Espíritus inmortales
Los espíritus inmortales no están sujetos a las cadenas del tiempo y pueden vivir en Mundo indefinidamente, salvo que sean destruidos. Aunque el cuerpo de un inmortal sea destruido, su alma le sigue perteneciendo y no puede ser reclamada por ningún dios. Se mantienen en forma espiritual y aunque poseen cierta influencia sobre lo que les rodea, buscan volver a ser resucitados en un cuerpo físico. Pero uno puede destruir definitivamente un espíritu inmortal mediante magia o la intervención divina, cuando uno de estos espíritus es destruido son expulsados definitivamente de Mundo devolviendo su alma a la esencia de Marish.
Dragones ancestrales
Los tres dragones ancestrales son Svrashaa y sus hijas Crisobia y Tanezros, de estas legendarias sierpes procede toda la estirpe de los dragones. Al margen de los tres dragones originales, hay otros que han alcanzado el poder suficiente como para trascender su mortalidad, como Aidel o Kraayl.
Demonios
Los demonios, o espíritus daimónicos, forman parte de la esencia de uno de los doce dioses, pero gozan de voluntad propia y consciencia. Los demonios a menudo son asociados al Mal, ya que muchos de ellos, vinculados a Trako, han atormentado a los mortales desde tiempos inmemoriales. Pero pueden encontrarse tanto demonios de Eldor como de cualquier otra deidad no abiertamente maligna, siendo habitualmente emisarios, heraldos o servidores de los dioses de los cuales mana su origen.
A pesar de su origen como parte de la esencia divina de su creador, un demonio puede acabar siendo leal a otra deidad. Estos casos son raros, pero posibles, ya que los demonios poseen voluntad propia y un libre albedrío parecido al de los mortales. Aunque a menudo estos cambios obedecen a la corrupción de estos por parte del Mal, como el caso del demonio Baal'moth, que fuera un demonio de la estirpe de Leit, pero acabó siendo atraído por Trako.
Espíritus de la naturaleza
Los espíritus de la naturaleza son el alma personificada de la propia naturaleza, a menudo relacionados con Vryllia y Sarra. Esta clase de espíritus se vincula a determinados lugares especiales dentro del mundo natural, aunque también a animales y plantas. Suelen permanecer dormidos en su mayoría, pero los druidas pueden llegar a comunicarse con ellos y hacer de intermediarios entre estos y los mortales. Muchos de estos espíritus se confunden con los seres feéricos, pues se dice que las hadas nacen de los sueños de estos espíritus; lo cierto es que pueden tomar muchas formas si quieren manifestarse en el mundo mortal, desde pequeños diablillos a enormes bestias.
Mortales ascendidos
Los mortales han buscado desde el principio de los tiempos maneras de vencer a la muerte, la mayoría lo hacen por motivos egoístas o por miedo a la fatalidad. Algunos acaban siendo elegidos por algún dios que les concede una ínfima parte de su esencia, otros caminan por los senderos de la no-muerte y algunos alcanzan la inmortalidad por sus propios medios como Akhatos o Aidow.