarrar cadáveres, los daalm. Se dice que en el pasado eran criadas para ser las monturas de los temibles numa. Poco se sabe de estos oscuros seres; se dice que son nigromantes y, los pocos que los han visto de cerca, afirman que parecen medianos que llevaran muertos varios días.
Lo que si es seguro es que cuando sus gritos resuenan en el viento nocturno, los enanos de Kessara que habitan en las aldeas costeras cierran puertas y ventanas, y buscan refugio en lo más profundo de sus cuevas.
Hacia el interior, los acantilados de Númedon dan paso a estériles llanuras que se van elevando hacia los Montes del Perdón, que separan estos áridos territorios de las fértiles regiones de Hyberia y Zur.
Únicamente al norte de Númedon, en un valle protegido de los rigores del clima, se dice que existe un gran bosque, llamado Dumraaj o Bosque de las Sombras.
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