Londaer
Las minas de Londaer se sitúan en lo que fue la frontera entre el Reino de Aldor y Sirdaria, en las estribaciones occidentales de las colinas grises.
Constituían la mayor riqueza de los enanos grises y de todo el ducado de Zant. Sus vetas de mithril y adamantio fomentaron un próspero comercio con veolianos, nirfagueños y tassianos, e incluso se realizaban intercambios por artefactos y productos meroneses y de las Islas Saboo.
Pero durante las Guerras Invernales, en el reinado de Haldir I, los orcos invadieron todo el este del reino hasta Bassara. Entonces Svaard, el Gran Gusano, penetró en las minas y excavó su morada en las profundidades de la montaña. Un gran hechicero sirdario luchó contra Svaard y sus hordas, e inclusó llegó a pactar con fuerzas oscuras para que le ayudaran en la defensa de las minas. Su verdadero nombre no se recuerda, pero desde entonces fue llamado ZirukGabyl el negro. Al final sucumbió en sus propias cámaras, el último defensor, luchando contra el propio dragón. Sin embargo, y debido a los pactos oscuros que le ataban, su alma no halló reposo.
Aunque al fin la guerra acabó y se reconquistaron las tierras aldorianas, las minas nunca fueron recuperadas, así como otros baluartes que fueron abandonados, como la torre de Basok. Y Svaard el Usurpador reposó durante siglos en los niveles más profundos de las galerías.
Las minas fueron clausuradas desde entonces, aunque se dice que algunos enanos grises realizaban incursiones furtivas por las plantas superiores, buscando vetas de mithril olvidadas.
Las minas de Londaer fueron desde entonces sinónimo de sitio peligroso y lleno de criaturas temibles. Se dice que, además del gran dragón, otras criaturas habían buscado refugio bajo las colinas. Se habló de trasgos huidizos, ratas ponzoñosas, y seres aún más extraños.
Al final de la Tercera Edad, durante la Gran Guerra, Svaard despertó a la llamada de su amo, y luchó por Ma'kaan. Las numerosas batallas entre sirdarios y kun, y los combates dracónicos entre Svaard y Tarel hicieron derrumbarse muchos fosos y galerías. Desde entonces, que sepamos, nadie ha osado aventurarse en las oscuras simas de las grandes Minas de Londaer.
El nombre de Londaer, de origen yag, deriva del original sirdario Lhun-daru (foso profundo).