Categoría:Lomber
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Lomber es una vasta región de tundra y estepa helada que se extiende entre las montañas de Hyan y el mar gélido del norte, abrazando las tierras boreales al este del continente oriental.
La región está cubierta de nieve la mayor parte del año, y las ventiscas constantes difuminan la línea entre la tierra y el gris del cielo. El paisaje uniforme se anima con los movimientos de grandes manadas de renos, zorros, perdices nivales y los temidos trolls del hielo que habitan las zonas más agrestes.
Los lombog, conocidos como los Hermanos Menores, son los únicos habitantes conocidos de Lomber desde tiempos remotos. Su modo de vida nómada sigue el ritmo del ciclo natural y las estaciones. No construyen ciudades ni pueblos, sino que se agrupan en tribus llamadas kotivaaki, que se desplazan con el deshielo y la caza. Viven en tiendas de madera y piel (kotii) y subsisten gracias a la cría de renos, la caza, la pesca y el comercio de marfil y herramientas talladas en hueso.
Las poco hospitalarias tierras de Lomber han resistido los intentos de conquista de grandes imperios y reinos vecinos. Solo los lombog han sabido adaptarse a los rigores de la tundra y hacer de ella su hogar.
Capital: no hay.
Historia
La historia de Lomber va unida a las leyendas de sus habitantes. En un lugar tan poco apto para el asentamiento humano, los lombog no solo lograron sobrevivir, sino que forjaron una identidad profundamente ligada a la dureza del entorno. Para ellos, la tundra, el frío y la ventisca no son enemigos, sino parte inseparable de su existencia, que han moldeando su carácter, su cultura y su forma de vida desde tiempos inmemoriales.
Fundación
No existen crónicas escritas ni vestigios claros sobre el origen de Lomber como tierras de los lombog. Todo cuanto se sabe de sus primeros días pervive en las historias transmitidas de generación en generación, envueltas en la voz de las tarinoitsii, las narradoras de leyendas:
Tercera Edad
Más allá de las leyendas fundacionales, poco se sabe del devenir de estas tierras hasta inicios de la Tercera Edad, cuando los lombog apoyaron la Gran Alianza que llevó a la fundación del Reino de Aldor. Esto situó Lomber en los mapas del continente y los señaló como parte del eje de territorios seguidores de la luz, lo que pudo despertar el interés de la vecina Udukán. Desde entonces, Udukán intentó extender su influencia hacia el oeste, enviando expediciones para ocupar Lomber que siempre terminaron fracasando.
Durante siglos, Lomber permaneció ajena a los grandes acontecimientos que transformaban el resto del mundo. Los relatos de exploradores y viajeros mencionan esporádicos encuentros con pequeñas bandas de lombog que descendían a los valles, pero siempre como hechos aislados.
Cuarta Edad
Ya en la Cuarta Edad, el Imperio leakhán, en plena expansión, intentó someter Lomber. Un gran ejército cruzó las montañas con la intención de conquistar las tierras de los Hermanos Menores. Sin embargo, su avance fue detenido cuando los lomb intervinieron en defensa de sus parientes.
El rey gigante Pirkka "Corazón Blanco" lideró un ejército lomb que rechazó a los invasores leakhán y proclamó que Lomber quedaba bajo la protección de los Hermanos Mayores. En una declaración solemne, advirtió que cualquier nueva agresión provocaría la ira de su pueblo contra Udukán y el Imperio leakhán.
Las razones de Pirkka siguen siendo un misterio. Algunos sostienen que temía que, si los leakhán dominaban Lomber, su fortaleza de Hyan sería la siguiente en caer; otros creen que fue un genuino acto de hermandad, el primero tras milenios de distanciamiento entre lomb y lombog.
El inicio de la Cuarta Edad fue una época convulsa. Algunos lombog dejaron la tundra y emigraron hacia el sur, mezclándose con otras razas humanas y dando lugar a los norteños. Muchos permanecieron en Lomber, manteniendo su modo de vida ancestral, y sobreviviendo como lo hicieron sus ancestros.
Aunque aislados, los lombog que quedaron habitando el norte viven en paz bajo la sombra de la protección de los lomb, y pocos forasteros se adentran en sus territorios. El tiempo allí se sigue midiendo en estaciones y caza, no por los reyes ni las guerras.
«Y de las altas cumbres,
bajó el hermano olvidado,
su manto de escarcha y trueno,
su brazo tempestad de Khiff Leanii.
Por su palabra vivimos,
por su cólera seguimos libres.»
— Fragmento de la Balada del Corazón Blanco, cantada en los fuegos
de invierno de Lomber.
Territorio
El territorio de Lomber se extiende por una vasta región septentrional de clima frío. Su costa norte está bañada por aguas gélidas, que se tornan más templadas al confluir con las corrientes del mar de Eynea por el oeste. El río Londrim marca su frontera occidental con el antiguo Reino de Aldor, hoy tierras aldorianas pertenecientes a la casa Norf, mientras el río Fëarduin lo separa al este de las Landas Bóreas de Udukán. Al sur se alzan las imponentes montañas de Hyan, hogar ancestral de los lomb y frontera natural del reino.
El clima es marcadamente frío durante todo el año, con inviernos largos y severos, y veranos breves pero lo suficientemente templados como para derretir la nieve de los valles y el hielo de los lagos, permitiendo así la subsistencia del ganado. Los días invernales son particularmente cortos, con apenas seis horas de luz, lo que acentúa la sensación de aislamiento del territorio.
Las aguas que rodean Lomber están surcadas ocasionalmente por masas de hielo flotantes, haciendo de la navegación una empresa arriesgada incluso durante los meses más cálidos. Esto, sumado al clima extremo y a la escasez de asentamientos que puedan servir de refugio, dificulta al gremio de cartógrafos obtener datos precisos sobre la región, que sigue siendo en gran parte desconocida y poco explorada.
La fauna autóctona incluye sobre todo animales domesticados como alces y renos —esenciales para el sustento de los lombog—, así como especies salvajes de gran tamaño: osos, lobos blancos y aves tanto carroñeras como predadoras.
Ciudades y gobierno
Sociedad y cultura
Religión
Relaciones exteriores
Sociedad
El pueblo lombog es nómada por naturaleza. Debido a la dureza del terreno y el clima no poseen aldeas ni establecimientos prefijados. Hay cuatro grandes kotivaaki, o tribus, una por cada animal ancestral: Hirvii (Reno), Kantaa (Oso), Suusi (Lobo) y Joukko (Cuervo).
Subsisten gracias a la cria del reno y otro tipo de ganado, como bueyes o incluso ovejas. También suelen cazar morsas, de las cuales aprovechan la piel y la grasa como fuente de calor, asi como los colmillos para fabricación de herramientas. Cuando el hielo no es demasiado grueso, algunas tribus pescan en los lagos congelados, o durante el deshielo del verano.
Toda tribu esta regida por los ikivanha, los más ancianos de la familia. Actúan como consejeros o simplemente dirimiendo las pequeñas trifulcas que se puedan dar entre los miembros de la familia. Normalmente, las esposas de estos ancianos suelen ser las tarinoitsii, las que cuentan las historias de su pueblo, y hacen que la tradición pase de generación en generación, y las que por otra parte se encargan de educar a los niños lombog.
Por otro lado estan los henkii, los chamanes, líderes espirituales de la comunidad. Los lombog poseen una religión esencialmente animista, adorando y realizando ofrendas a los animales ancestrales, y buscando su ayuda en los momentos de necesidad. Aunque aún hoy algunos veneran a Leit o Jaqoh, como dioses antiguos y misteriosos.
El resto de hombres se dedican fundamentalmente a la caza y a las labores de pastoreo, mientras que las mujeres se encargan de mantener las kotii, estructuras de madera cubiertas de pieles curtidas, que sirven como casas para toda la tribu, asi como de cuidar de los niños más pequeños y tejer nuevas ropas con pieles para el invierno.
Su sociedad se organiza en torno a las kotivaaki, grandes tribus nómadas, cada una vinculada simbólicamente a un animal ancestral que representa sus virtudes y su modo de vida:
Hirvii, el reno, símbolo de resistencia y migración.
Kantaa, el oso polar, emblema de fuerza y protección.
Suusi, el lobo invernal, asociado a la astucia y el trabajo en grupo.
Joukko, el cuervo, representante de la sabiduría y los presagios.
Cada kotivaaki conserva sus propias tradiciones y rutas migratorias, aunque todas comparten un idioma común y prácticas similares de subsistencia.
Idioma
Los lombog carecen de idioma escrito, ya que toda su tradición es oral. A pesar de todo, los cazadores, suelen usar dibujos iconográficos, tallándolos en arboles y rocas, como guías y advertencias para cazadores del resto de las tribus, señalando lugares peligrosos, buenos terrenos de caza, o manantiales de agua. El lenguaje es fluido y susurrante, acentuando y estirando mucho las vocales.
Vocabulario
- Sí: kilaa
- No: ei
- Hola: heinaa
- Adiós: heinanaa
- Gracias: niimos
- Mi nombre es: mosii taikaa
- Tribu: kotivaaki
- Cazador: kaari
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