Zur
Zur es, en su mayoría, una yerma extensión helada al norte de Hyberia, surcada por montañas de hielo y enormes glaciares. Tan solo las tierras meridionales están libres de los hielos eternos, se cubren en la estación cálida de tundra, musgo, líquenes y matorrales.
El invierno hace presa de la tierra durante diez meses al año, y únicamente durante el corto verano resuenan los gritos de las aves que allí anidan: gansos, charranes y golondrinas de mar.
En cuanto vuelve el frío la tierra queda como dormida, y sus escasos habitantes (búhos, perdices, zorros árticos y pequeños roedores) esperan pacientemente con el alimento que hayan podido acumular.
Sólo uno escapa de este prolongado letargo, reinando en los valles durante todo el año: el gran oso de Zur.
Además se dice que en sus estepas viven hombres del hielo, al parecer lejanos parientes de los Lomb. En general la zona es evitada, pues en las costas hay serpientes marinas de poderoso veneno.