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'''Ruballa''', hija de [[Trako]], es la diosa de la muerte, señora de los [[Páramos Desolados]] y destino final de toda alma de [[Mundo]] si ningún dios la reclama. Su macabra labor jamás termina, pues su poder es lo que separa la vida de la muerte. La Dama Silenciosa nació del rencor de su padre al contemplar los primeros seres vivos alumbrados por [[Vryllia]], y durante mucho tiempo ese rencor fue la misma esencia de la diosa.  
'''Ruballa''', hija de [[Trako]], es la diosa de la muerte, señora de los [[Páramos Desolados]] y destino final de toda alma de [[Mundo]] si ningún dios la reclama. Su macabra labor jamás termina, pues su poder es lo que separa la vida de la muerte. La Dama Silenciosa nació del rencor de su padre al contemplar los primeros seres vivos alumbrados por [[Vryllia]], y durante mucho tiempo ese rencor fue la misma esencia de la diosa.  
Ruballa gobernaba extensiones vacías sin forma ni sentido, abandonada en un abismo sin luz ni calor, y cuya única compañía era su odio por el maravilloso mundo que se le había negado. Pero a medida que las primeras almas fueron uniéndose a ella, aquel vacío fue cobrando forma y, con ello, Ruballa empezó a aprender de los difuntos aquello que habían aprendido durante la vida. La diosa de la muerte fue abandonando el rencor por una ecuánime sabiduría e insaciable sed de conocimientos. A medida que las almas de los difuntos poblaban su reino, mayor era su conocimiento y más consciente era de su papel en el orden de las cosas.
 
Ruballa gobernaba extensiones vacías, sin forma ni sentido; un reino abandonado en un abismo sin luz ni calor, con la única compañía de su odio por el maravilloso mundo que se le había negado. Sin embargo, todo cambió a medida que las primeras almas fueron uniéndose a ella; aquel vacío comenzó a cobrar forma y, con ello, Ruballa empezó a aprender de los difuntos todo aquello que habían experimentado durante su vida. La diosa de la muerte dejó atrás el rencor para abrazar una ecuánime sabiduría e insaciable sed de conocimientos. Con cada alma que poblaba su reino, su sabiduría se expandía, y se volvía cada vez más consciente de su papel en el orden de las cosas.


===Dama Silenciosa===
===Dama Silenciosa===


Ruballa representa la muerte en todos sus aspectos y sobre todas las cosas: desde el más grande héroe hasta el más diminuto tallo en flor. Desde su reino anhela la llegada de nuevas almas, y es por eso que engendró la enfermedad y las plagas para acelerar este proceso. Pero a pesar de lo que muchos creen, Ruballa no gestó tal calamidad sobre la vida por maldad, sino para satisfacer una insaciable curiosidad que jamás llenará porque su esencia está hecha de la propia Nada. Ella observa en silencio como las almas llegan ante ella y le cuentan maravillas que ella jamás podrá ver y atesora sus secretos con ahínco, entonces altera su reino un poco más recreando una copia sombría y lóbrega del nuestro. Hay quien dice que cuando llegue el fin de los tiempos y todas las almas acaben en su reino, el mundo sombrío allí creado será el nuevo mundo que sustituirá el anterior.
Ruballa personifica la muerte en todas sus manifestaciones y en todas las cosas, desde los más grandes héroes hasta los más diminutos tallos en flor. Desde su reino, anhela la llegada de nuevas almas, y para acelerar este proceso, engendró enfermedades y plagas. Sin embargo, a pesar de lo que muchos puedan creer, estas calamidades no han sido causadas por maldad, sino impulsadas por una insaciable curiosidad que nunca podrá satisfacer, ya que su esencia está hecha de la propia Nada.
 
En silencio, observa cómo las almas se presentan ante ella, compartiendo maravillas que jamás podrá experimentar. Atesora los secretos relatados con ahínco, utilizándolos para alterar su reino y recrear una sombría y lóbrega réplica del nuestro. Algunos sostienen que cuando llegue el fin de los tiempos y todas las almas lleguen a su reino, el mundo sombrío creado por Ruballa sustituirá al anterior.


===Señora de lo Efímero===
===Señora de lo Efímero===


Otra de sus creaciones más temidas por los mortales son los muertos vivientes, que surgieron en los primeros tiempos después de que Ruballa fuera creada por Trako. La diosa de la muerte distingue entre los muertos vivientes con voluntad y los cadáveres reanimados mediante la magia negra. A los primeros suele despreciarlos puesto que son almas que no llegan a su reino y no engrosan su necesidad de conocimientos, pero los tolera en ocasiones, pues la propia Ruballa actúa a través de estas terribles criaturas para que actúen como sus agentes o sirvan a mortales fieles a ella. Ruballa siente indiferencia hacia los cadáveres animados atados a la voluntad de terceros o sometidos a impulsos depredadores, sus almas ya se encuentran junto a ella y la carne que se pudre pertenece al mundo físico. De hecho, a menudo suele enojarse con [[Lebrak]], pues los mortales la acusan a ella de crear esta clase de muertos vivientes cuando son mortales que manejan el [[Vis]] los que realmente alzan esta clase de monstruosidades.
Los no muertos, otra de sus creaciones más temidas por los mortales, surgieron en los primeros tiempos después de que Ruballa fuera creada por [[Trako]]. La diosa de la muerte hace una distinción entre los no muertos con voluntad propia y los cadáveres reanimados mediante magia negra. La relación de Ruballa con los primeros es complicada: por un lado, son sus criaturas, ya que el primero de estos [[Vinya Amaloen|seres]] fue creado por voluntad de la diosa; por otro lado, al ser almas que no llegan a su reino, representa conocimiento perdido. No obstante, los tolera y en ocasiones actúa a través de estas terribles criaturas.
 
En cuanto a los cadáveres reanimados, Ruballa siente indiferencia; sus almas ya están junto a ella, y la carne que se pudre pertenece al mundo físico. Es importante destacar que, aunque los mortales la acusan de crear esta clase de no muertos, en realidad, son los propios mortales quienes, mediante el uso de la [[Magia|magia]], alzan esta clase de monstruosidades.


===Reina de la Noche===
===Reina de la Noche===


Aunque con el paso de las eras Ruballa se ha distanciado de su padre, la oscuridad persiste en ella y en ocasiones actúa con perversidad para que su ansiedad por obtener almas sea satisfecha. En el albor de los mortales, muchos acudieron al siniestro y tranquilo abrazo de la diosa de la muerte antes que al autoritario e implacable gobierno del dios del fuego, pues Ruballa, a pesar de su malicia, es justa en su resolución. Se considera a si misma verdadera señora de la oscuridad, puesto que su padre, aun con toda su malicia, sus llamas generan luz y ella medra en esa oscuridad. Al conocer todos los secretos de las almas que acaban junto a ella, sus seguidores acuden a ella para descubrir verdades perdidas que solo revela por la noche con los rituales adecuados.
Aunque con el paso de las eras, Ruballa se ha distanciado de su padre, la oscuridad persiste en ella y en ocasiones actúa con perversidad para satisfacer su ansia por obtener almas. En el albor de los tiempos, muchos prefirieron el siniestro y tranquilo abrazo de la diosa de la muerte en lugar del autoritario e implacable gobierno del dios del fuego, ya que Ruballa, a pesar de su malicia, es justa en sus resoluciones. Se considera a misma la verdadera señora de la oscuridad, pues su padre, a pesar de toda su maldad, genera luz a través del fuego, mientras ella prospera entre tinieblas. Conocedora de todos los secretos que llegan a su reino, sus seguidores acuden a la diosa para descubrir verdades perdidas, que solo revela durante la noche con los rituales adecuados.


==Historia==
==Historia==


Ruballa luchó junto a su padre al principio de los tiempos, alzaba muertos vivientes para combatir en su favor, pero a medida que los muertos se agolpaban en su reino y su conocimiento iba en aumento se fue distanciando de las guerras de su padre contra Eldor. La diosa de la muerte mantendría siempre esa representación maliciosa, opuesta a la vida, pero sus motivaciones fueron variando con el paso de las eras. Aunque en ocasiones ha acudido a la llamada de Trako, no suele hacerlo a menudo y una vez encolerizó tanto a Trako que impuso que el fuego sería el elemento que más dañaría a las creaciones de Ruballa.
Ruballa comenzó luchando junto a su padre en los albores del tiempo, alzando cadáveres para combatir a su favor. Sin embargo, a medida que las almas se agolpaban en su reino y su conocimiento crecía, se fue distanciando de las guerras de su padre contra Eldor. A lo largo del tiempo, sus motivaciones cambiaron, pero siempre acudió a la llamada de Trako, y sus seguidores, si tuvieron que elegir bando, se situaron del lado del mal.
 
Con el paso de las edades de los mortales, Ruballa se ha vuelto sabia y poderosa. Pero fue en la hecatombe de la [[Gran Guerra]] cuando su poder alcanzó su punto máximo, al mismo tiempo que sufrió el golpe más devastador. Con el [[Magia#El Advenimiento de la Niebla|Advenimiento de la Niebla]], las pocas conexiones que tenía con el mundo mortal a través de sus creaciones se perdieron y para ella fue como quedarse absolutamente ciega. Aunque las almas de los mortales seguían llegando a su reino y contándole sus secretos, era incapaz de intervenir en el mundo de los vivos.


Con el paso de las edades de los mortales, Ruballa se ha hecho sabia y poderosa, pero no fue hasta la hecatombe de la [[Gran Guerra]] que el poder de la diosa de la muerte alcanzó su cenit, pero también sufrió el mayor de los golpes. Con el [[Magia#El Advenimiento de la Niebla|Advenimiento de la Niebla]] las pocas conexiones que Ruballa que tenía con el mundo se perdieron, y aunque para descanso de los vivos los muertos vivientes también desaparecieron, para ella fue como quedarse absolutamente ciega. Si bien las almas de los mortales seguían llegando a su reino contándole sus secretos, era incapaz de intervenir en el mundo de los vivos. Aunque la magia fue regresando después del paso de los siglos, muchos nuevos seguidores ha cosechado la diosa como guardiana de los secretos. Los mortales buscan respuestas ahora más que nunca y acuden a su figura para ello, Ruballa escucha a estos mortales satisfecha y responde haciendo que muchos pequeños cultos a la muerte y a la noche hayan proliferado desde entonces.
A medida que la magia fue regresando con el paso de los siglos, muchos nuevos seguidores ahora veneran a la diosa como guardiana de los secretos. Los mortales buscan respuestas más que nunca y acuden a su figura para ello. Ruballa escucha a estos mortales satisfecha y responde, lo que ha llevado a la proliferación de pequeños cultos a la muerte y la noche desde entonces. En la actualidad, sus fieles se alinean tanto a un lado como al otro en la eterna lucha del bien contra el mal, lo que hace que la gente en general siga desconfiando de ellos.


==Relaciones con otros dioses==
==Relaciones con otros dioses==
[[Archivo:Ruballa.jpg|left|200px|thumb|''Fresco de "La buena muerte"''. Casa de los Muertos de Nueva Angor.]]
Ruballa tiene buena relación con su hermano [[Amal]], cuyas guerras y conflictos suelen traer un caudal de almas a su reino. Sin embargo, con Trako, las relaciones son tensas, ya que su padre le exige obediencia y Ruballa se siente obligada, sabiendo que incluso los servidores del fuego acabarán en sus dominios. La mayoría de los dioses han aceptado a Ruballa como una fuerza inevitable con la que deben convivir, pero mantiene un continuo enfrentamiento con las diosas de la vida, [[Sarra]] y Vryllia, y el dios de la luz, [[Eldor]], debido a sus creaciones antinaturales y la propagación de la enfermedad.


Ruballa se lleva bien con su hermano [[Amal]] cuyas guerras y conflictos suelen traerle un buen caudal de almas a su reino. Con [[Trako]] las relaciones son tensas, su padre exige su obediencia, pero Ruballa hace tiempo que se siente obligada a su mandato ya que incluso los servidores del fuego acabarán en sus dominios. La mayoría de los dioses han aceptado a Ruballa como una fuerza inevitable con la que han de convivir, pero mantiene un continuo enfrentamiento con las diosas de la vida como, [[Sarra]] y [[Vryllia]], o el dios de la luz [[Eldor]] por sus creaciones antinaturales o la propagación de la enfermedad.
Por su insaciable necesidad de poseer secretos y su infinita sapiencia gracias a ellos, Ruballa busca el entendimiento con [[Dloose]] y podría considerarse que tienen una relación cordial cuando de ampliar conocimientos se trata. A pesar de lo que muchos creen, la diosa de la muerte aborrece a los nigromantes, pues su fin último es la inmortalidad, lo que implica que sus almas jamás llegarán a su reino.Por ello, no siente simpatía por [[Lebrak]], pues considera que los usuarios de la magia han robado sus secretos y han creado criaturas no vivas.  Además, siente las obras de arte que inspira Lebrak para que los mortales sean recordados, como una forma de robarle parte de las almas que reclama. Sin embargo, tiene un especial aprecio por [[Jaqoh]], ya que es la única diosa que acude a su reino trayéndole noticias del mundo de los vivos sin exigirle nada a cambio.
[[Archivo:Ruballa.jpg|left|thumb|''Fragmento del fresco de "La buena muerte"''. Casa de los Muertos de Nueva Angor.]]
Debido a su insaciable necesidad por poseer secretos, y su infinita sapiencia de estos, recibe a menudo a [[Dloose]] con quien mantiene una relación cordial. [[Lebrak]] no es del agrado de Ruballa, pues numerosos usuarios del [[vis]] han robado sus secretos sin su consentimiento y han creado criaturas no vivas y que las obras de arte que inspira para que los mortales sean recordados es una forma de robarle parte de las almas que reclama. A pesar de lo que muchos creen, Ruballa suele aborrecer a los nigromantes alzadores de muertos, pues su fin último es la inmortalidad y eso implica que sus almas jamás llegarán a su reino. Le tiene especial aprecio a [[Jaqoh]], pues es la única diosa que acude a su reino trayéndole noticias del mundo de los vivos sin exigirle nada a cambio.


Pero a pesar de estas relaciones, Ruballa siente un profundo resentimiento hacia el resto de dioses cuando reclaman las almas de sus más fieles devotos. La diosa de la muerte lo considera una ofensa, pues son secretos y conocimientos que jamás poseerá.
Más allá de estas relaciones, Ruballa siente un profundo resentimiento hacia el resto de los dioses cuando reclaman las almas de sus más fieles devotos. La diosa de la muerte considera esto una ofensa, ya que son secretos y conocimientos que jamás poseerá.


==Clero y rituales==
==Clero y rituales==


El culto a Ruballa a menudo es complejo, incomprendido y, muchas veces, visto con hostilidad. La muerte es algo temido por los mortales, muchos sienten verdadero terror al creer que sus almas o cuerpos sean profanados al morir. La realidad es que la diosa le resulta indiferente este punto, siempre y cuando las almas de los difuntos acudan ante ella para contar sus secretos. Sus siervos son tan dispares como el rostro dual de la diosa, pueden ser virtuosos sacerdotes que se preocupan por el buen tránsito de los muertos y los protegen de las depredaciones de la magia negra, como viles acólitos que alzan servidores de ultratumba para cumplir la presunta voluntad de la diosa por cosechar almas. Sea como sea, la diosa otorga sus bendiciones a tan opuestos puntos de vista, puesto que, según su incólume punto de vista, ambos caminos acabarán en el mismo lugar: frente a ella.
El culto a Ruballa a menudo es complejo y mal entendido, por lo que es visto con hostilidad. La muerte es algo temido y muchos sienten verdadero terror al creer que sus almas o cuerpos pueden ser profanados al morir. La realidad es que a la diosa le resulta indiferente este asunto, siempre y cuando las almas de los difuntos acudan ante ella. Sus siervos son tan variados como las caras de la diosa, desde la virtuosa sacerdotisa que protege a los muertos hasta acólitos viles que alzan servidores de ultratumba para cumplir la presunta voluntad de la diosa. Desde su perspectiva, ambos caminos llevan al mismo lugar: frente a ella, por lo que a unos y otros entrega sus bendiciones.


Las [[Casa de los Muertos|Casas de los Muertos]] se fueron haciendo comunes en las ciudades humanas durante la [[Cuarta Edad]], estos monasterios son hogar de las '''plañideras de Ruballa''', hermandades de mujeres con una gran pérdida personal, normalmente viudas, que lloran y suplican a la diosa para que proteja a los muertos de ser alzados. Estos centros de culto están verdaderamente protegidos y los muertos ahí enterrados no pueden ser alzados como muertos vivientes puede ser alzado dentro de sus recintos.
Las '''Casas de los Muertos''' se fueron haciendo comunes en las ciudades humanas durante la [[Cuarta Edad]], estos monasterios son hogar de las '''plañideras de Ruballa''', hermandades formadas por mujeres que han sufrido una gran pérdida personal, normalmente viudas, que lloran y suplican a la diosa para que proteja a los muertos de ser alzados. Estos centros de culto están verdaderamente protegidos y los muertos ahí enterrados no pueden ser alzados como muertos vivientes.


Su dominio sobre la noche también favorece el surgimiento de cultos de brujas y brujos que agasajan a la diosa buscando sus secretos. Durante el mes que lleva su nombre, las noches son más oscuras y permiten el contacto más sencillo de las almas de los que se marcharon que susurran secretos a los vivos. Durante estas noches los vivos dejan velas encendidas y cierran puertas y ventanas para ahuyentar a los espíritus que pueden amenazar con tener intenciones perversas. También es una época importante para estos brujos y brujas, cuyos aquelarres se suceden esperando poseer poderes por encima de los demás que solo mediante el conocimiento perdido que ofrece Ruballa pueden obtener.
Su dominio sobre la noche favorece el surgimiento de cultos de brujas y brujos que agasajan a la diosa en busca de conocimientos. Durante el mes que lleva su nombre, las noches son más oscuras y hacen más sencillo el contacto con las almas de los que se marcharon, pudiendo susurrar secretos a los vivos. Durante estas noches, los vivos dejan velas encendidas y cierran puertas y ventanas para ahuyentar a los espíritus. En esta época, los aquelarres se suceden en busca de poder a través del conocimiento perdido que Ruballa ofrece.


Aunque posee cultos terribles a su alrededor y acepta sacrificios de mortales, Ruballa no acepta el sacrificio de recién nacidos o niños demasiado jóvenes, pues su escasa vida no les ha permitido aprender lo suficiente como para poseer algo que la diosa de la muerte encuentre interesante. Para algunos esto es una muestra de que Ruballa no es tan ''perversa'', para otros es la demostración que la diosa posee un diabólico pragmatismo.
Aunque existen cultos terribles y acepta sacrificios de mortales, Ruballa no acepta el sacrificio de recién nacidos o niños demasiado jóvenes, ya que su corta vida no les permite poseer algo que la diosa encuentre interesante. Algunos ven esto como una muestra de que Ruballa no es tan ''perversa'', mientras que para otros demuestra su diabólico pragmatismo.


==Lugares sagrados==
==Lugares sagrados==


La muerte está en todas partes, pero hay lugares con especial vinculación a la diosa de la muerte. Allí donde ella gobierna se le conoce como los [[Páramos Desolados]], un dominio alejado el mundo mortal al que solo las almas pueden llegar y estás sujeto a la voluntad de Ruballa.
La muerte está presente en todas partes, pero el verdadero dominio de la diosa Ruballa se conoce como los [[Páramos Desolados]], un reino apartado del mundo mortal al que solo las almas pueden acceder quedando sujetas a la voluntad de la diosa.
*'''[[Númedon|Meseta de Numa]]''': Esta meseta se encuentra en la siniestra tierra de Númedon, fue escenario de la poderosa maldición del nigromante [[Shaek Mazaadam]] en la que convirtió a los habitantes de esta tierra en los terroríficos [[numa]].
 
*'''[[Kral|Pozo de los espectros]]''': Se le describe a este lugar en la isla Kral como un auténtico portal entre el mundo de los mortales y los Páramos Desolados, que quieres cruzan su umbral mueren inmediatamente y se convierten en moradores del reino de la diosa de la muerte.
También existen lugares específicos dentro de Mundo que destacan por su conexión especial con Ruballa:
 
*'''[[Númedon|Meseta de Numa]]''': esta meseta se encuentra en la siniestra tierra de Númedon y fue escenario de la poderosa maldición del nigromante Shaek Mazaadam, que convirtió a sus habitantes en los terroríficos [[Numa|numa]], sometidos al dominio de la diosa.
 
*'''[[Kral|Portal de los Lamentos]]''': se describe este lugar en la isla Kral como un auténtico portal entre el mundo de los mortales y los Páramos Desolados. Se dice que quienes cruzan su umbral mueren inmediatamente, convirtiéndose en moradores del reino de Ruballa y quedando atrapados en su eterno dominio.


==Ruballa en Aldor==
==Ruballa en Aldor==
El culto a Ruballa nunca gozó de gran popularidad en Aldor debido a la presencia de devotos malignos, como los nigromantes Mantrol Skull y el Señor de [[Uduk]], [[Nüin Ha-Li]], quienes castigaron al reino de Aldor con sus actos.


El culto a Ruballa nunca fue muy popular en Aldor por culpa de sus devotos más malignos. El [[reino de Aldor]] fue castigado por numerosos nigromantes como [[Mantrol Skull]] o el Señor de [[Uduk]], [[Nüin Ha-Li]], pero con la llegada de la [[Cuarta Edad]] y la ausencia de presencia de muertos vivientes durante cuatro siglos el recuerdo de sus depravaciones se convirtieron en mitos. La apertura de las Casas de los Muertos facilitaron que la gente de las [[tierras aldorianas]] viera a la diosa de la muerte con menor recelo, aunque en la actualidad se la sigue mirando con temor, ya cuando uno conoce a uno de sus devotos no se sabe nunca, exactamente, cuales son sus verdaderas intenciones.
Sin embargo, con la llegada de la [[Cuarta Edad]] y la ausencia de nigromantes durante cuatro siglos, los recuerdos de sus depravaciones se convirtieron en mitos. Además, la muerte era algo cotidiano y la apertura de las '''Casas de los Muertos''' permitió que la gente de las tierras aldorianas mirara a la diosa de la muerte con menos recelo. En la actualidad todavía se la observa con temor, ya que cuando uno se encuentra con uno de sus devotos nunca sabe exactamente cuáles son sus verdaderas intenciones.


==Nombres en otras lenguas==
==Nombres en otras lenguas==

Revisión actual del 18:04 25 jul 2023

Símbolo de Ruballa
Títulos: Dama Silenciosa, Señora de lo Efímero, Reina de la Noche
Símbolo: Un rostro, mitad una mujer bella y la otra mitad una calavera.
Influencia en: La muerte, la enfermedad, las plagas, los cementerios, los secretos.
Colores: Negro, morado y amarillos pálidos.
Mes: Mes de los difuntos.

Ruballa, hija de Trako, es la diosa de la muerte, señora de los Páramos Desolados y destino final de toda alma de Mundo si ningún dios la reclama. Su macabra labor jamás termina, pues su poder es lo que separa la vida de la muerte. La Dama Silenciosa nació del rencor de su padre al contemplar los primeros seres vivos alumbrados por Vryllia, y durante mucho tiempo ese rencor fue la misma esencia de la diosa.

Ruballa gobernaba extensiones vacías, sin forma ni sentido; un reino abandonado en un abismo sin luz ni calor, con la única compañía de su odio por el maravilloso mundo que se le había negado. Sin embargo, todo cambió a medida que las primeras almas fueron uniéndose a ella; aquel vacío comenzó a cobrar forma y, con ello, Ruballa empezó a aprender de los difuntos todo aquello que habían experimentado durante su vida. La diosa de la muerte dejó atrás el rencor para abrazar una ecuánime sabiduría e insaciable sed de conocimientos. Con cada alma que poblaba su reino, su sabiduría se expandía, y se volvía cada vez más consciente de su papel en el orden de las cosas.

Dama Silenciosa

Ruballa personifica la muerte en todas sus manifestaciones y en todas las cosas, desde los más grandes héroes hasta los más diminutos tallos en flor. Desde su reino, anhela la llegada de nuevas almas, y para acelerar este proceso, engendró enfermedades y plagas. Sin embargo, a pesar de lo que muchos puedan creer, estas calamidades no han sido causadas por maldad, sino impulsadas por una insaciable curiosidad que nunca podrá satisfacer, ya que su esencia está hecha de la propia Nada.

En silencio, observa cómo las almas se presentan ante ella, compartiendo maravillas que jamás podrá experimentar. Atesora los secretos relatados con ahínco, utilizándolos para alterar su reino y recrear una sombría y lóbrega réplica del nuestro. Algunos sostienen que cuando llegue el fin de los tiempos y todas las almas lleguen a su reino, el mundo sombrío creado por Ruballa sustituirá al anterior.

Señora de lo Efímero

Los no muertos, otra de sus creaciones más temidas por los mortales, surgieron en los primeros tiempos después de que Ruballa fuera creada por Trako. La diosa de la muerte hace una distinción entre los no muertos con voluntad propia y los cadáveres reanimados mediante magia negra. La relación de Ruballa con los primeros es complicada: por un lado, son sus criaturas, ya que el primero de estos seres fue creado por voluntad de la diosa; por otro lado, al ser almas que no llegan a su reino, representa conocimiento perdido. No obstante, los tolera y en ocasiones actúa a través de estas terribles criaturas.

En cuanto a los cadáveres reanimados, Ruballa siente indiferencia; sus almas ya están junto a ella, y la carne que se pudre pertenece al mundo físico. Es importante destacar que, aunque los mortales la acusan de crear esta clase de no muertos, en realidad, son los propios mortales quienes, mediante el uso de la magia, alzan esta clase de monstruosidades.

Reina de la Noche

Aunque con el paso de las eras, Ruballa se ha distanciado de su padre, la oscuridad persiste en ella y en ocasiones actúa con perversidad para satisfacer su ansia por obtener almas. En el albor de los tiempos, muchos prefirieron el siniestro y tranquilo abrazo de la diosa de la muerte en lugar del autoritario e implacable gobierno del dios del fuego, ya que Ruballa, a pesar de su malicia, es justa en sus resoluciones. Se considera a sí misma la verdadera señora de la oscuridad, pues su padre, a pesar de toda su maldad, genera luz a través del fuego, mientras ella prospera entre tinieblas. Conocedora de todos los secretos que llegan a su reino, sus seguidores acuden a la diosa para descubrir verdades perdidas, que solo revela durante la noche con los rituales adecuados.

Historia

Ruballa comenzó luchando junto a su padre en los albores del tiempo, alzando cadáveres para combatir a su favor. Sin embargo, a medida que las almas se agolpaban en su reino y su conocimiento crecía, se fue distanciando de las guerras de su padre contra Eldor. A lo largo del tiempo, sus motivaciones cambiaron, pero siempre acudió a la llamada de Trako, y sus seguidores, si tuvieron que elegir bando, se situaron del lado del mal.

Con el paso de las edades de los mortales, Ruballa se ha vuelto sabia y poderosa. Pero fue en la hecatombe de la Gran Guerra cuando su poder alcanzó su punto máximo, al mismo tiempo que sufrió el golpe más devastador. Con el Advenimiento de la Niebla, las pocas conexiones que tenía con el mundo mortal a través de sus creaciones se perdieron y para ella fue como quedarse absolutamente ciega. Aunque las almas de los mortales seguían llegando a su reino y contándole sus secretos, era incapaz de intervenir en el mundo de los vivos.

A medida que la magia fue regresando con el paso de los siglos, muchos nuevos seguidores ahora veneran a la diosa como guardiana de los secretos. Los mortales buscan respuestas más que nunca y acuden a su figura para ello. Ruballa escucha a estos mortales satisfecha y responde, lo que ha llevado a la proliferación de pequeños cultos a la muerte y la noche desde entonces. En la actualidad, sus fieles se alinean tanto a un lado como al otro en la eterna lucha del bien contra el mal, lo que hace que la gente en general siga desconfiando de ellos.

Relaciones con otros dioses

Fresco de "La buena muerte". Casa de los Muertos de Nueva Angor.

Ruballa tiene buena relación con su hermano Amal, cuyas guerras y conflictos suelen traer un caudal de almas a su reino. Sin embargo, con Trako, las relaciones son tensas, ya que su padre le exige obediencia y Ruballa se siente obligada, sabiendo que incluso los servidores del fuego acabarán en sus dominios. La mayoría de los dioses han aceptado a Ruballa como una fuerza inevitable con la que deben convivir, pero mantiene un continuo enfrentamiento con las diosas de la vida, Sarra y Vryllia, y el dios de la luz, Eldor, debido a sus creaciones antinaturales y la propagación de la enfermedad.


Por su insaciable necesidad de poseer secretos y su infinita sapiencia gracias a ellos, Ruballa busca el entendimiento con Dloose y podría considerarse que tienen una relación cordial cuando de ampliar conocimientos se trata. A pesar de lo que muchos creen, la diosa de la muerte aborrece a los nigromantes, pues su fin último es la inmortalidad, lo que implica que sus almas jamás llegarán a su reino.Por ello, no siente simpatía por Lebrak, pues considera que los usuarios de la magia han robado sus secretos y han creado criaturas no vivas. Además, siente las obras de arte que inspira Lebrak para que los mortales sean recordados, como una forma de robarle parte de las almas que reclama. Sin embargo, tiene un especial aprecio por Jaqoh, ya que es la única diosa que acude a su reino trayéndole noticias del mundo de los vivos sin exigirle nada a cambio.

Más allá de estas relaciones, Ruballa siente un profundo resentimiento hacia el resto de los dioses cuando reclaman las almas de sus más fieles devotos. La diosa de la muerte considera esto una ofensa, ya que son secretos y conocimientos que jamás poseerá.

Clero y rituales

El culto a Ruballa a menudo es complejo y mal entendido, por lo que es visto con hostilidad. La muerte es algo temido y muchos sienten verdadero terror al creer que sus almas o cuerpos pueden ser profanados al morir. La realidad es que a la diosa le resulta indiferente este asunto, siempre y cuando las almas de los difuntos acudan ante ella. Sus siervos son tan variados como las caras de la diosa, desde la virtuosa sacerdotisa que protege a los muertos hasta acólitos viles que alzan servidores de ultratumba para cumplir la presunta voluntad de la diosa. Desde su perspectiva, ambos caminos llevan al mismo lugar: frente a ella, por lo que a unos y otros entrega sus bendiciones.

Las Casas de los Muertos se fueron haciendo comunes en las ciudades humanas durante la Cuarta Edad, estos monasterios son hogar de las plañideras de Ruballa, hermandades formadas por mujeres que han sufrido una gran pérdida personal, normalmente viudas, que lloran y suplican a la diosa para que proteja a los muertos de ser alzados. Estos centros de culto están verdaderamente protegidos y los muertos ahí enterrados no pueden ser alzados como muertos vivientes.

Su dominio sobre la noche favorece el surgimiento de cultos de brujas y brujos que agasajan a la diosa en busca de conocimientos. Durante el mes que lleva su nombre, las noches son más oscuras y hacen más sencillo el contacto con las almas de los que se marcharon, pudiendo susurrar secretos a los vivos. Durante estas noches, los vivos dejan velas encendidas y cierran puertas y ventanas para ahuyentar a los espíritus. En esta época, los aquelarres se suceden en busca de poder a través del conocimiento perdido que Ruballa ofrece.

Aunque existen cultos terribles y acepta sacrificios de mortales, Ruballa no acepta el sacrificio de recién nacidos o niños demasiado jóvenes, ya que su corta vida no les permite poseer algo que la diosa encuentre interesante. Algunos ven esto como una muestra de que Ruballa no es tan perversa, mientras que para otros demuestra su diabólico pragmatismo.

Lugares sagrados

La muerte está presente en todas partes, pero el verdadero dominio de la diosa Ruballa se conoce como los Páramos Desolados, un reino apartado del mundo mortal al que solo las almas pueden acceder quedando sujetas a la voluntad de la diosa.

También existen lugares específicos dentro de Mundo que destacan por su conexión especial con Ruballa:

  • Meseta de Numa: esta meseta se encuentra en la siniestra tierra de Númedon y fue escenario de la poderosa maldición del nigromante Shaek Mazaadam, que convirtió a sus habitantes en los terroríficos numa, sometidos al dominio de la diosa.
  • Portal de los Lamentos: se describe este lugar en la isla Kral como un auténtico portal entre el mundo de los mortales y los Páramos Desolados. Se dice que quienes cruzan su umbral mueren inmediatamente, convirtiéndose en moradores del reino de Ruballa y quedando atrapados en su eterno dominio.

Ruballa en Aldor

El culto a Ruballa nunca gozó de gran popularidad en Aldor debido a la presencia de devotos malignos, como los nigromantes Mantrol Skull y el Señor de Uduk, Nüin Ha-Li, quienes castigaron al reino de Aldor con sus actos.

Sin embargo, con la llegada de la Cuarta Edad y la ausencia de nigromantes durante cuatro siglos, los recuerdos de sus depravaciones se convirtieron en mitos. Además, la muerte era algo cotidiano y la apertura de las Casas de los Muertos permitió que la gente de las tierras aldorianas mirara a la diosa de la muerte con menos recelo. En la actualidad todavía se la observa con temor, ya que cuando uno se encuentra con uno de sus devotos nunca sabe exactamente cuáles son sus verdaderas intenciones.

Nombres en otras lenguas

  • Eyneo y lénico: Tánates (Muerte)
  • Yag: Neilias (La que trae el final)
  • Norteño: Khon (Gélida)
  • Númedon: Hieel (Reina de Sombras)
  • Kral: Ekat (Emperatriz)
  • Sirdaria: Thârgoz (Herrumbre)