Sirgga

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Símbolo de Sirgga
Títulos: El Hacedor, El Padre Oculto, El Guardián de la Civilización
Símbolo: Un sol amaneciendo, con dos alas detrás; una negra y la otra blanca.
Influencia en: La civilización, las leyes, el matrimonio, los nacimientos.
Colores: Blanco, negro y dorado.

Sirgga es hijo de Sarra, y en algunas crónicas también de Eldor, y es considerado como el padre de las razas mortales, de los seres pensantes que se alzan sobre el resto de animales y bestias. Sirgga nacería correspondiendo al deseo de su madre y padre de crear criaturas que alabaran la hermosa obra que había sido Mundo. En algunos relatos dicen que Sirgga nació a la par que los primeros mortales cobraron consciencia de si mismos y, en otras, que aprendió los secretos para crear nuevas criaturas, distintas a los animales de Vryllia, del primer dragón Svrashaa. De acuerdo con el mito, Sirgga creó las cuatro razas mortales y las ofrendó a cada uno de los dioses mayores: los elfos para Eldor, los lomb para Sarra, los enanos para Trako y los leitnas para Leit. Aunque posteriormente surgieron numerosas razas menores o nuevas partir de las primeras, la obra de Sirgga cambió el mundo para siempre.

El Hacedor

El mito señala que cuando Sirgga nació lo hizo sin tener clara la razón de su existencia. Algunos dicen que es el único dios nacido del genuino amor entre Eldor y Sarra, y por esa razón su nacimiento no obedeció a ningún propósito directo como fueron Vryllia, Ruballa o Jaqoh, sus mayores. El futuro dios de la civilización vagó por el mundo buscando un propósito y lo acabó encontrando como pupilo de Svrashaa, el padre de los dragones, de quien aprendió grandes secretos que otros dioses ignoraban como el don de crear consciencia o conocimientos que luego enseñaría a los mortales. De aquella relación surgió una amistad que hoy aun dura, pues Sirgga, aunque ama a todos los mortales, siente un profundo cariño hacia los dragones.

El Padre Oculto

Sirgga había encontrado su propósito y crearía las razas mortales como presente para los dioses mayores para alabar su creación, pero los mortales poseían el don de la consciencia y, en consecuencia, del libre albedrío. Pero Sirgga no se desentendió de los mortales, siguió preocupándose por ellos y les enseñó múltiples secretos para hacer de sus vidas más llevaderas creando los cimientos de la civilización. El dios amó a todos los mortales y deseaba verles crecer y aprender, como él mismo lo hiciera antes de crearlos. Se alegraba de sus logros y entristecía al verlos sufrir, pero cuando nacieron los humanos el joven dios quedó fascinado.

Guardián de la Civilización

Aunque Sirgga es adorado por muchas razas y las aprecia por igual, los humanos ocupan un lugar especial en el corazón del dios. Ha tutelado sus pasos desde el principio, inspirado sus creaciones y fomentado su desarrollo, por lo que en muchas ocasiones se le ha considerado una deidad que sólo se preocupa por la raza humana olvidando las demás. Esto es falso, pues Sirgga cuida de todas las razas por igual, pero el éxito de los humanos al extenderse más que las demás hace que se siente especialmente orgulloso de estos. Pero Sirgga también es un dios familiar, bendice las familias y matrimonios, y protege los nacimientos del mismo modo que él nació de la unión de Eldor y Sarra.

Historia

La presencia de Sirgga en la historia de los mortales es amplia y significativa. Es un dios bastante intervencionista, más incluso que Eldor o Trako, pero siempre lo hace en forma de inspiración o genialidad en los corazones y mentes mortales. Después de crear las primeras razas, el dios de la civilización observó su evolución dejando que cada se desarrollara por si misma ayudando únicamente en los momentos críticos de estas. Se unió a Eldor en numerosas ocasiones contra las pretensiones de Trako, pues, decepcionado con el dios del fuego, veía que las ambiciones de éste amenazaban la existencia de los mortales a los que tanto cariño había tomado. En las numerosas guerras en las que Sirgga ha tomado parte, nunca lo ha hecho porque crea que Trako deba ser destruido o porque se oponga genuinamente al Mal, sino por defender a sus hijos de cualquier calamidad de origen divino.

A lo largo de las edades, Sirgga ha sido adorado especialmente por los humanos y su fe fue la dominante en el antiguo imperio belenio. Después de que el imperio se fragmentara, eyneos y lénicos siguieron teniendo a Sirgga como su deidad principal, y así ha sido hasta estos tiempos. Sirgga sufrió enormemente durante la Gran Guerra, cuando Trako alzó sus huestes contra los reinos del continente oriental y se sintió impotente al ver miles y miles de muertos. Sintió una gran decepción por Eldor, quien veía tan causante a este como Trako de esta destrucción, y ese distanciamiento se reflejó en la devoción de los mortales supervivientes que empezaron a apartarse de las rígidas enseñanzas del dios de la luz en favor del abrigo de Sirgga. A pesar de que el dios de la civilización haya sustituido como fe dominante a Eldor en las tierras aldorianas y sienta ese rechazo a la eterna guerra de la luz y la oscuridad, Sirgga sin duda acudiría en favor de Eldor y la situación lo requiriera. Al fin y al cabo, sabe que los mortales solo tienen un futuro de libertad si la luz sigue brillando frente a las pretensiones de la sombra.

Relaciones con otros dioses

Venerado por elfos y hombres, representa la sabiduría y creatividad, del amor entre almas y la unión entre personas.

Datos generales

  • Categoría: Dios menor
  • Símbolos: Un sol amaneciendo, con dos alas detrás; una negra y la otra blanca.
  • Otros nombres: El Creador, El Padre Oculto
  • Alineamiento: caótico bueno
  • Dominios: bien, curación, magia, sol, suerte, caos.

Mitos y leyendas

Historia reciente

Clero y rituales

Otros datos

  • Morada: Isla de Balesto
  • Colores: Blanco, negro y dorado.
  • Áreas de influencia: La civilización, los laboratorios alquimistas y las bibliotecas.
  • Adoradores: Alquimistas, médicos y filósofos, artistas y los matrimonios.
  • Arma favorecida: Amor de padre (bastón)
  • Clase preferida: Hechicero.
  • Vestimentas predilectas: Túnicas en esencia.

Nombres en otras lenguas

  • Eyneo y lénico: Átura (Visionario)
  • Yag: Man'tu'el (El Escritor)
  • Norteño: Lonurth (Padre del Más Allá)
  • Merón: Cinu'uni (Inventor de Ingenios)