Dilvanor y Silvanor Lassion
Los hermanos Dilvanor y Silvanor Lassion son figuras legendarias en la historia de Aldor, espíritus inmortales que adoptaron la forma de ancianos humanos para ofrecer sabiduría y orientación a lo largo de las edades. Su influencia ha trascendido las eras, y sus nombres están siempre asociados con respeto y admiración en las leyendas que perduran en las crónicas de Aldor.
Según los textos antiguos, ambos son hijos de Thilver, un nombre primigenio atribuido al dios Sirgga, conocido por su asociación con la sabiduría y la benevolencia. Aunque el origen exacto de Thilver es incierto, se le reconoce como una manifestación temprana del dios guardián de la civilización, reflejando la misma esencia de apoyo y guía hacia las razas mortales.
Los relatos sobre la generosidad y orientación que los dos hermanos ofrecieron en tiempos difíciles, ya sea directamente o a través de sus pupilos, han inspirado a los aldorianos durante generaciones. Aunque no se tienen noticias de ellos desde antes de la Gran Guerra, sus enseñanzas siguen vivas en canciones y leyendas. No se sabe si sus formas físicas han cambiado con el tiempo, pero lo que es seguro es que su compromiso con la guía de los mortales permanece inalterado.
Silvanor Lassion
Silvanor, es el mayor de los dos hermanos. Según las fuentes, residía en algún lugar al norte del bosque Yagerth, entre el río Artios y los Montes Ithrenios, junto a un curso de agua hoy desaparecido de los mapas. Desde allí, vigilaba las posibles amenazas que se cernían sobre los pueblos aldorianos, como la bruja Puka, que habitó en el bosque durante la tercera edad.
Silvanor se dedicó a ofrecer consejo y guía a quienes buscaban su ayuda, manteniendo una conexión profunda con la naturaleza y los habitantes de la región.
Dilvanor Lassion
Por su parte, Dilvanor era conocido por su vida errante y la falta de una residencia fija. Su capacidad para aparecer en diferentes lugares donde se le necesitaba le permitió ofrecer orientación y apoyo a numerosos mortales. Muchos hombres y mujeres que se embarcaron en el camino del conocimiento y la sabiduría buscaron sus enseñanzas, pero solo unos pocos pudieron considerarse verdaderos pupilos suyos. Entre ellos destaca Altair el Sabio, consejero real y figura preeminente del reino durante la Tercera Edad.
Entre las contribuciones notables de Dilvanor se encuentra el portal mágico de Dilv, que nuestros aventureros y aventureras conocen bien, ya que facilita la preparación antes de su llegada a Aldor.