Svaard

El Gran Gusano, el Usurpador

• Color: rojo.
• Género: macho.
• Edad: 5.200 años (muerto).
• Alineamiento: maligno.
• Guarida: profundidades de las minas de Londaer.

Tanezros puso varios huevos durante su larga vida. Algunos eclosionaron dando a conocer poderosos dragones que se harían temer y respetar en todo Mundo, pero nunca había llegado a dar a luz a un hijo de su mismo color. Y el primer dragón rojo nacido de los huevos de la dragona sería Svaard, el Gran Gusano.

Cuentan las crónicas que cuando se fundó Kadún en el recién levantado reino orco de Udukán, la dragona hizo un oscuro pacto con Unas, el Señor de la Guerra. Tanezros dejó allí el huevo y poco tiempo después nacería Svaard.

Durante su juventud el dragón permaneció oculto a los ojos de otros dragones que lo mirarían con recelo y envidia por ser el hijo predilecto de la Madre Roja. Con el tiempo Svaard se convertiría en una especie de fantasma que sólo sobrevolaba la marchita tierra orca los días completamente nublados.

Creció alimentándose de todo tipo de criaturas que podía llevarse a la boca, desde orcos hasta Daalm. Mientras crecía su poder, mayor era su ambición, y de esa ambición nació el fruto de la alianza con el Señor de la Guerra Rae, con la cual se iniciaron las Guerras Invernales.

Svaard atacó las minas de Londaer haciendo uso de todo su colosal poder, aplastando a los defensores sirdarios y penetrando cada vez más en las profundidades de las fortificadas minas.

Cuando ya al final de la batalla se enfrentó al ahora conocido como ZirukGabyl el negro, el hechicero enano, los cimientos de la tierra temblaron y se dijo que faltó muy poco para que las minas se hundiesen sepultando para siempre sus tesoros. Svaard acabó matando al nigromante y abandonando su alianza con Rae labró su morada en lo más profundo de Londaer, donde se dice que fluyen ríos de mithril líquido.

Svaard se adormeció en su nueva guarida, ajeno a los sucesos del exterior, recolectando de vez en cuando los tesoros de aventureros incautos que caían en sus garras. Se rumorea que Svaard guardaba un artefacto de gran poder relacionado con los dioses, aunque nadie había logrado arrebatárselo y salir vivo de las minas.

Durante la Gran Guerra se produjo una cruenta batalla en la que los sirdarios reconquistaron las Colinas Grises, invadidas por el ejército kun. Durante el combate Svaard despertó e inundó las galerías de ira y fuego. Allí luchó contra Tarel, el dragón guardián del Bastión de los Heraldos, y le dio muerte.

Svaard logró salir de las minas y atacó la ciudad de Zant, sin encontrar oposición salvo por el arquero Naraldur que logró herirlo. Finalmente Svaard se enfrentó al mismísimo Aidel en un combate mortífero, pues éste había abandonado Balesto para ir a su encuentro. Los dos colosos rugían y llenaban el aire de luz y fuego en encarnizada lucha, de la que sólo uno de ellos podría salir con vida. Tras una larga y épica lucha fue Aidel quien salió victorioso, mientras la gran mole roja de Svaard caía pesadamente al suelo sin vida. Así murió el Gran Gusano, uno de los mayores y más fieros dragones de las eras oscuras, que había aterrorizado a hombres y enanos durante muchos siglos.