Bambuka
El bambuka es una criatura emblemática de la selva de Búkar, venerada por los bukari y codiciada por los extranjeros debido a sus cuernos, que se cree contienen una antigua magia natural. La mayor parte de lo que se sabe sobre ellos procede de los cazadores que han logrado abatir uno.
De gran tamaño y constitución poderosa, el bambuka recuerda a un bisonte o un enorme buey. Su piel es gruesa y resistente a la humedad, y sus ojos oscuros transmiten una inteligencia serena y primitiva. Su rasgo más característico es el único cuerno que surge del centro de su cráneo: largo, retorcido y cubierto de vetas que imitan el aspecto de la madera viva. El cuerno crece a lo largo de la vida del animal, formando anillos irregulares que indican su edad.
De carácter pacífico, los bambuka solo reaccionan con violencia si se ven acorralados, momento en el cual embisten con una fuerza devastadora capaz de arrasar árboles jóvenes y estructuras ligeras.
Para los bukari, el bambuka es un ser sagrado. Representa la vida, la resistencia y la sabiduría de la selva. Los kabuka —chamanes de las tribus— consideran que sus cuernos canalizan las fuerzas Mbaïn, esencias espirituales que habitan en el paisaje selvático. Se cree que los bukari no cazan bambuka salvo para rituales de gran importancia, y que los cuernos y huesos que emplean en sus adornos provienen únicamente de ejemplares que han muerto de forma natural.
En épocas pasadas, los bambuka habitaban toda la selva de Búkar, pero la caza ha reducido su presencia a las regiones más profundas y salvajes de la Selva Madre, donde la vegetación se vuelve impenetrable y la niebla es casi perpetua. Hace siglos que no se acercan a los claros ni a las zonas exteriores, lo que ha alimentado la creencia de que se han extinguido.