Corinois
TEXTO EN REVISIÓN
La portuaria ciudad de Corinois es la patria de los marinos eyneos y donde se ubican los astilleros reales. La vida en Corinois gira siempre en torno al mar por lo que posee un respetable y cuidado templo dedicado a Leit y otro a su hija Jaqoh, Dama del Viento.
Aunque Talía sea el núcleo naval de Eynea, todos los navíos procedentes del norte o del Golfo de Kessara atracan primero en el puerto de Corinois para inspección y para comerciar.
La vida en la ciudad no es tan ajetreada como en la capital, pero existe un continuo flujo de barcos por su puerto, por lo que es común ver miembros de otras razas y naciones por Corinois, así como marineros de la flota real.
Para construir los robustos barcos de guerra o los ligeros mercantes eyneos, los corinios se abastecen de madera con los árboles del cercano Bosque de los Bardos, cuya madera es de buena calidad.
Uno de los grandes logros de ingeniería que muestra con orgullo Corinois es su faro, el Aliento de Adnel.
Corinois fue fundada sobre el año 4633 d.E. en los momentos previos al período del segundo renacimiento.
La Casa noble de Mallenius gobierna la provincia de Corinois.
La ciudad eynea de Corinois recibió de lleno el impacto de numerosas olas gigantes destruyendo la ciudad. Sus ruinas permanecen semihundidas actualmente, solo su legendario faro, el Aliento de Adnel, se mantiene en pie. Ahora un montón de ruinas inundadas por el Gran Maremoto, los grandes astilleros reales estuvieron una vez aquí. Destaca el gran faro, el Aliento de Adnel, una de las maravillas de la arquitectura humana.