Invierno sin fin

El Invierno Sin Fin fue un duro período que abarcó la mayor parte del siglo IX de la Cuarta Edad en las tierras aldorianas. Fue una época en la que las temperaturas bajaron creando largos inviernos y veranos cortos e insuficientes, provocando malas cosechas y hambrunas.

Período terrible

Los primeros fríos llegaron sobre el año 830 CE, y los años siguientes el clima se fue enfriando causando largos períodos en los que el campo no podía trabajarse. Las malas cosechas empezaron a cebarse con la población de las tierras aldorianas, dejando centenares de muertos como no se había visto en doscientos años, desde el Gran Maremoto. La población de las tierras aldorianas se redujo enormemente, pueblos fueron abandonados y castillos desguarnecidos. Los muertos se acumulaban en fosas comunes, provocando pestes y epidemias apenas atajadas por curanderos y clérigos.

Los signos de recuperación empezaron a llegar a finales del año 892 CE, cuando las temperaturas empezaron a recuperarse y, hacia el año 901 CE, se consideró que el Invierno Sin Fin había terminado. Las secuelas que dejaba este largo invierno fueron una reducción demográfica enorme en las tierras aldorianas, algo que provocó un período de relativa paz entre los distintos señores feudales aldorianos.

Causa

No se sabe qué provocó esta oleada de frío, pero muchos señalan que este fenómeno nació en Hyan. Algunos aseguran que fue un castigo de Leit por las continuas rencillas entre los nobles aldorianos, otros que fue un perverso ritual llevado a cabo por los lomb, pero la verdad es que nunca se ha sabido, ya que todos los sabios coinciden en que lo que sucedió durante el Invierno Sin Fin no fue algo natural.