Emirato de Rubhalkadi
El Emirato de Rubhalkadi es un pequeño estado surgido en el sur de la antigua Veolia durante la Cuarta Edad, tras la conquista de la región por el señor de las dunas 'Salahm Al’Kadi. Gobernado por una élite halaii que adoptó un estilo de vida más sedentario, el emirato ha mantenido una tensa coexistencia con la renacida Veolia, aferrándose a un territorio fértil que contrasta con los duros desiertos de su tierra natal. Hoy, el emirato sobrevive como un enclave próspero pero vigilado de cerca por los veolianos, que no cesan en su empeño de recuperar su antiguo territorio.
Historia
La historia del Emirato de Rubhalkadi es la de una conquista improbable y una resistencia constante. Surgido como una prolongación de las civilizaciones de Halayad en tierras veolianas, su consolidación solo fue posible por la retirada de un enemigo mayor, el imperio Leakhán, aunque desde entonces no ha cesado su lucha por mantener sus fronteras frente al constante desafío de los veolianos. Desde su fundación, el emirato ha oscilado entre periodos de prosperidad y momentos de grave presión militar y política.
Fundación y primer auge (285-311 CE)
Durante la Cuarta Edad, Salahm Al'Kadi, uno de los muchos señores de las dunas de Halayad, logró una hazaña sin precedentes; unificar bajo su mando a numerosas tribus rivales del desierto con un objetivo común.
Rompiendo con la costumbre de las incursiones esporádicas, Al'Kadi emprendió ambiciosas campañas de conquista. Su primer objetivo fue el bosque de Yagerth, pero la empresa fracasó ante la feroz resistencia de los yag.
Tras este revés, dirigió su mirada hacia el sur de Veolia, donde el dominio leakhán, aunque todavía fuerte, comenzaba a resquebrajarse. En una serie de victorias rápidas, que culminaron en la Batalla del Camello de Fuego, Al'Kadi logró una victoria decisiva contra la Legión Durkana. Con esta victoria, conquistó la ciudad de Bashary, que renombró como Rubhalkadi. Allí, Salahm Al'Kadi se proclamó Emir, estableciendo el emirato que aún hoy lleva su nombre.