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{{Dioses
|'''Títulos:'''
| nombre                = Sirgga
|'''''El Hacedor, El Padre Oculto, El Guardián de la Civilización'''''
| imagen                = Simbolosirgga2.png
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|'''Símbolo:'''
| imagen_pie            = El Sol Alado Naciente
|Un sol alado amaneciendo.
| nombres              = El Hacedor, El Padre Oculto, El Guardián de la Civilización
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| representación        = Un hombre maduro, con rostro sereno, toga y martillo ceremonial. A veces junto a un dragón
|'''Influencia en:'''
| símbolo              = Civilización
|La civilización, las leyes, el amor y los nacimientos.
| colores              = Blanco, negro y dorado
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| armas                = Martillo ligero
|'''Colores:'''
| árbol                = Abeto, olivo
|Blanco, negro y dorado.
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|'''[[Calendario#El año y los meses|Mes]]:'''
| combate              = La barbarie, el salvajismo y el caos
|Mes de los nacimientos.
| alineamientos        = Los alineamientos de los fieles de Sirgga son:
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* Legal Bueno
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* Neutral Bueno
'''Sirgga''' es hijo de [[Sarra]], y según el [[Mitología de Aldor|''Mito de la Creación'']] también de [[Eldor]]; es considerado padre de las grandes razas mortales, de los seres pensantes que se alzan sobre el resto de animales y bestias que habitan [[Mundo]]. En algunos relatos, Sirgga nació a la par que los primeros mortales cobraron consciencia de si mismos; en otros, que aprendió los secretos para crear nuevas criaturas, distintas a los animales de [[Vryllia]], de [[Svrashaa]], el primer dragón. De acuerdo con el mito, Sirgga creó las cuatro grandes razas mortales como ofrenda a cada uno de los dioses mayores: los [[elfos]] para [[Eldor]], los [[lomb]] para [[Sarra]], los enanos para [[Trako]] y los [[leitnas]] para [[Leit]]. Posteriormente surgieron numerosas razas a partir de las primeras, la obra de Sirgga cambió Mundo para siempre.
* Neutral
| bendice              = Arquitectos, gobernantes, albañiles, códices de leyes
| lugares              = Grandes ciudades, [[Talía|Gran Templo de Talía]] en Eynea, [[Erión#Edificios_importantes|Templo de Sirgga]] en Erión
| iglesia              = Muy estructurada. Compuesta por:  
* Luminares —clérigos—
* Orden del Sol Alado —caballeros—
| festividad            = Liturgias durante su mes dedicado. Fundaciones de templos, asentamientos, agrupaciones e instituciones y el registro de nuevas uniones y nacimientos
|dogma                  = '''''"La civilización es el único camino hacia la armonía y el verdadero progreso. Mantén el orden, imparte justicia y busca el bien común. Rechaza toda forma de caos, barbarie y salvajismo, pues niegan la unidad entre los pueblos y el fruto del esfuerzo compartido. Donde hay civilización, hay esperanza; donde hay ley, hay progreso"'''''
}}
Según el [[Mitología de Aldor|''Mito de la Creación'']], '''Sirgga''' es hijo de [[Sarra]] y [[Eldor]]. Se le considera el padre de las [[:Categoría:Mortales#Razas_primigenias|grandes razas mortales]], los seres pensantes que se alzan sobre el resto de animales y bestias que habitan [[Mundo]]. Algunas leyendas cuentan que Sirgga nació cuando los primeros mortales cobraron consciencia; otras que aprendió los secretos de la creación de [[Svrashaa]], el primer dragón, y los usó para dar vida a criaturas distintas a los animales de [[Vryllia]].
 
Sirgga creó las cuatro razas primigenias como ofrenda a cada uno de los dioses mayores: los [[elfos]] para [[Eldor]], los [[lomb]] para [[Sarra]], los enanos para [[Trako]] y los [[leitnas]] para [[Leit]]. A partir de estas primeras razas surgieron muchas otras, y la obra de Sirgga cambió Mundo para siempre.
 
==Ámbitos de influencia==
 
'''Sirgga es un dios del bien'''. A lo largo de las edades, los pueblos de Mundo lo han invocado con distintos nombres y lo han venerado bajo múltiples aspectos. Aunque sus ritos y representaciones varían según el lugar, en todos lados es reconocido como una deidad civilizadora y su culto prospera en los núcleos urbanos.


===El Hacedor===
===El Hacedor===
Según los mitos, cuando Sirgga nació lo hizo sin tener clara la razón de su existencia. Dicen que es el único dios nacido del genuino amor entre Eldor y Sarra, y por esa razón su nacimiento no obedeció a ningún propósito directo como sucedió con [[Vryllia]], [[Ruballa]] o [[Jaqoh]]. El futuro dios de la civilización vagó buscando un propósito y lo acabó encontrando como pupilo de [[Svrashaa]], el padre de los dragones, de quien aprendió grandes secretos que otros dioses ignoraban, como el don de crear consciencia. De aquella relación surgió una amistad que todavía perdura, y Sirgga siente un profundo cariño hacia los dragones. Es también el protector de los nacimientos, no solo como padre de las grandes razas, también por ser el único dios menor capaz de alumbrar a otros dioses: los gemelos [[Dloose]] y [[Pamis]], a quienes pidió que velaran por los mortales inspirando su libre albedrío.
       
Cuentan las leyendas, que Sirgga nació del amor verdadero entre Eldor y Sarra, pero a diferencia de otros dioses, no vino a Mundo con un propósito definido. Vagó errante, buscando un sentido a su existencia, y en sus viajes encontró a [[Svrashaa]], el padre de los dragones, que lo tomó como discípulo y le enseñó secretos que los otros dioses menores desconocían, como el poder de infundir consciencia. Y con este don, Sirgga moldeó a las razas primigenias, pero también nacieron de su voluntad dos dioses gemelos, [[Pamis]] y su hermana [[Dloose]], a quienes confió la tarea de otorgar libre albedrío e inspiración a los mortales.
 
Sirgga se convirtió así en un dios creador y protector de los nacimientos, no en el sentido de fertilidad o el parto, sino como dios de las fundaciones en sentido amplio: el nacimiento de un nuevo ciudadano, la fundación de una aldea, el juramento de un gobernante y cualquier compromiso que sirva como cimiento a las comunidades. También se le considera dios del amor y el matrimonio, no solo por su origen, sino porque valora los lazos que unen a los mortales. El amor duradero funda hogares y perpetúa linajes, es un símbolo de deber, continuidad y renovación.


===El Padre Oculto===
===El Padre Oculto===
Sirgga había encontrado su propósito, pero los mortales poseían el don de la consciencia y, en consecuencia, del libre albedrío. El dios nunca se desentendió de los mortales, siguió preocupándose por ellos y les enseñó múltiples secretos para hacer sus vidas más llevaderas, creando los cimientos de la civilización; sin embargo, nunca ha sido una deidad dada a intervenir de forma directa en los asuntos de sus criaturas. Amó a todos los mortales y deseó verlos crecer y aprender, como él mismo hizo antes de crearlos. Se alegraba de sus logros y se entristecía al verlos sufrir, pero cuando nacieron los [[humanos]] el joven dios quedó especialmente fascinado.


===Guardián de la Civilización===
Sirgga encontró su propósito y, aunque procura no intervenir directamente en los asuntos mortales, siempre se ha preocupado por su bienestar y les ha enseñado los secretos que sostienen la civilización, haciéndo sus vidas mas llevaderas. Amó a todas sus criaturas, pero mostró especial predilección por los [[humanos]], descendientes de los [[lomb]], que creó como regalo a su madre Sarra. Fascinado por su fragilidad y su potencial, los acompañó con especial cuidado en su crecimiento y aprendizaje, viendo en ellos el reflejo de su propia búsqueda de propósito y conocimiento.
Aunque Sirgga es adorado por muchas razas y las aprecia por igual, los humanos ocupan un lugar especial en el corazón del dios. Ha tutelado sus pasos desde el principio, inspirado sus creaciones y fomentado su desarrollo, por lo que en muchas ocasiones se le ha considerado una deidad que sólo se preocupa por la raza humana olvidando las demás. Sirgga cuida de todas las razas por igual, pero el éxito de los humanos al extenderse más que otras razas hace que se sienta especialmente orgulloso de ellos. Sirgga también es un dios familiar, bendice las uniones matrimoniales como germen de la familia, símbolo de continuidad y renovación.  


== <span style="color: rgb(53, 152, 219);"> Historia </span> ==
===El Guardián de la Civilización===


La presencia de Sirgga en la historia de los mortales es amplia y significativa, aunque no intervenga de forma directa. A través de la inspiración y de la genialidad de los corazones y mentes mortales, ha conseguido influir en el desarrollo de los acontecimientos a lo largo de las edades más que ningún otro dios. Después de crear las primeras razas, el dios de la civilización observó su evolución dejando que cada una se desarrollara por si misma, ayudando únicamente en momentos críticos. Se unió a Eldor en numerosas ocasiones contra las pretensiones de Trako, decepcionado con el dios del fuego, pues veía que la ambición de este amenazaba la existencia de sus creaciones. Cuando Sirgga ha tomado parte en las guerras de los grandes dioses, nunca lo ha hecho porque crea que Trako deba ser destruido o se oponga genuinamente al Mal, sino por defender a sus ''hijos'' de cualquier calamidad de origen divino.
Aunque Sirgga es adorado por muchas razas y las aprecia a todas por igual, la tutela que ha ejercido sobre los humanos ha hecho que se le considere como un dios propio de estas civilizaciones. El dios no ha olvidado a los demás, pero el éxito de los humanos al extenderse más que otras razas y fundar civilizaciones prósperas hasta en los lugares más recónditos de Mundo hace que se sienta especialmente orgulloso de ellos. Efímeros y frágiles, se levantan una y otra vez, alzan nuevas ciudades, reconstruyen murallas, y crean usos y costumbres, sabiendo que quizá no serán ellos quienes vean el fruto de tanto esfuerzo.  


Sirgga ha sido adorado especialmente por los humanos y su fe fue dominante en el antiguo [[imperio belenio]]. Después de que el imperio se fragmentara, [[eyneos]] y [[lénicos]] siguieron teniendo a Sirgga como su deidad principal, y así ha sido a lo largo de los tiempos. Sirgga sufrió enormemente durante la [[Gran Guerra]], impotente al ver miles y miles de muertos. Se sintió decepcionado por Eldor, tan responsable como Trako de la destrucción, y ese distanciamiento se reflejó en la devoción de los mortales supervivientes, que empezaron a apartarse de las rígidas enseñanzas del dios de la luz en favor del abrigo de Sirgga, convirtiendo la fe en el dios de la civilización en una de las más importantes de las [[tierras aldorianas]].
Por eso Sirgga les dio las leyes, las formas de gobierno y las estructuras que permiten la convivencia frente al caos. La barbarie y el desorden deben ser contenidas mediante la persuasión, el ejemplo, la palabra y la razón; y solo cuando todo ello falla, mediante la imposición del orden legítimo, si es preciso con las armas.


No obstante, aunque la fe de Sirgga se haya apartado de la eterna guerra entre la luz y la oscuridad, el dios acudiría en favor de Eldor si así lo requiriera la situación. Al fin y al cabo, sabe que los mortales solo tienen un futuro en libertad si la luz sigue brillando frente a las pretensiones de la sombra.
==El culto a Sirgga==


== <span style="color: rgb(53, 152, 219);"> Relaciones con otros dioses </span> ==
La presencia de Sirgga en la historia de los mortales ha sido constante, aunque rara vez intervenga de forma directa. A través de la inspiración y el ingenio de los corazones y mentes mortales, ha influido en el devenir de las edades y los acontecimientos posiblemente más que ningún otro dios, pero sin imponer su voluntad. Tras crear a las primeras razas, el dios de la civilización prefirió observar cómo cada una se desarrollara por sí misma, limitándose a actuar solo en los momentos más críticos.


Sirgga es una deidad amistosa, siempre trata de buscar el lado positivo de las cosas, pero no es tan idealista como lo es [[Jaqoh]]. Es cercano a su padre, [[Eldor]], aunque a veces tiene desencuentros con él y no comparte su dedicación a la eliminación del Mal. Sirgga cree que los mortales deben ser libres para poder elegir, que deben ser sus leyes las que adjudiquen el premio o el castigo, y no la voluntad de los dioses. A pesar de ello, se opone a [[Trako]] cuando sus maquinaciones amenazan a los mortales, lo que suele ser bastante a menudo. Tiene una estrecha relación con su madre, [[Sarra]], con quien comparte su amor por los mortales y la protección a los recién nacidos.
Sirgga ha sido especialmente venerado por las grandes civilizaciones humanas, y su fe fue dominante en el antiguo [[imperio belenio]]. Tras la fragmentación del Imperio, [[eyneos]] y [[lénicos]] mantuvieron el culto a Sirgga como deidad principal, y así ha sido a lo largo de los tiempos. Desde allí, su doctrina se extendió a otros territorios, aunque como Guardián de la Civilización, siempre ha estado ligado a espacios urbanos y reinos estables. Los reinos más jóvenes, sobre todo en tiempos de conflicto, siempre tendieron a buscar respuestas en dioses más absolutos como Eldor o Trako, cuyos caminos en la luz y la oscuridad son más evidentes.  


En muchos textos dicen que su relación con [[Vryllia]] es muy cercana, al punto de ser consortes; cierto o no, ambas deidades están muy unidas. Al haber compartido con ella las enseñanzas de [[Svrashaa]], aprendieron caminos parejos, reflejando que la naturaleza y la civilización son complementarias, pese a que en ocasiones tengan fuertes desavenencias. Sirgga se siente orgulloso de sus hijos [[Dloose]] y [[Pamis]], y aunque no siempre aprueba sus decisiones, deja que tomen su propio camino al igual que hace con los mortales.  
Aun así, el nombre de Sirgga rara vez falta en los momentos solemnes. Es a él a quien se invoca en la fundación de una ciudad, en la redacción de un código de leyes, en la firma de un tratado o la proclamación de gobernantes. Su voz no siempre ha sido la más clamorosa, pero ha acompañado a los pueblos allá donde aspiraban a construir algo llamado a perdurar.


Mantiene una peculiar mezcla de amistad y rivalidad con [[Amal]], ya que el dios de la guerra representa la destrucción de los mortales y sus obras; aunque comprendió que el conflicto, no siempre bélico, es necesario para la evolución de las sociedades. Por ello Sirgga mostró a Amal otros caminos para satisfacer su ansia de enfrentamiento y lo fatal que podía ser una guerra sin fin, y le propuso una competición en varias pruebas para ver qué dios se imponía. Sirgga venció a su hermano entonces, pero esto no enojó a Amal, que aceptó la derrota y disfrutó de aquel juego que no basaba el triunfo únicamente en la fuerza.
===Sirgga en Aldor===


== <span style="color: rgb(53, 152, 219);"> Clero y rituales </span> ==
El culto a Sirgga empezó a hacerse más popular en el [[reino de Aldor]] a principios de la [[Cuarta Edad]], después de la [[Gran Guerra]]. La destrucción y el caos que trajo el conflicto, y sus terribles consecuencias, hicieron que muchos fieles buscaran en la figura del dios de la civilización un modelo de orden, justicia y esperanza, apartado de los rígidos dogmas de Eldor y el culto a otros dioses mayores. Los clérigos de Sirgga impulsaron enormemente su culto en la ciudad de [[Nueva Angor]], convertida en la única gran urbe que resistía frente a la devastación llegada desde [[Udukán]].
[[Archivo:MediaciónTemploTalia.jpg{{!}}310px{{!}}thumb{{!}}left{{!}}Mediación en el Gran Templo de Talía.]]
 
La Iglesia de Sirgga se ha arraigado profundamente en territorios humanos caracterizados por un alto grado de desarrollo y civilización. Su estructura y organización trascienden las fronteras políticas, estableciendo un pilar espiritual que se alza por encima de los poderes temporales. Los clérigos que conforman la iglesia de Sirgga siguen ''“El Rastro del Hacedor”'', una senda compleja, marcada por los hechos de sus seguidores.
Con el tiempo, el clero aldoriano creó la [[Orden del Sol Alado]] con el objetivo de iniciar la reconstrucción del reino y proteger a sus habitantes más allá de los muros de la ciudad. Su labor ayudó a extender aún más la fe en Sirgga, acompañando a los clérigos del Hacedor en la reconstrucción de aldeas y la recuperación de viejos caminos. El culto se extendió con rapidez, ganando terreno a otras doctrinas, aunque conviviendo con los sencillos cultos tradicionales a [[Vryllia]], vinculados a la cosecha, el ganado y los ciclos naturales.
 
En la actualidad, Sirgga es el dios con más seguidores en las [[tierras aldorianas]]. El templo de Erión es el más grande de los dedicados al padre de la civilización en el continente Oriental, y su influencia se ha visto fortalecida por el apoyo de la [[casa Slotter]], que promueve su culto como símbolo de unidad y reconstrucción, impulsando mejoras en la red de postas y caminos, construyendo puentes, y consolidando el control sobre villas y aldeas, restaurando poco a poco el orden perdido.
===Lugares sagrados===
 
Los lugares sagrados de Sirgga son, en general, construcciones hechas por los mortales. Allí donde la civilización florezca, la presencia del dios se irá fortaleciendo.
 
*'''[[Talía|Gran Templo de Talía]]''': es el templo más grande dedicado a Sirgga. Se encuentra en Talía, capital del reino humano de [[Eynea]]. En él reside el ''Sumo Luminar'', líder supremo de la Iglesia de Sirgga, encargado de guiar y representar a todos los seguidores del dios. Su palabra se considera la voluntad de Sirgga y se le considera uno de los grandes sabios entre los mortales.
 
*'''Templo de Sirgga en [[Erión]]''': es el mayor de los templos de esta deidad en tierras aldorianas y en todo el continente Oriental. En él reside el ''Luminar Mayor'', sumo sacerdote de Sirgga en este lado de Mundo. Extiende su tutela a todos los territorios civilizados del antiguo reino de Aldor, así como a los reinos humanos colindantes.
 
== Clero y rituales==
[[Archivo:MediaciónTemploTalia.jpg{{!}}310px{{!}}thumb{{!}}right{{!}}Mediación en el Gran Templo de Talía]]
La Iglesia de Sirgga se ha establecido firmemente en territorios humanos caracterizados por un alto grado de desarrollo y civilización. Su estructura y organización trascienden las fronteras políticas, como un pilar espiritual que se alza por encima de los poderes temporales.  
 
Los clérigos que forman la iglesia de Sirgga siguen ''“el Rastro del Hacedor”'', una senda exigente y compleja, trazada por los hechos y ejemplos de sus fieles.
   
   
En la jerarquía de la Iglesia de Sirgga, cada uno de sus fieles cumple con la misión de seguir y difundir en obra y palabra las enseñanzas de su dios, con la mirada siempre puesta en la creación de una civilización capaz de alcanzar las más altas metas, para que perdure por siempre en las crónicas del tiempo. Así, estos clérigos desempeñan múltiples roles esenciales en la sociedad, desde maestros a consejeros en momentos de conflicto y defensores de la justicia. La jerarquía de la iglesia de Sirgga se divide en cinco grandes grupos de fieles:
Cada miembro de la jerarquía eclesiástica tiene la misión de difundir en obra y palabra las enseñanzas de su dios, con la mirada siempre puesta en la creación de una civilización capaz de alcanzar las más altas metas, destinada a perdurar en las crónicas del tiempo. Por ello, los clérigos de Sirgga desempeñan múltiples funciones en la sociedad, actúan como maestros, defensores de la justicia y consejeros en tiempos de crisis.
 
La relación que se establece entre la iglesia de Sirgga y los gobernantes es delicada, y la implicación de los clérigos en la política varía según su conciencia. Sirgga no impone una forma única de actuar, sino que reconoce el libre albedrío y la complejidad de los asuntos humanos. Sin embargo, los miembros de la iglesia tienen prohibido ocupar cargos políticos para preservar su imparcialidad, garantizando así que sus acciones estén siempre orientadas a promover el orden y el entendimiento.
 
Los templos dedicados al dios, sólidas e imponentes construcciones, se erigen en el corazón de ciudades y villas importantes. Más allá del culto, también son centros de enseñanza, archivos y casas de curación para heridos y enfermos.


::::- El líder supremo es el '''''Sumo Luminar''''', único y gran pilar espiritual de la iglesia, respetado y venerado como elegido del dios y como sabio entre los sabios. Reside en el Gran Templo de Talía.
===Jerarquía de la iglesia de Sirgga===
::::- Los '''''Luminares Mayores''''' son los sumos sacerdotes de cada gran territorio, de ellos dependen los luminares menores. En el [[Continente oriental]] se encuentra en el templo de Erión.
::::- Los '''''Luminares Menores''''' se encargan de liderar y guiar grupos de clérigos de ciudades importantes o regiones específicas. Son responsables de mantener las enseñanzas de Sirgga y promover la civilización.
::::- Los '''''Clérigos de Sirgga''''' son los encargados de llevar a cabo los rituales, brindar asesoramiento espiritual y guiar a los fieles de Sirgga en su búsqueda de un propósito en la civilización. Pueden ocupar roles como sanadores, diplomáticos, mediadores en conflictos, jueces de paz, encargarse de dar educación básica e incluso actuar como consejeros de los gobernantes, aunque su fe les prohíbe asumir cargos políticos. También son los encargados de llevar la palabra de Sirgga a lugares lejanos y menos civilizados, siendo estas sus misiones más peligrosas.
Los clérigos se esfuerzan por emular a Sirgga como sabios guías de los mortales, conduciendo a la sociedad hacia la civilización y el entendimiento. El grado de intervención en asuntos políticos puede variar dependiendo del clérigo en cuestión, pero el dios de la civilización no parece censurar estas acciones, reconociendo la complejidad de los asuntos humanos y el libre albedrío de sus fieles.
::::- Por último, los '''''Acólitos''''' son el germen y el futuro de la iglesia, jóvenes que han dado sus primeros pasos en ''el rastro del Hacedor'' y se están formando para convertirse en clérigos. Asisten a los ''Luminares'' y los clérigos en sus tareas mientras aprenden las prácticas y enseñanzas de Sirgga.


Cada posición dentro de la iglesia de Sirgga, desde el ''Sumo Luminar'' hasta los jóvenes ''acólitos'', pasando por clérigos y luminares mayores y menores, así como los miembros de la [[Orden del Sol Alado]] en las Tierras Aldorianas, desempeñan un papel vital en la misión de llevar la luz de Sirgga a todos los rincones.
La jerarquía de la iglesia se divide en cinco grandes grupos:


Sus templos, majestuosas estructuras de sólida presencia, se erigen en el corazón de ciudades y villas importantes. No solo son lugares de adoración, sino también centros de aprendizaje y formación, donde se cultiva la mente y el alma de los creyentes. Además, funcionan como casas de curación, atendiendo a los enfermos y brindando apoyo en los alumbramientos que requieran de su presencia.
*El líder supremo es el '''Sumo Luminar''', único y gran pilar espiritual de la iglesia, venerado como elegido del dios y considerado un sabio entre los sabios. Reside en el Gran Templo de Talía.  
*Los '''Luminares Mayores''' son los sumos sacerdotes de cada gran territorio, de ellos dependen los luminares menores. En el [[continente oriental]], el Luminar Mayor reside en el templo de Erión.
*Los '''Luminares Menores''' lideran y guían a los clérigos de regiones y ciudades específicas. Son responsables de preservar las enseñanzas de Sirgga y fomentar el orden y la civilización en sus zonas de influencia.
*Los '''Clérigos de Sirgga''' llevan a cabo los rituales, ofrecen guía espiritual y acompañan a los fieles en su búsqueda de un propósito dentro de la comunidad. Pueden actuar como sanadores, diplomáticos, mediadores en conflictos, jueces de paz, encargarse de dar educación básica e incluso actuar como consejeros de los gobernantes. También son los encargados de llevar la palabra del dios a territorios remotos o poco civilizados, lo que a menudo representa sus misiones más difíciles y peligrosas.
*Por último, los '''Acólitos''' son el germen y el futuro de la iglesia; jóvenes aspirantes que han dado sus primeros pasos en ''el Rastro del Hacedor'' y se están formando para convertirse en clérigos. Asisten a los luminares y clérigos en sus tareas mientras son instruidos en las enseñanzas y prácticas de Sirgga.  


== <span style="color: rgb(53, 152, 219);"> Lugares sagrados </span> ==
Cada uno, desde el Sumo Luminar hasta los acólitos, —incluidos los miembros de la orden del Sol Alado en las Tierras Aldorianas—, cumple un papel importante en la misión de llevar la luz de Sirgga a todos los rincones.


Los lugares sagrados de Sirgga suelen ser construcciones hechas por los mortales; allí donde la civilización florezca, la presencia del dios se va fortaleciendo.
==Mitos y leyendas==
*'''[[Talía|Gran Templo de Talía]]''': Es el templo más grande dedicado a Sirgga en el mundo. Se encuentra en Talía, la capital del reino humano de [[Eynea]]. En él reside el ''Sumo Luminar'', líder supremo de la Iglesia de Sirgga, encargado de guiar y representar a todos los seguidores de la deidad. Su palabra se considera la voluntad de Sirgga y es uno de los grandes sabios entre los mortales.
*'''Templo de Sirgga en [[Erión]]''': Es el mayor de los templos de la deidad en tierras aldorianas y en todo el continente oriental. En él reside el ''Luminar Mayor'', sumo sacerdote del dios en este lado de Mundo. Extiende su tutela a todos los territorios civilizados del antiguo reino de Aldor, así como a los reinos humanos colindantes.


==<span style="color: rgb(53, 152, 219);"> Sirgga en Aldor </span> ==
Los mitos y leyendas sobre Sirgga hablan de un dios bondadoso, profundamente cercano a la forma de vida de los mortales. Sin necesidad de intervenir directamente, comprende sus dilemas, valora sus decisiones y defiende su libertad, aunque no con el idealismo incansable de la joven diosa [[Jaqoh]]. En muchas historias, especialmente después de la Gran Guerra, aparece como mediador entre las grandes potencias divinas, protegiendo el delicado equilibrio entre dioses y mortales.


El culto a Sirgga empezó a hacerse popular en el reino de Aldor a principios de la [[Cuarta Edad]], después de la destrucción traída por la Gran Guerra. La fe del dios de la civilización empezó a desbancar a la de Eldor hasta convertirse en la predominante en las tierras aldorianas. Los clérigos de Sirgga impulsaron enormemente su culto en la ciudad de [[Nueva Angor]] y, en la actualidad, es la deidad con más seguidores en Aldor. El templo de Erión es el más grande que tiene Sirgga en tierras aldorianas.
El dios de la civilización cree que los pueblos deben ser libres para elegir su camino, y que deben ser sus propias leyes, y no la voluntad divina, las que determinen premios y castigos. Esta visión de la justicia le ha llevado a tener fricciones con su padre, [[Eldor]], como cualquier hijo que discrepa de las severas normas de su padre; aunque sin dejar de caminar a su lado en la senda del bien y se opone sin dudar a [[Trako]], cuyas constantes maquinaciones amenazan el futuro de Mundo.  


Además, tras las consecuencias de la Gran Guerra, el clero de Sirgga de tierras aldorianas creó la Orden del Sol Alado para proteger sus templos y a sus fieles, si bien esta función terminó por extenderse a todos los habitantes de estas tierras sin tener en cuenta su fe.  
Tiene una estrecha relación con su madre, [[Sarra]], con quien comparte el amor por la vida. También le une un estrecho lazo con [[Vryllia]], a la que en algunos textos consideran su consorte y otros su hermana espiritual, unidos por las enseñanzas de [[Svrashaa]]. Sus caminos están entrelazados, civilización y naturaleza pueden chocar, pero se complementan. También es estrecha la relación de Sirgga con sus hijos, [[Dloose]] y [[Pamis]], y aunque no siempre aprueba sus decisiones, pues no deja de mirarlos con actitud paternal, deja que elijan su propio camino, igual que hace con todas sus creaciones.  


La iglesia de Sirgga junto a la Orden del Sol Alado son el símbolo de la diplomacia y la unidad allá donde se establecen.
Con [[Amal]], el dios de la guerra, mantiene una rivalidad antigua, pero extrañamente amistosa. Sirgga no rechaza el conflicto, porque aprendió que de él nacen también el cambio y la superación que permiten evolucionar a las sociedades. Por eso, en lugar de medir fuerzas en una guerra sin fin, decidió mostrar a Amal otros caminos para satisfacer su ansia por el combate. Le propuso una competición, una serie de desafíos en los que la victoria no dependía solo del uso de la fuerza. Sirgga salió vencedor, y Amal, lejos de enfadarse, disfrutó del reto y aprendió a honrar la táctica y la estrategia como formas válidas de combate.


== <span style="color: rgb(53, 152, 219);"> Nombres en otras lenguas </span> ==
== <span style="color: rgb(53, 152, 219);"> Nombres en otras lenguas </span> ==

Revisión actual del 11:12 6 jun 2025


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Sirgga
Simbolosirgga2.png
El Sol Alado Naciente
Simbología
Otros nombres El Hacedor, El Padre Oculto, El Guardián de la Civilización
Representación Un hombre maduro, con rostro sereno, toga y martillo ceremonial. A veces junto a un dragón
Simboliza Civilización
Colores Blanco, negro y dorado
Armas Martillo ligero
Árbol Abeto, olivo
Mes junio, mes de los nacimientos
Influencia y valores
Defiende La civilización, las leyes y el bien
Combate La barbarie, el salvajismo y el caos
Alineamientos permitidos Los alineamientos de los fieles de Sirgga son:
  • Legal Bueno
  • Neutral Bueno
  • Neutral
Bendice a Arquitectos, gobernantes, albañiles, códices de leyes
Culto
Lugares sagrados Grandes ciudades, Gran Templo de Talía en Eynea, Templo de Sirgga en Erión
Iglesia Muy estructurada. Compuesta por:
  • Luminares —clérigos—
  • Orden del Sol Alado —caballeros—
Festividad Liturgias durante su mes dedicado. Fundaciones de templos, asentamientos, agrupaciones e instituciones y el registro de nuevas uniones y nacimientos
Dogma
"La civilización es el único camino hacia la armonía y el verdadero progreso. Mantén el orden, imparte justicia y busca el bien común. Rechaza toda forma de caos, barbarie y salvajismo, pues niegan la unidad entre los pueblos y el fruto del esfuerzo compartido. Donde hay civilización, hay esperanza; donde hay ley, hay progreso"

Según el Mito de la Creación, Sirgga es hijo de Sarra y Eldor. Se le considera el padre de las grandes razas mortales, los seres pensantes que se alzan sobre el resto de animales y bestias que habitan Mundo. Algunas leyendas cuentan que Sirgga nació cuando los primeros mortales cobraron consciencia; otras que aprendió los secretos de la creación de Svrashaa, el primer dragón, y los usó para dar vida a criaturas distintas a los animales de Vryllia.

Sirgga creó las cuatro razas primigenias como ofrenda a cada uno de los dioses mayores: los elfos para Eldor, los lomb para Sarra, los enanos para Trako y los leitnas para Leit. A partir de estas primeras razas surgieron muchas otras, y la obra de Sirgga cambió Mundo para siempre.

Ámbitos de influencia

Sirgga es un dios del bien. A lo largo de las edades, los pueblos de Mundo lo han invocado con distintos nombres y lo han venerado bajo múltiples aspectos. Aunque sus ritos y representaciones varían según el lugar, en todos lados es reconocido como una deidad civilizadora y su culto prospera en los núcleos urbanos.

El Hacedor

Cuentan las leyendas, que Sirgga nació del amor verdadero entre Eldor y Sarra, pero a diferencia de otros dioses, no vino a Mundo con un propósito definido. Vagó errante, buscando un sentido a su existencia, y en sus viajes encontró a Svrashaa, el padre de los dragones, que lo tomó como discípulo y le enseñó secretos que los otros dioses menores desconocían, como el poder de infundir consciencia. Y con este don, Sirgga moldeó a las razas primigenias, pero también nacieron de su voluntad dos dioses gemelos, Pamis y su hermana Dloose, a quienes confió la tarea de otorgar libre albedrío e inspiración a los mortales.

Sirgga se convirtió así en un dios creador y protector de los nacimientos, no en el sentido de fertilidad o el parto, sino como dios de las fundaciones en sentido amplio: el nacimiento de un nuevo ciudadano, la fundación de una aldea, el juramento de un gobernante y cualquier compromiso que sirva como cimiento a las comunidades. También se le considera dios del amor y el matrimonio, no solo por su origen, sino porque valora los lazos que unen a los mortales. El amor duradero funda hogares y perpetúa linajes, es un símbolo de deber, continuidad y renovación.

El Padre Oculto

Sirgga encontró su propósito y, aunque procura no intervenir directamente en los asuntos mortales, siempre se ha preocupado por su bienestar y les ha enseñado los secretos que sostienen la civilización, haciéndo sus vidas mas llevaderas. Amó a todas sus criaturas, pero mostró especial predilección por los humanos, descendientes de los lomb, que creó como regalo a su madre Sarra. Fascinado por su fragilidad y su potencial, los acompañó con especial cuidado en su crecimiento y aprendizaje, viendo en ellos el reflejo de su propia búsqueda de propósito y conocimiento.

El Guardián de la Civilización

Aunque Sirgga es adorado por muchas razas y las aprecia a todas por igual, la tutela que ha ejercido sobre los humanos ha hecho que se le considere como un dios propio de estas civilizaciones. El dios no ha olvidado a los demás, pero el éxito de los humanos al extenderse más que otras razas y fundar civilizaciones prósperas hasta en los lugares más recónditos de Mundo hace que se sienta especialmente orgulloso de ellos. Efímeros y frágiles, se levantan una y otra vez, alzan nuevas ciudades, reconstruyen murallas, y crean usos y costumbres, sabiendo que quizá no serán ellos quienes vean el fruto de tanto esfuerzo.

Por eso Sirgga les dio las leyes, las formas de gobierno y las estructuras que permiten la convivencia frente al caos. La barbarie y el desorden deben ser contenidas mediante la persuasión, el ejemplo, la palabra y la razón; y solo cuando todo ello falla, mediante la imposición del orden legítimo, si es preciso con las armas.

El culto a Sirgga

La presencia de Sirgga en la historia de los mortales ha sido constante, aunque rara vez intervenga de forma directa. A través de la inspiración y el ingenio de los corazones y mentes mortales, ha influido en el devenir de las edades y los acontecimientos posiblemente más que ningún otro dios, pero sin imponer su voluntad. Tras crear a las primeras razas, el dios de la civilización prefirió observar cómo cada una se desarrollara por sí misma, limitándose a actuar solo en los momentos más críticos.

Sirgga ha sido especialmente venerado por las grandes civilizaciones humanas, y su fe fue dominante en el antiguo imperio belenio. Tras la fragmentación del Imperio, eyneos y lénicos mantuvieron el culto a Sirgga como deidad principal, y así ha sido a lo largo de los tiempos. Desde allí, su doctrina se extendió a otros territorios, aunque como Guardián de la Civilización, siempre ha estado ligado a espacios urbanos y reinos estables. Los reinos más jóvenes, sobre todo en tiempos de conflicto, siempre tendieron a buscar respuestas en dioses más absolutos como Eldor o Trako, cuyos caminos en la luz y la oscuridad son más evidentes.

Aun así, el nombre de Sirgga rara vez falta en los momentos solemnes. Es a él a quien se invoca en la fundación de una ciudad, en la redacción de un código de leyes, en la firma de un tratado o la proclamación de gobernantes. Su voz no siempre ha sido la más clamorosa, pero ha acompañado a los pueblos allá donde aspiraban a construir algo llamado a perdurar.

Sirgga en Aldor

El culto a Sirgga empezó a hacerse más popular en el reino de Aldor a principios de la Cuarta Edad, después de la Gran Guerra. La destrucción y el caos que trajo el conflicto, y sus terribles consecuencias, hicieron que muchos fieles buscaran en la figura del dios de la civilización un modelo de orden, justicia y esperanza, apartado de los rígidos dogmas de Eldor y el culto a otros dioses mayores. Los clérigos de Sirgga impulsaron enormemente su culto en la ciudad de Nueva Angor, convertida en la única gran urbe que resistía frente a la devastación llegada desde Udukán.

Con el tiempo, el clero aldoriano creó la Orden del Sol Alado con el objetivo de iniciar la reconstrucción del reino y proteger a sus habitantes más allá de los muros de la ciudad. Su labor ayudó a extender aún más la fe en Sirgga, acompañando a los clérigos del Hacedor en la reconstrucción de aldeas y la recuperación de viejos caminos. El culto se extendió con rapidez, ganando terreno a otras doctrinas, aunque conviviendo con los sencillos cultos tradicionales a Vryllia, vinculados a la cosecha, el ganado y los ciclos naturales.

En la actualidad, Sirgga es el dios con más seguidores en las tierras aldorianas. El templo de Erión es el más grande de los dedicados al padre de la civilización en el continente Oriental, y su influencia se ha visto fortalecida por el apoyo de la casa Slotter, que promueve su culto como símbolo de unidad y reconstrucción, impulsando mejoras en la red de postas y caminos, construyendo puentes, y consolidando el control sobre villas y aldeas, restaurando poco a poco el orden perdido.

Lugares sagrados

Los lugares sagrados de Sirgga son, en general, construcciones hechas por los mortales. Allí donde la civilización florezca, la presencia del dios se irá fortaleciendo.

  • Gran Templo de Talía: es el templo más grande dedicado a Sirgga. Se encuentra en Talía, capital del reino humano de Eynea. En él reside el Sumo Luminar, líder supremo de la Iglesia de Sirgga, encargado de guiar y representar a todos los seguidores del dios. Su palabra se considera la voluntad de Sirgga y se le considera uno de los grandes sabios entre los mortales.
  • Templo de Sirgga en Erión: es el mayor de los templos de esta deidad en tierras aldorianas y en todo el continente Oriental. En él reside el Luminar Mayor, sumo sacerdote de Sirgga en este lado de Mundo. Extiende su tutela a todos los territorios civilizados del antiguo reino de Aldor, así como a los reinos humanos colindantes.

Clero y rituales

Mediación en el Gran Templo de Talía

La Iglesia de Sirgga se ha establecido firmemente en territorios humanos caracterizados por un alto grado de desarrollo y civilización. Su estructura y organización trascienden las fronteras políticas, como un pilar espiritual que se alza por encima de los poderes temporales.

Los clérigos que forman la iglesia de Sirgga siguen “el Rastro del Hacedor”, una senda exigente y compleja, trazada por los hechos y ejemplos de sus fieles.

Cada miembro de la jerarquía eclesiástica tiene la misión de difundir en obra y palabra las enseñanzas de su dios, con la mirada siempre puesta en la creación de una civilización capaz de alcanzar las más altas metas, destinada a perdurar en las crónicas del tiempo. Por ello, los clérigos de Sirgga desempeñan múltiples funciones en la sociedad, actúan como maestros, defensores de la justicia y consejeros en tiempos de crisis.

La relación que se establece entre la iglesia de Sirgga y los gobernantes es delicada, y la implicación de los clérigos en la política varía según su conciencia. Sirgga no impone una forma única de actuar, sino que reconoce el libre albedrío y la complejidad de los asuntos humanos. Sin embargo, los miembros de la iglesia tienen prohibido ocupar cargos políticos para preservar su imparcialidad, garantizando así que sus acciones estén siempre orientadas a promover el orden y el entendimiento.

Los templos dedicados al dios, sólidas e imponentes construcciones, se erigen en el corazón de ciudades y villas importantes. Más allá del culto, también son centros de enseñanza, archivos y casas de curación para heridos y enfermos.

Jerarquía de la iglesia de Sirgga

La jerarquía de la iglesia se divide en cinco grandes grupos:

  • El líder supremo es el Sumo Luminar, único y gran pilar espiritual de la iglesia, venerado como elegido del dios y considerado un sabio entre los sabios. Reside en el Gran Templo de Talía.
  • Los Luminares Mayores son los sumos sacerdotes de cada gran territorio, de ellos dependen los luminares menores. En el continente oriental, el Luminar Mayor reside en el templo de Erión.
  • Los Luminares Menores lideran y guían a los clérigos de regiones y ciudades específicas. Son responsables de preservar las enseñanzas de Sirgga y fomentar el orden y la civilización en sus zonas de influencia.
  • Los Clérigos de Sirgga llevan a cabo los rituales, ofrecen guía espiritual y acompañan a los fieles en su búsqueda de un propósito dentro de la comunidad. Pueden actuar como sanadores, diplomáticos, mediadores en conflictos, jueces de paz, encargarse de dar educación básica e incluso actuar como consejeros de los gobernantes. También son los encargados de llevar la palabra del dios a territorios remotos o poco civilizados, lo que a menudo representa sus misiones más difíciles y peligrosas.
  • Por último, los Acólitos son el germen y el futuro de la iglesia; jóvenes aspirantes que han dado sus primeros pasos en el Rastro del Hacedor y se están formando para convertirse en clérigos. Asisten a los luminares y clérigos en sus tareas mientras son instruidos en las enseñanzas y prácticas de Sirgga.

Cada uno, desde el Sumo Luminar hasta los acólitos, —incluidos los miembros de la orden del Sol Alado en las Tierras Aldorianas—, cumple un papel importante en la misión de llevar la luz de Sirgga a todos los rincones.

Mitos y leyendas

Los mitos y leyendas sobre Sirgga hablan de un dios bondadoso, profundamente cercano a la forma de vida de los mortales. Sin necesidad de intervenir directamente, comprende sus dilemas, valora sus decisiones y defiende su libertad, aunque no con el idealismo incansable de la joven diosa Jaqoh. En muchas historias, especialmente después de la Gran Guerra, aparece como mediador entre las grandes potencias divinas, protegiendo el delicado equilibrio entre dioses y mortales.

El dios de la civilización cree que los pueblos deben ser libres para elegir su camino, y que deben ser sus propias leyes, y no la voluntad divina, las que determinen premios y castigos. Esta visión de la justicia le ha llevado a tener fricciones con su padre, Eldor, como cualquier hijo que discrepa de las severas normas de su padre; aunque sin dejar de caminar a su lado en la senda del bien y se opone sin dudar a Trako, cuyas constantes maquinaciones amenazan el futuro de Mundo.

Tiene una estrecha relación con su madre, Sarra, con quien comparte el amor por la vida. También le une un estrecho lazo con Vryllia, a la que en algunos textos consideran su consorte y otros su hermana espiritual, unidos por las enseñanzas de Svrashaa. Sus caminos están entrelazados, civilización y naturaleza pueden chocar, pero se complementan. También es estrecha la relación de Sirgga con sus hijos, Dloose y Pamis, y aunque no siempre aprueba sus decisiones, pues no deja de mirarlos con actitud paternal, deja que elijan su propio camino, igual que hace con todas sus creaciones.

Con Amal, el dios de la guerra, mantiene una rivalidad antigua, pero extrañamente amistosa. Sirgga no rechaza el conflicto, porque aprendió que de él nacen también el cambio y la superación que permiten evolucionar a las sociedades. Por eso, en lugar de medir fuerzas en una guerra sin fin, decidió mostrar a Amal otros caminos para satisfacer su ansia por el combate. Le propuso una competición, una serie de desafíos en los que la victoria no dependía solo del uso de la fuerza. Sirgga salió vencedor, y Amal, lejos de enfadarse, disfrutó del reto y aprendió a honrar la táctica y la estrategia como formas válidas de combate.

Nombres en otras lenguas

  • Eyneo y lénico: Átura (Visionario)
  • Yag: Man'tyrel (El Escritor)
  • Norteño: Lonurth (Padre del Más Allá)
  • Merón: Cinu'uni (Inventor de Ingenios)