Huumal
el Temido
Muerto en 1095 dA.
Huumal fue un antiguo demonio siervo de Amal, que habitaba las oscuras cordilleras de Hyberia. Allí gobernó durante siglos, convirtiendo las escarpadas laderas en un lugar temido y maldito, hasta que, tras la caída de las tropas de Trako en Caper, viajó hasta el continente oriental.
Tras la muerte de Lord Crax Or, Huumal logró ser aclamado como nuevo rey de Udukán. El reino se recuperaba de un período caótico, pero cuando las cosas parecían ir a mejor, tuvo que enfrentarse con el único hombre en la historia que supo doblegar a las legiones orcas e invadir el norte hasta las mismas puertas de Kadún: el rey Marlon IV, el Conquistador.
El ejército aldoriano, comandado por el mismo Marlon IV, arrasó sin problemas las defensas del Paso de los Dragones y los destacamentos de los campos de Meenador, hasta sitiar la capital del reino durante un año entero.
En el momento de mayor desesperación, y cuando ya la moral se debilitaba en los corazones de orcos y ogros, legionarios negros y kun, el propio Huumal, sin más armas que sus enormes brazos de mármol, bajó al patio y mando abrir las Puertas de la Agonía.
Vigilado desde las almenas por sus arqueros, Huumal cruzó el umbral de la ciudad, y sus ojos negros como el Vacío infundían locura en quien osaba mirarlos. Mientras avanzaba hacia el ejército invasor los hombres retrocedían con miedo alejándose del demonio, todos menos uno. El rey Marlon alzó su espada angoriana en honor a Eldor, y cargó contra la bestia.
El combate fue épico, y aunque el escudo de Marlon yacía roto a un lado, su espada bendecida cortaba el frío aire invernal con largos y mortales tajos. Cinco veces hendió la carne demoníaca, y cinco veces aulló Huumal a los vientos de las Landas. Pero el espíritu del demonio era fuerte, y viendo su reino perdido y a su dios Amal disfrutando de la lucha, cargó contra el rey con un salto prodigioso y abrazándolo con sus manos desnudas allí le dio muerte.
En ese momento los orcos enloquecidos cargaron desde las murallas, mientras los atemorizados aldorianos, privados de su rey, huyeron en desbandada, convirtiendo una exitosa campaña militar en una estrepitosa derrota.
Huumal reconquistó las tierras de Udukán y las Minas de Vindranath, y fortificó el castillo de Tulmacén, instalando un fuerte regimiento en la fortaleza que los aldorianos habían abandonado.
La muerte de Huumal está rodeada de extrañas circunstancias. Lo poco que sabemos es que pereció a manos del señor oscuro Tar'khas, en una conspiración por derrocarlo.
Huumal gobernó durante 134 años, pero en los cuentos aldorianos perduró muchos siglos, como sinónimo de miedo y muerte.