Guerras Invernales
Las Guerras Invernales tuvieron lugar entre los años 439 - 443 d.A. en tiempos del rey Haldir I el Defensor. En ellas, sirdarios y aldorianos, se enfrentaron a la invasión de Udukán. Esta cruenta guerra podría haber acabado con el reino, de no ser por los heroicos esfuerzos de los aldorianos dirigidos por el propio rey.
Según las crónicas, un rápido ataque orco, a través del Paso de los Dragones, invadió Zant sometiendo la ciudad. A partir de aquí, los años venideros estuvieron marcados por el desastre. Toda la tierra al este de Bassara fue conquistada por Udukán, llegando incluso a las puertas de Siral, capital de Sirdaria.
Pasaron tres largos años antes de que Haldir I y sus tropas lograran vencer el asedio de Bassara y reconquistar las tierras sometidas por los orcos, mientras que los enanos grises también hicieron retroceder a los invasores en sus tierras. Finalmente la invasión uduki fue repelida, pero las perdidas habían sido enormes: la torre vigía de Basok quedó casi destruida, y el dragón rojo Svaard penetró en las minas de Londaer tras derrotar al hechicero enano ZirukGabyl, haciéndolas aun mas peligrosas que antes.
Un año después de la guerra, la torre de Basok fue abandonada y las minas de Londaer clausuradas. Algunas leyendas hablan de la pérdida de un objeto de poder, la llamada runa de Trako, custodiada en Siral desde tiempos de la Gran Alianza y orgullo de los enanos grises. Según las fuentes antiguas, y sobre todo según los antiguos textos de Kofur el escriba, Svaard, el usurpador, se habría hecho con la runa y otros tesoros de las cámaras de Siral durante las Guerras Invernales, llevándolos a Londaer, donde se perdieron en el olvido.