Categoría:Dragones Primigenios
Herederos de las más magníficas leyendas, los dragones son reconocidos como señores de los aires y de las criaturas mágicas más poderosas de Mundo. Durante generaciones han sembrado el imaginario de miles con terribles actos de destrucción o nobles actos de bondad. Las grandes sierpes, hijas del Multicolor, gobernaron los cielos a lo largo de las edades del tiempo, pero víctimas de su propio poder su presencia ha ido menguando con el tiempo.
Origen
Nos llega la balada de Amis Leridia, un trovador de los viejos tiempos del Imperio Belenio. A él le debemos el fragmentado Cantar de las Eras Remotas donde nos detalla la aparición y nacimiento de los primeros dragones. Cuenta este cantar que Marish, el Gran Padre, engendró a sus cuatro hijos: Eldor, Sarra, Leit y Trako, y les encomendó la protección de cada uno de los elementos, pero la Voluntad Eterna daría a luz a un quinto descendiente, Svrashaa, que encarnaría el caos de aquellos elementos como fuerza indómita de la creación.
Svrashaa no era en absoluto una fuerza destructora, sino uno de los seres más sabios de los inmortales y acabaría siendo el maestro del dios Sirgga. En aquellos tiempos remotos el Multicolor reuniría tales conocimientos que su mismo ser era incapaz de contenerlos. Fue entonces cuando tomó la decisión de dar a luz a una nueva generación de su estirpe para compartir esa carga y ese poder inconmensurable. Así fue como nacieron las dragonas Crisobia y Tanezros, aquellas que deberían compartir la responsabilidad y la carga del poder del primer dragón. Pero lo que en un principio fuera un gran don, lentamente fue tornándose maldición. Pues cada generación posterior, aquel poder primigenio del Padre de los Dragones fue diluyéndose hasta que llegue el día que los grandes señores de los aires de Mundo no sean más que coléricas bestias del caos y la naturaleza.
El dragón
El dragón es una criatura de aspecto reptil. Existen varias razas dentro de la especie, pero todas comparten un tamaño enorme en su edad adulta, escamas duras como el mejor de los metales y cierta afinidad con lo arcano. Su inteligencia varía según su generación, y esta va desde los intelectos superiores como las madres dragón a los descontrolados dragones salvajes que vagan por Mundo como simples depredadores.
Algunos de los dragones poseen poderosas alas con las que vuelan los cielos, esta es la imagen más extendida del dragón, pero hay razas dracónicas que carecen de estos miembros como los dragones de tierra o de agua. Todos poseen una aguada vista que les permite ver en la oscuridad y a grandes distancias. Su olfato es muy fino que repunta por el instinto depredador que poseen todos los dragones. Las grandes sierpes son consideradas como los cazadores perfectos, y la gran mayoría enfoca todos sus retos bajo esa premisa básica: ellos son los cazadores y los demás las presas. Este carácter viene impreso en todos los descendientes del Multicolor, sean cuales sean sus naturalezas. Ningún dragón, sea benévolo o malvado, desdeñará un reto en el que pueda demostrar su gran poder y astucia ante sus rivales.
Los dragones pueden reproducirse de forma asexual, como lo hiciera el mismo Svrashaa, sin necesidad de tener que aparearse. Estos nacimientos consumen gran parte del poder vital del dragón, pues está usando su propia fuerza vital para dar a luz a su descendencia, y son casos raros. Aun así, los dragones también pueden procrear en pareja, siguen poseyendo siendo hembras y machos, por lo que en un inicio existió una gran población de dragones que por causas obvias, como la imposibilidad de mantener poblaciones tan grandes, hoy ya no existen.
Existen dos ramas dracónicas descendientes de las dragonas Crisobia y Tanezros. Los primeros suelen mantenerse ajenos, o a veces colaborar, con las demás especies de Mundo. Los segundos son generalmente malvados y ambiciosos buscando siempre engrosar sus tesoros y su poder a cualquier costa. Con el tiempo esta división según la ascendencia del dragón fue perdiéndose y en la actualidad depende de la generación del dragón o la influencia que ha tenido este durante su etapa de crecimiento.
Existen cuatro generaciones de dragones. La primera, la Generación Primigenia, está formada únicamente por Crisobia y Tanezros, y ambas controlan prácticamente todo el potencial de su padre. La segunda generación, Generación de Adamantio, son los primeros dragones hijos de estas dos últimas citadas. Aunque enormemente poderosos ya no poseen el nivel de sus progenitoras. La Generación de Mithril es la siguiente, sus miembros aun poseen gran inteligencia y poder, pero sus instintos primarios afloran con mayor virulencia y frecuencia. La cuarta Generación de Bronce son el último escalón antes del abismo de lo salvaje, estos dragones aun pueden razonar, pero su nivel intelectual estaría poco más encima de la media humana. Los dragones salvajes ocupan una quinta generación que es repudiada por los dragones más puros. Estas sierpes ya no razonan, no son más que animales extremadamente astutos y depredadores. A lo largo de los tiempos los dragones se han ido imponiendo, y tras la Segunda Guerra Dracónica la mayor parte de las sierpes de generaciones anteriores han ido extinguiéndose sea por la competencia por el territorio o la cacería que han sufrido a manos de los mortales.
Aunque los eruditos no se ponen de acuerdo del todo, una posible clasificación de los dragones según su edad podría ser la siguiente:
- Cría: 0 - 100
- Joven: 100 - 300
- Adulto: 300 - 3.000
- Anciano: 3.000 - 6.000
- Venerable: 6.000 - 12.000
- Ancestral: >12.000
Aún así, opinan los sabios de Yag-Soldor que el poder y la sabiduría de los dragones dependen también de su generación dracónica, también de su raza, experiencias o acceso a fuentes de poder varias. Por ejemplo, en base a las leyendas y estudios que se han analizado, se puede deducir que el gran gusano Svaard tiene tanta fuerza y poder como Kraayl o Aidel, siendo éstos más ancianos.
La vida de los dragones es más larga incluso que la de los yag. Al parecer se desconoce realmente cuánto tiempo pueden llegar a vivir.
La sangre
La sangre de los dragones es de los elementos mágicos más poderosos que puedan existir en Mundo. Codiciada por alquimistas, cazadores, magos, clérigos y todo aquel que conoce sus múltiples y útiles usos, se han llegado a cometer verdaderas atrocidades para obtener lo que fuera tan solo un vial de sangre de dragón pura. La sangre de los dragones era originalmente dorada, pero generación tras generación fue oscureciéndose hasta tornarse roja. Este cambio no solo afecta a su pigmentación, sino que afecta también al poder mágico de la misma sangre.
Se dice que la sangre funciona como un inhibidor de los instintos primarios de los depredadores que son, pero también sirve como catalizador cuando manipulan el Tapiz. Al contrario que los humanos, por ejemplo, "que retienen sus instintos básicos subyugados al raciocinio mediante complejos procesos alquímicos en sus cerebros", según palabras del erudito meronés Erentor Nicalopalokos, para los dragones su sangre cumple la misma función. Es por esta razón que los mortales aprecian tanto la sangre dracónica, pues sus poderosas aptitudes mágicas dotan a cualquier elemento de enormes posibilidades a la hora de transmutar o experimentar.
No hace falta decir que a generación más reciente menor es el poder de la sangre, aunque incluso la sangre de un dragón salvaje es valiosa.
Las generaciones
La edad de los dragones no marca siempre el poder de la criatura como hemos citado anteriormente. En vez de esto entre las grandes sierpes la importancia de la generación a la que pertenecen cobra capital importancia. La pureza de sangre va diluyéndose por cada generación y cuanto más reciente sea esta más lejos estará del auténtico poder del Padre de los Dragones.
La generación marca el poder y la relevancia del dragón y, por lo general, su antigüedad. Decimos esto puesto que el apareamiento de dos dragones de una misma generación permite mantener la pureza de sangre. En cambio apareamientos entre dragones de distintas generaciones siempre prevalecerá la sangre más débil, así como las nidadas de dragones solitarios cuya debilidad será aun mayor en su descendencia.
Las cinco generaciones las describimos a continuación.
- La Generación Primigenia, o dragones primigenios, podrían no ser considerados como generación propiamente dicha, pero el primer erudito en clasificar los dragones, el profesor Maseus de Émpora, acuñó este término para referirse a la triada de Svrashaa, Crisobia y Tanezros. Estas sierpes primitivas ostentan poderes muy superiores al de cualquier otro dragón, siendo el más poderoso el primer dragón. Tienen en común que todos ellos son adorados como divinidades en algunos lugares, pero tienen poco interés en estos cultos ocasionales. Existen rumores que el mismo Multicolor ya nunca desciende entre los mortales como antaño, o que las hermanas dragón permanecen dormidas en sus guaridas secretas.
- La Generación de Adamantio, o la primera generación, sería la saga de los grandes dragones míticos como Aidel, Kraayl o Asghasheeva. Los pertenecientes a esta generación gozan de grandes poderes arcanos e inteligencia superiores, quedan muy pocos y rara vez abandonan sus guaridas. En la historia más reciente el más conocido fue Svaard el Gran Gusano que siendo contemporáneo a dragones de generaciones posteriores a la suya era mucho más poderoso que estos. El hecho de ser hijo directo de la propia Tanezros le otorgó esa posición de poder como sufriría el dragón solar Tarel en los años anteriores a la Gran Guerra.
- La Generación de Mithril, o la segunda generación, contempla también reconocidas y poderosas sierpes como Amornakay, Luán o Tarel. Hijos de la primera generación de dragones, estas sierpes serían de las primeras que empezarían a interesarse por las civilizaciones mortales como el dragón del aire Adnel que, según la leyenda, fundó el reino de Eynea o el mismo Luán, elegido del dios Leit como guardián de sus tesoros y sus secretos.
- La Generación de Bronce, o la tercera generación, entraría en un momento crítico de la historia dracónica. En los tiempos del rey eyneo Trato II se llevaría a cabo el genocidio conocido como la Purga de los Dragones, en la que muchos jóvenes dragones fueron exterminados por mercenarios y buscadores de gloria. Tras una persecución que casi los llevó a la extinción en occidente, los dragones de la segunda generación se vieron volcados en un continuado ciclo de reproducción de la que nacerían dragones como Uurt o Fyaterralar. Aun manteniendo la inteligencia y el raciocinio, los instintos primarios de estos dragones son muy poderosos que a veces han terminado por traer desgracias al dejarse llevar por estos instintos. Quizá estos sean los últimos dragones inteligentes más extendidos, pues poco a poco los dragones salvajes van extendiendo su dominio sobre sus antecesores.
- Los dragones salvajes son la quinta generación de las grandes sierpes. Han perdido el uso de la razón o cualquier rastro de intelecto superior no siendo más que astutos depredadores y formidables adversarios. Cada vez más numerosos, los dragones salvajes se extienden dando caza a sus mismos progenitores como una plaga que, por suerte, suele mantenerse gracias a los siempre dispuestos cazadores y aventureros.
Tipos de dragones
Svrashaa el gran padre multicolor, nacido antes de Mundo, y sus hijas Tanezros y Crisobia, llamadas ancestrales, dominan los cuatro elementos. Sin embargo su estirpe, nacida y limitada a las restricciones del mundo, ha visto como su naturaleza y su poder se han orientado a uno de los elementos, perdiendo dominio sobre los otros tres. Esta orientación se ha ido incrementando en cada generación de dragones, de forma que los más antiguos, hijos de las ancestrales, aún poseían poder sobre otros elementos aparte del suyo, poder éste que han perdido los dragones más jóvenes.
De esta forma, podemos considerar cuatro clases de dragones en Mundo, según el elemento al que se inclina su naturaleza. Dentro de cada una de estas clases los expertos distinguen a su vez varios tipos de dragones:
Dragones de aire
Dragón dorado
Dragón argénteo
Dragones de tierra
Los dragones de tierra son duros y resistentes como las rocas del mundo o los troncos de los árboles ancestrales. No suelen servir a Sarra ni a otros señores, y rara vez se asocian entre ellos. Prefieren vidas solitarias, lejos de núcleos habitados.
Destacan por su constitución, siendo los dragones más resistentes.
Dragón terrestre
Los dragones terrestres son grandes sierpes, a menudo sin alas o con alas reducidas que no les permiten el vuelo. El tono de sus escamas va desde las arenas doradas del desierto hasta el marrón y gris de las raíces montañosas. Escavan grandes madrigueras y almacenan comida y tesoros.
Dragón forestal
Los dragones forestales se caracterizan por su menor tamaño y su agilidad para volar entre las copas de los árboles. Suelen ser de color pardo o verde, y pueden permanecer inmóviles perfectamente camuflados entre la espesura.
Cazan por emboscada, e incluso a veces cooperan entre dos o tres dragones para acorralar grandes presas.
Dragones de agua
Los dragones de agua son queridos en el corazón de Leit, y aprendieron de éste su templanza, aunque si llegan a encolerizarse pueden ser terribles en su ira.
Muchos habitan en las profundidades marinas y rara vez salen a la superficie, y todos procuran estar siempre cerca de fuentes de agua, sean lagos, ríos, nieve o hielo. Destacan por su destreza y agilidad.
Dragón marino
Dragón de hielo
Dragones de fuego
Los dragones cuya naturaleza se basa en el fuego suelen ser malignos, aunque no siempre es así. Algunos sirven a Trako, otros sólo a sí mismos, y otros pueden ser capaces de aceptar u ofrecer ayuda, según cada ocasión.
Todos comparten sin embargo el ansia de poder, sea éste basado en las riquezas, la magia o el control de otras criaturas. Suelen destacar por su fuerza y poder ofensivo, siendo los dragones que atacan con más frecuencia e intensidad.
Dragón ígneo
Los dragones ígneos son rojos como la sangre o las llamas del infierno, con tonalidades que van desde el bermellón y escarlata hasta el granate. Furiosos guardianes de tesoros, sus poderosas garras y su aliento de fuego les han granjeado una merecida fama como criaturas peligrosas y enemigos formidables, hasta el punto de que cuando el vulgo piensa en un dragón a menudo es un dragón ígneo lo que tienen en mente.
Los dragones ígneos matan para cazar, o para defender sus guaridas y tesoros, o por el simple placer de destruir y arrasar lo que encuentran a su paso. Aunque su furia y belicosidad los pueda asemejar a grandes bestias sedientas de sangre, su inteligencia y perspicacia no es menor que la de otros dragones.
Dragón negro
Los dragones negros, con escamas azabaches como el más oscuro carbón, suelen ser malignos como los ígneos, pero en lugar de causar la destrucción mediante el fuego y la violencia desatada, suelen preferir el uso de la nigromancia y las artes arcanas.
Suelen ser enemigos poderosos, dueños de un gran poder mágico que usan con mortal maestría.
Dragón sombrío
También llamados dragones de ceniza, los dragones sombríos son raros en la historia, pues no frecuentan lugares habitados y suelen intentar pasar desapercibidos, ocultándose en las sombras. Sin embargo el estímulo adecuado puede en cualquier momento volver a encender las brasas de su alma y hacerles mostrar su furia mortal.
Son maestros de la sombra, el engaño y la ofuscación.