Diferencia entre revisiones de «Nüin Ha-Li»

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Revisión del 13:18 5 jul 2020

Nüin Ha-Li, señor de Uduk
Títulos: Señor de la Vida y la Muerte
Raza: Elfo yag (vivo), No-muerto
Nacimiento: 1173 TE
Muerte: 1306 TE (como vivo)
Relaciones: Lomi Heridöw (primo), Edwën Heridöw (tío-abuelo)

Nüin Ha-Li nació como el elfo yag conocido como Märwen de la Casa Heridöw de Yagnah, fue un druida que acabó maldito por Ruballa y acabó convirtiéndose en el poderoso señor de la ciudad maldita de Uduk. Fue un terrible enemigo del reino de Aldor, pero también un inesperado aliado frente al poder las huestes de Trako durante la Gran Guerra. Su destino es desconocido después de la Batalla de Nueva Angor, pero se cree que fue destruido durante el Advenimiento de la Niebla al haber desaparecido la magia del mundo.

Juventud

Märwen era mestizo, hijo de una doncella yag de la Casa Heridöw y un embajador vienreth, y nació en Yagnah disfrutando de la compañía de sus padres durante un breve período hasta que ambos murieron víctimas de un accidente. Mucho tiempo después, ya como Nüin, el no-muerto sospechó que ese accidente fue provocado por agentes de Ruballa, pero nunca logró averiguar la verdad.

Huérfano y mestizo, fue acogido por el tío de su madre, Edwën Heridöw, que cuidó de él y le instruyó como druida iniciándole en los caminos secretos de las tradiciones druídicas de los elfos. Destacó enormemente en herbología siendo un reconocido herbolario de la ciudad, pero en el año 1301 TE su primo Lomi murió en la Batalla de Indra, en el reino de Aldor frente a los espúreos en la Guerra de los Lagartos y Edwën mandó a Märwen como representante de su familia para presentar sus últimos respetos al difunto guardabosques.

Corrupción

El joven druida hallaría el lugar favorito de su primo, un viejo álamo en el corazón del pueblo humano de Sader, Märwen se interesó en aquel árbol lleno de historias queriendo conocer más a su primo. Intrigado por las historias del árbol decidió no regresar a Yagnah y quedarse en Aldor para saciar esa curiosidad, esta decisión sería el principio de su caída.

Su curiosidad se convirtió en obsesión, y servidores de Ruballa eligieron a Märwen como un sacrificio ideal para su diosa. Los sectarios secuestraron a Märwen, lo torturaron hasta el borde de la locura, pero el druida aguantó el tormento hasta sus últimas consecuencias. Märwen murió entre terribles sufrimientos, pero su destino no quedó sellado en ese momento. La voluntad de Ruballa, que manejaba designios inescrutables, alzó a Märwen como muerto viviente con voluntad propia burlando así al que fuera antaño servidor de la vida.

Märwen vagó atormentado por Aldor durante años, repudiado y perseguido por su condición acabó llegando a las puertas de la ciudad maldita de Uduk. Que fuera su destino o que fuera azar no importó, pues al atravesar sus puertas se sintió volver a casa. Märwen fue reconocido como uno más de aquella urbe de pesadilla y, tras obtener el artefacto nigromántico conocido como la Piedra de Mantrol, acabó alzándose con su dominio bautizándose, desde ese momento, como Nüin Ha-Li, el Señor de la Vida y la Muerte.

Señor de Uduk

Uduk, la ciudad maldita

Nüin Ha-Li extendió su influencia mediante una red de informadores vivos y muertos, asentó su poder en Uduk y forjó un gran ejército para defender sus muros. No fueron pocas las ocasiones que sus planes chocaron con los Heraldos del Amanecer u otros servidores de la Luz, pero lento e inexorable, el poder del Señor de Uduk crecía día tras día .

A pesar de su terrible reputación y odio hacia los vivos, sus planes siempre buscaban garantizar la supervivencia y protección de Uduk. Aunque implacable con sus enemigos, su personalidad curiosa se mantuvo permitiendo forjar peculiares amistades como la que mantuvo con el archimago Schalabuffo de Txalaxa. Se rodeó de leales como el mago no-muerto conocido como el Ácaro, antiguos aventureros transformados en muertos vivientes a su servicio y atrajo otros de antiguos y poderosos a su corte de pesadilla como la Dama Necress.

La Gran Guerra

A pesar de ser una amenaza permanente para Aldor, el verdadero enemigo acabó llegando de fuera. El kral Daegan atacó el reino aliado con las huestes de Trako. Consciente de que Daegan era un enemigo y que su victoria supondría la destrucción de Uduk, Nüin Ha-Li se alió con los mortales que defendían la última ciudad de Aldor, Angor, y mandó las tropas de Uduk contra las de Udukán.

Nüin se unió a los archimagos Schalabuffo y Valraen Glenn en un poderoso ritual para vencer a Daegan. En el ritual tres grandes magos con la pureza, la corrupción y la neutralidad debían unirse para sellar al Archinigromante. El sortilegio fue un éxito y Daegan quedó sellado por toda la eternidad retenido por Schalabuffo.

Después de este acto, Sarra ofreció la redención a Nüin y las sombras de Uduk pudiendo finalmente descansar. El no-muerto renunció a esa redención, quería seguir guardando Uduk y protegerla de sus enemigos, pero otorgó a todos los habitantes de la ciudad maldita que eligieran libremente su destino. Hecho esto, un mermado Nüin regresó a Uduk y, poco después, llegó el Advenimiento de la Niebla arrebatándole definitivamente sus poderes y dejando a Uduk, por primera vez en dos mil años, en silencio.