Diferencia entre revisiones de «Mundo onírico»

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El '''mundo onírico''', también llamado '''mundo de los sueños''' o '''mundo de las hadas''', es la realidad creada por los [[dioses]] [[Dloose]] y [[Pamis]] para que las [[mortales|razas mortales]] pudieran no olvidar sus recuerdos y conocimientos. Originalmente este mundo estaba formado por las ideas no formuladas por [[Marish]] y los [[Nombres Verdaderos]] no enunciados por este. A medida que los mortales soñaron, el mundo onírico fue cobrando forma, pero no necesariamente sentido, ya que se veía envuelto en las corrientes opuestas de la razón de Dloose y la emoción de Pamis, el orden y el caos. Ambos dioses encarnaban la consciencia de los seres pensantes, y entonces algunos [[espíritus inmortales]] también empezaron a soñar mezclando sus esencias con las del sueño creando, de este modo, a las [[hadas]].
El '''mundo onírico''', también llamado '''mundo de los sueños''' o '''mundo de las hadas''', encarnan el saber absoluto del cosmos, es la esencia de [[Marish]] de la que todas las cosas forman parte. El sueño es guardado por [[Pamis]], quien lo protege y lo gestiona, aunque rara vez interviene directamente en los sueños de los mortales. Este reino es también el hogar de las [[hadas]], que son los sueños personificados de los espíritus de la naturaleza del mundo que cobraron consciencia en los primeros tiempos.
 
===Mundo de los sueños===
 
Los sueños cobran formas familiares para los que sueñan y se nutren de los conocimientos y recuerdos del soñador, pues los mortales no tienen la capacidad de crear nada nuevo, ese poder pertenece solo a los dioses. Pero los sueños son presa de la personalidad inconstante y caótica de Pamis, por lo que en ocasiones su claridad se ve distorsionada por las emociones como el miedo o la pasión. Esta mezcla provoca que, a veces, los sueños sean extraños o incomprensibles para el soñador.


Aunque los mortales no son capaces de crear nada nuevo, otras entidades, como los dioses, espíritus poderosos o mediante poderosos conjuros, pueden influir en sus sueños. Cuando un sueño es interferido por un tercero, el soñador suele ser consciente de que algo ''no encaja'' y puede llegar a ser consciente de que sueña y recordarlo al despertar, aunque no siempre es así.
Aunque los mortales no son capaces de crear nada nuevo, otras entidades, como los dioses, espíritus poderosos o mediante poderosos conjuros, pueden influir en sus sueños. Cuando un sueño es interferido por un tercero, el soñador suele ser consciente de que algo ''no encaja'' y puede llegar a ser consciente de que sueña y recordarlo al despertar, aunque no siempre es así.


===Mundo de las hadas===
==Mundo de las hadas==


Los mortales solo acceden levemente a los sueños sin llegar a ser conscientes de la realidad que les rodea en el mundo onírico. Cuando los grandes espíritus de la naturaleza soñaron dando forma a las hadas, se empezó a crear un vasto reino, aparentemente infinito, como si fuera un reflejo del mundo real. Este mundo de ensueño es el hogar de las hadas, y aunque posee una geografía en constante cambio, acorde a las corrientes del sueño que fluyen de los mortales, es un lugar al que se puede viajar físicamente.
Los mortales solo acceden levemente a los sueños sin llegar a ser conscientes de la realidad que les rodea en el mundo onírico. Cuando los grandes espíritus de la naturaleza soñaron dando forma a las hadas, se empezó a crear un vasto reino, aparentemente infinito, como si fuera un reflejo del mundo real. Este mundo de ensueño es el hogar de las hadas y se encuentra dividido entre los reinos de la luz, la oscuridad y el bosque infinito de megalomasos.


Llegar físicamente al mundo de los sueños entraña un riesgo enorme para los mortales. Las leyes físicas que rigen el mundo real no se aplican, al menos no completamente, en los sueños. Ni siquiera el tiempo es continuo y no son pocas las historias de mortales que entraron en el mundo féerico y descubrir que esas escasas semanas de ausencia se habían convertido en siglos. Las hadas, en cambio, son parte integral de los sueños y son capaces de manipular estos a su antojo en mayor o menor medida. Mientras que un mortal puede desorientarse fácilmente en los sueños, una hada sabrá siempre donde ir.
Llegar físicamente al mundo de los sueños entraña un riesgo enorme para los mortales. Las leyes físicas que rigen el mundo real no se aplican, al menos no completamente, en los sueños. Ni siquiera el tiempo es continuo y no son pocas las historias de mortales que entraron en el mundo féerico y descubrir que esas escasas semanas de ausencia se habían convertido en siglos.

Revisión del 14:07 17 jun 2020

El mundo onírico, también llamado mundo de los sueños o mundo de las hadas, encarnan el saber absoluto del cosmos, es la esencia de Marish de la que todas las cosas forman parte. El sueño es guardado por Pamis, quien lo protege y lo gestiona, aunque rara vez interviene directamente en los sueños de los mortales. Este reino es también el hogar de las hadas, que son los sueños personificados de los espíritus de la naturaleza del mundo que cobraron consciencia en los primeros tiempos.

Aunque los mortales no son capaces de crear nada nuevo, otras entidades, como los dioses, espíritus poderosos o mediante poderosos conjuros, pueden influir en sus sueños. Cuando un sueño es interferido por un tercero, el soñador suele ser consciente de que algo no encaja y puede llegar a ser consciente de que sueña y recordarlo al despertar, aunque no siempre es así.

Mundo de las hadas

Los mortales solo acceden levemente a los sueños sin llegar a ser conscientes de la realidad que les rodea en el mundo onírico. Cuando los grandes espíritus de la naturaleza soñaron dando forma a las hadas, se empezó a crear un vasto reino, aparentemente infinito, como si fuera un reflejo del mundo real. Este mundo de ensueño es el hogar de las hadas y se encuentra dividido entre los reinos de la luz, la oscuridad y el bosque infinito de megalomasos.

Llegar físicamente al mundo de los sueños entraña un riesgo enorme para los mortales. Las leyes físicas que rigen el mundo real no se aplican, al menos no completamente, en los sueños. Ni siquiera el tiempo es continuo y no son pocas las historias de mortales que entraron en el mundo féerico y descubrir que esas escasas semanas de ausencia se habían convertido en siglos.