Svrashaa

Gran Padre, el Sabio

• Color: multicolor.
• Género: indeterminado.
• Edad: indeterminada, se cree que más de 30.000 años.
• Alineamiento: neutral.
• Guarida: desconocida.

Svrashaa nace poco tiempo después que los dioses mayores. Aunque hermanos de sangre, los dioses y Svrashaa niegan parentesco alguno entre ambos. Símbolo de este desacuerdo entre él y sus hermanos, el primer dragón pidió al Gran Padre que le creara un hogar, donde pudiera retirarse lejos del contacto con sus hermanos. Marish le concedió una extensa isla, que sería bautizada con el mismo nombre que su inquilino: la Gran Isla de Svrashaa.

Durante dos eras acumuló tal cantidad de conocimientos que los dioses lo reconocieron como la criatura más sabia de entre los seres inmortales. Entre los numerosos dioses que poco a poco aparecían, hubo uno que se fijo en el ya anciano dragón. Este fue Sirgga, aún joven e inexperto.

Svrashaa enseñó al joven hijo de Eldor y Sarra muchos secretos. Entre éstos, la habilidad de crear la vida. Dicho poder fue usado por Sirgga poco tiempo después para crear los primeros seres inteligentes que hoy pueblan el mundo. Los nuevos inquilinos de la isla del dragón pasaron a la tutela de éste, y así permanecerían durante diez mil años.

Pero pronto, el maligno Trako corrompió a unos pocos de cada raza y creó de este modo a las razas oscuras. De este desvío del sendero de la luz surgieron los primeros conflictos. Las guerras empezaron a sacudir la isla.

En ese clima bélico, Svrashaa se mantuvo al margen y poco tiempo después tuvo a sus dos primeras hijas, Crisobia y Tanezros. Ya terminada la guerra en la luz y la oscuridad, al ya cansado dragón le esperaba otra guerra fraticida. Esta vez Crisobia y Tanezros se batieron en un gran combate que sacudió la isla y acabó por hundirla. Hoy la cima del hogar de Svrashaa es conocida como Balesto.

El dragón multicolor abandonó a su suerte a sus dos hijas, y aun ahora se cuenta que a veces un anciano pide ayuda a gentes de todo el mundo. Si dicha ayuda es concedida, éste se muestra en su verdadera forma: un dragón que desprende un arco iris en sus alas y que concede los deseos de los justos.