Tejo
Nota: En revisión
Descripción
El tejo es uno de los árboles más longevos de Mundo, ya que puede vivir tantos siglos como los dragones.
Su crecimiento es muy lento, y puede alcanzar 15 metros de altura o más, aunque mantiene muchas veces un aspecto de arbusto.
Su corteza es rojiza y escamosa y sus hojas lineares y estrechadas hasta formar una punta aguda.
Los tejos femeninos producen unas bayas carnosas de color rojo llamadas arilos.
Habitat
El tejo prefiere pendientes frescas y sombrías, y suelos calizos.
Es un árbol poco frecuente, y en Aldor sólo suele encontrarse en algunos valles recónditos del extremo noroccidental de Yagerth.
Donde sí es abundante, o al menos los relatos procedentes de los sabios yag así lo indican, es en la Isla de los Magos, más allá del estuario del Lames, debido seguramente a que no hay habitantes que los talen.
Mitología
El tejo es un árbol sagrado, y los bastones tallados con su madera son muy apreciados por los druidas. Los sabios yag usan palillos de tejo para explorar la Melodía de Marish y tener visiones del futuro.
Muchos templos o lugares sagrados se construían junto a un tejo, que servía como protector y punto de reunión.
Las raíces del tejo además se asocian con la muerte y son llamadas lenguas de Ruballa. Se utilizan en algunos ritos relacionados con los muertos durante el mes de noviembre, mes dedicado al tejo.
Se dice también que los guerreros tassianos de la antigüedad se envenenaban con hojas de tejo para evitar ser capturados por el enemigo.
Propiedades
El tejo es el árbol por excelencia para la fabricación de arcos. Su madera rojiza es de una dureza extraordinaria, y su resistencia al frotamiento la convierten en ideal para los ejes de los carros.
La poca abundancia del tejo se debe en parte a la sobreexplotación durante siglos, en los que su madera fue utilizada para fabricar armas. Además de su uso en arquería, se dice que los umis poseían hachas construidas con madera de tejo.
El tejo ha tenido usos en herboristería desde la antigüedad. De sus hojas se extrae una sustancia, a la que los eruditos de Madraides llamaron taxol, con la que se preparan pócimas curativas. Con la corteza se fabrica además un ungüento protector.
La preparación de los extractos de tejo debe llevarla a cabo un druida instruido, pues todas las partes del árbol excepto los frutos rojos contienen un veneno que ataca al sistema nervioso.