Elfos aëngerth

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Esta raza es jugable.


Los aëngerth, o aën, son los elfos exiliados que forman una comunidad heterogénea que suelen convivir con los humanos o en pequeños enclaves aislados en zonas agrestes. Estos se mezclaron con comunidades yag que ya vivían fuera de Yagerth o elfos de otros linajes, como los nûlye o los vienreth. No poseen una cultura única y, aunque aún poseen fuertes vínculos con las tradiciones yag, suelen haber adoptado matices de las culturas y pueblos con los que han convivido, siendo la raza de elfos más comunes en las tierras aldorianas.

Carácter y aspecto

Los aën conservan la inclinación natural de los elfos hacia el orden, pero las generaciones más jóvenes se han visto influenciadas por las culturas humanas con las que conviven. Estos aën jóvenes tienen mayor facilidad de relación con las razas de vida breve, pero siguen poseyendo la majestuosidad innata relacionada a los elfos. La mayoría de los aën tienen un sentimiento de permanente melancolía, de búsqueda de un hogar conjunto que les fue negado. Aunque existen enclaves aëngerth por Mundo, no hay una nación que reúna a los exiliados, aunque tampoco ellos mismos se consideran un pueblo unido.

Barda aëngerth tocando la balada del exilio.

La mayoría de aën no se distinguen físicamente en exceso de los yag, pues apenas han pasado dos o tres generaciones desde el Exilio de las Hojas. Cabellos generalmente rubios o platinos, pero también azabaches y castaños intensos. Tienen ojos verdes o azules, una figura esbelta y el movimiento grácil los caracteriza. Aquellos con mezcla de sangre de otros linajes élficos, como el nûlye, tienen la tez más pálida y cabellos cenicientos, o incluso de los vienreth, de cabellos más oscuros y rasgos más afilados.

Historia breve

El nombre de aëngerth significa en yag Exiliado del Bosque, y ese es precisamente el origen de estos elfos. Durante la Gran Guerra y la devastación de Yagerth, el Consejo de las Hojas y la Princesa Lorelei Tir'einen ordenaron regresar a todos los yag a Yagnah para defenderla. Aunque la mayoría acudieron al llamamiento, muchos vieron que la batalla definitiva de esa guerra sería frente a las murallas de la ciudad aldoriana de Angor. Sin esperar permiso alguno, muchos yag se quedaron en Aldor y cientos de voluntarios partieron desde el bosque para luchar en la batalla final contra las huestes de la Oscuridad.

La batalla fue ganada, pero cuando los yag quisieron regresar a Yagerth el Consejo de las Hojas les prohibió regresar a Yagnah en contra de la voluntad de la Princesa. Cientos de yag sin hogar regresaron a Angor y fueron acogidos por los humanos, desde ese momento se llamaron a si mismos exiliados, aën, y empezaron un largo proceso de mestizaje con enclaves élficos menores y los refugiados nûlye que, al final, acabaron formando parte de una sola comunidad. Este acontecimiento se conoce como la Aëngarade, el Exilio de las Hojas.

En la actualidad los aëngerth son los elfos más habituales que uno puede encontrarse por las tierras aldorianas y, por extensión, el resto de Mundo. Aunque mantienen tenazmente su cultura original, muchos se han adaptado al modo de vida dominante de la región donde habitan. La relación con Yagerth es tan heterodoxa como lo es su comunidad. Mientras que la mayoría de los más viejos comprenden y respetan la decisión del Consejo de las Hojas, algunos se sintieron traicionados por ellos. Las nuevas generaciones aën son instruidas en la rica historia de los elfos, pero el haber nacido fuera de Yagerth les confiere una visión alejada del conflicto que vivieron sus padres o sus abuelos.

Procedencia

Los aëngerth no tienen una patria común, fueron exiliados de Yagerth a principios de la Cuarta Edad. Suelen encontrarse en ciudades y pueblos humanos de las tierras aldorianas, pero también hay comunidades en Veolia, Lomber, e incluso en lugares más lejanos como Al’Boutahar o Athom.

Otros exiliados se han reunido en pequeñas comunidades más o menos aisladas por los distintos valles o bosques de la geografía del continente occidental. No se sabe cuántos de estos enclaves existen, pero algunos son conocidos como Gaer Bolen en Lomber o Aen’diyapal en Palindro.

Relaciones

Los aëngerth tienen una relación agridulce con sus hermanos yag. Mientras que los más ancianos recuerdan con una mezcla de nostalgia y resignación el Exilio, los más jóvenes ven a los yag y Yagerth como una tierra extranjera. No existe una especial animadversión hacia los yag, pero no es extraño que haya aën que sientan cierto resentimiento hacia ellos.

La mayoría se han acostumbrado a convivir con los humanos, y aunque ambas culturas siguen bien diferenciadas, no es extraño que un joven aën se sienta más cómodo con humanos que con otros linajes élficos. A pesar de esta cercanía, la distinción de los elfos no ha abandonado a los aëngerth y su presencia no pasa desapercibida.

El odio profundo y ancestral por las criaturas de la oscuridad como los orcos o los demonios sigue intacto entre los aën, más aún si recordamos que la razón por la que fueron exiliados fue por combatir al Mal. Sienten el mismo desprecio que el resto de razas élficas por los yagûl, pero su relación con los nûlye les hacen ser algo más receptivos ante la posibilidad que algún elfo oscuro desee redimirse.

Aunque los aën convivieron durante siglos con los sirdarios en Nueva Angor y existe cierto respeto mutuo, es raro ver amistades entre ambas razas, pero no imposibles. Los elfos exiliados comprenden el sentimiento sirdario por volver al hogar, lo que les ha acercado bastante, e incluso llevado a colaborar en bastantes empresas.

Nombres

Masculinos
Elath, Ethel´ern, Itsaem, Marvoroth, Menelmäk, Morvereth, Naöder, Näule, Ninkwïn, Noghasar, Ot´selen, Rath´elg, Ruätha, Sulihmë, Velg'larn, Vel´khar, Vor´gandel, Win´lokë.
Femeninos
Earênya, Elg'caress, Fanya´rê, Hëlyanh, Hiaryä, Hyelle, Ikriz, I´sibarraz, Iztazae, Nornalyê, Pâlhurë, Palûre, Rhïel, Sienlen, Vilwarin, Yâlumea.

Personajes aëngerth

Nota: Esta raza se considera la básica para los PJs elfos.
Ajustes a las características: +2 Destreza, -1 Constitución, +1 Inteligencia, +1 Carisma.
Infancia prolongada: Los elfos obtienen más puntos de habilidad al nivel 1.
Afinidad con avistar: Obtienen un bonificador racial +2 a las pruebas de Avistar.
Afinidad con buscar: Obtienen un bonificador racial +2 a las pruebas de Buscar.
Afinidad con escuchar: Obtienen un bonificador racial +2 a las pruebas de Escuchar.
Brillo élfico: A partir de nivel 5, cuando un elfo está en combate su cuerpo emite una ligera luz que lo protege contra la magia de muerte.
Competencia con armas élficas: Los elfos reciben la competencia con las siguientes armas: espada élfica, arco corto y arco largo.
Entrenamiento de batalla contra orcos: Obtienen un bonificador racial +1 a las tiradas de ataque contra orcos. Los aëngerth son especialmente hábiles combatiendo a su enemigo ancestral.
Fortaleza contra encantamientos: Obtienen un bonificador racial +2 a los tiros de salvación contra conjuros o efectos de encantamiento.
Inmunidad a dormir: Los elfos son inmunes a los efectos mágicos de dormir, y tampoco quedan ciegos mientras descansan.
Sentidos agudos: Cuando un elfo pase a 5 pies o menos de una puerta secreta u oculta, tendrá derecho a una prueba de Buscar para advertir su presencia como si la estuviera buscando activamente.
Visión en la penumbra: Les permite ver mejor de lo normal en la oscuridad.
Oficios: Los elfos son hábiles con oficios que requieren sutileza y minuciosidad. Obtienen Soltura con alquimia; Soltura con orfebrería; Soltura con sastrería.
Clase favorecida: Bardo. Un aëngerth bardo puro obtiene un 10% de bonificador a los PX.
Clases prohibidas: Ninguna.
Requisitos especiales: Ninguno.
Puntos de Aldor: Ninguno.
Ajuste de experiencia: Los elfos crecen y aprenden bastante más despacio que otras razas de vidas más cortas, por lo que ganan el 60% de los PX que ganan otras razas.